Desde hace un tiempo, un joven le ha pedido a Karin pequeños trabajos fuera de su oficio como prostituta. La constante cooperación, ha hecho que ella se enamore de él, aunque sabe que difícilmente alguien se enamoraría de ella. Sin embargo, nace una...
Lamento mucho que he tardado tiempo en actualizar, pero además de lo ocupada que estuve, la semana pasada fue día festivo en mi país, así que eso dificultó que pudiera seguir con las actualizaciones.
Quiero disculparme de antemano, ya que con las carreras, no tuve suficiente tiempo para hacer la revisión del capítulo. Espero que no tenga tantos errores, o de menos, que pese a ellos, las ideas puedan entenderse.
Usualmente subo el capítulo mensual el último fin de semana de cada mes, pero ya que los había dejado dos semanas sin actualizaciones de ninguna historia, me esforcé para poder terminar el capítulo a tiempo, motivo por el cuál no me ha dado tiempo de hacer la revisión.
No haré más larga la introducción, y al final, dejaré la lista de las historias que estaré actualizando el día de hoy.
Sin más por el momento, los dejo con la actualización de esta historia, la cual, espero les siga gustando.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aún si mis propios deseos y pensamientos me llevaban a centrarme en Sasuke o en los juegos que las personas de la fiesta trataban de hacerme en contra, de antemano sabía que el objetivo de Sasuke era Danzou, así que definitivamente no iba a perder cuenta de lo que ese hombre hacía en la fiesta.
Durante el tiempo en que lo observé, me di cuenta que ese hombre se había casado con su esposa por cualquier motivo menos amor, pues en sus interacciones, ella parecía más un accesorio que una persona a su lado, y eso es algo que había visto o vivido muchas veces como para no reconocerlo.
Por supuesto, la relación entre él y su esposa no era la del interés de mi pareja, pero esto me ayudaba a entender que ese hombre no creía que existiera el amor, y por tanto, que el espectáculo que Sasuke y yo habíamos presentado, era irrelevante.
—Bueno, cariño, en primer lugar, ese hombre no parece saber qué es el amor, así que cualquier acción en nombre del amor, la tomará por capricho.
—No importa si él no cree que no es amor, mientras piense que estoy dispuesto a cualquier cosa por un capricho, debería ser suficiente para que él me vea como un eslabón débil.
—Lo sé, querido, pero existen dos tipos de caprichos, los frugales, aquellos que al principio parecen desmesurados, pero que cuando aparece uno nuevo, se desvanecen rápidamente. Creo que él piensa que yo soy ese tipo de capricho —lo abracé por el cuello— Y existen los caprichos obsesivos. Aquellos tan arraigados en nuestro ser que pueden volverse peligrosos porque cada palabra y cada acción nos dirigen a conseguirlo aún si eso significa nuestro fin. Ese es el tipo de capricho que te hace débil.
—¿Cómo sabes que él piensa que esto no es un capricho obsesivo?
—Porque la mayor parte de la fiesta nos vimos en necesidad de defendernos de la gente llevándoles la contra. Esto pareció más un acto de rebeldía que de obsesión —respondí y él quedó pensativo.