La brisa cálida de Brasil agitaba las hojas de los árboles, pero no lograba disipar la oscuridad que se cernía sobre los Frambach. Enzo estaba muerto y el peso de la venganza ahora recaía sobre Jhoa. Había hecho una promesa ante la tumba de su hermano y, para él, una promesa hecha sobre la muerte era sagrada.
Con las manos dentro de los bolsillos de su traje negro, Jhoa caminó lentamente hasta el coche donde lo esperaba su mano derecha, Lucas. Este no dijo nada cuando Jhoa subió al asiento trasero y cerró la puerta con un golpe seco.
-¿Lo haremos a mi manera? -preguntó Lucas, con voz grave y controlada.
Jhoa no respondió de inmediato. Su mirada estaba fija en el reflejo del retrovisor, observando cómo su padre permanecía junto a la tumba de Enzo, inmóvil, como si quisiera quedarse allí para siempre.
-No -dijo al fin, con tono firme-. Lo haremos a la mía.
Lucas asintió sin cuestionarlo. Sabía que Jhoa no tomaba decisiones impulsivas. Si había elegido a Maisa Ferrara como su objetivo, debía de tener una razón de peso.
-¿Cómo piensas acercarte a ella? -preguntó Lucas, encendiendo el motor.
Jhoa se reclinó en el asiento, exhalando lentamente mientras formaba en su mente cada detalle de su plan.
-Maisa no es como sus hermanos. No está metida en el negocio sucio de los Ferrara. Es el único punto débil de esa familia.
-¿Y crees que eso la hará más fácil de manipular?
Jhoa sonrió, pero no era una sonrisa cálida. Era la sonrisa de un hombre con un propósito frío y calculado.
-No la manipularé. Haré que me ame.
Lucas desvió la vista un segundo hacia su jefe, con una expresión que mezclaba admiración y cautela.
-¿Y si termina enamorándote a ti?
Jhoa soltó una risa baja, casi burlona.
-Eso no va a pasar.
Pero en el fondo, una pequeña parte de él sabía que el amor era una emoción peligrosa, capaz de desmoronar hasta el plan más sólido.
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Días después, en Italia
Maisa Ferrara no tenía idea de que la muerte de Enzo Frambach la había convertido en el centro de una guerra silenciosa. Para ella, la vida seguía su curso con normalidad, entre eventos de caridad y reuniones con empresarios. Era la hija menor de Vittorio Ferrara, el patriarca de una de las familias más poderosas de Italia, pero siempre había preferido mantenerse al margen de los negocios oscuros de su familia.
Aquella noche, asistía a una gala benéfica en Roma, vestida con un elegante vestido rojo que realzaba su figura esbelta. Su cabello castaño caía en ondas suaves sobre sus hombros y su sonrisa encantadora hacía que todas las miradas se posaran en ella.
No obstante, entre la multitud, había una mirada diferente. Una mirada oscura, penetrante, que la estudiaba con detenimiento.
Jhoa Frambach.
Estaba allí, de pie, con un traje negro impecable y una copa de whisky en la mano. Nadie sabía quién era, solo lo veían como un empresario brasileño con dinero y carisma. Se había infiltrado sin dificultad en el círculo de los Ferrara.
Cuando sus miradas se encontraron, Maisa sintió un escalofrío recorrerle la espalda. No porque le diera miedo, sino porque aquella mirada tenía algo hipnótico, peligroso... y completamente irresistible.
Jhoa sonrió levemente y alzó su copa en un brindis silencioso.
El juego acababa de comenzar.
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Obsesión Belga©(Completa✓)
RomanceEden Ceulemans, es un temible jefe del crimen organizado conderado por Europa el jefe de jefes de los sindicatos Belgas en el mundo. Dirige el más grande imperio criminal siendo descrito como "El anticristo", sin dejar de mencionar que acostumbra a...