Capítulo 1 |The beguinning|

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Buenos días, me llamo ______ Collins. Tengo 19 años y soy de California, aunque actualmente vivo en Londres, exactamente en Oxford. Me vine a Inglaterra por culpa del trabajo de mi padre. El típico ejecutivo de alto estatus que dirige una de las mas grandes e importantes empresas del mundo, cuya heredera soy yo. Hoy -como siempre- discutía con mis padres sobre mi futuro. Estoy obligada a seguir los pasos de mi progenitor, mi vida parece estar en manos de mis padres en vez de en las mías. Mis padres son cultos, elegantes, educados y muy controladores, mientras que yo soy una rebelde con propio estilo, soñadora y adicta a la libertad.

Eran las 21:08 P.M y me encontraba cenando en la gran mesa familiar ubicada en el comedor. Comía mirando hacia mi cena, con los codos apoyados en la mesa, cosa que a mis padres incordiaba. Crucé las piernas debajo de la mesa y engullía la comida lo más rápido posible. Antes terminaba, antes podía subir a mi único oasis de paz, mi habitación.

- ¿Ya te inscribiste en la universidad de Oxford, cariño? - dijo mi madre, con una de esas sonrisas que la hacían arrugar sus pálidos y maquillados pómulos.

- No mamá, te he dicho que no pienso ir a la de Oxford. - Corté de golpe el trozo de mi escalope enfadada y mi madre dobló la mandíbula, esta vez arrugando los labios.

Mi padre gruñió y tosió un par de veces gravemente.

- Voy a ignorar tu último comentario. ¿A qué esperas?, ¿a que acaben las plazas? Menos mal que tienes a un padre que puede sobornar al director en caso de que no te cojan. - Cogió su copa de vino y sorbió todo el líquido rojo y amargo.

Tiré mis cubiertos al plato, cayendo encima de la comida y trago.

- Lo siento papá.- lo miré a los ojos.- voy a ignorar tu último comentario. Iré a la escuela de arte que está al lado de la universidad, no pienso estudiar marketing y dirección de empresa. ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? - Me limpie las manos con la servilleta e hice lo mismo que con los cubiertos, los tiré al plato y me levanté.

- ¡_____! - Gritó mi madre señalando a la silla donde estaba sentada.- siéntate ahora mismo.

Volteé a mi madre y la miré.

- Que aproveche.-

Comencé a caminar dejando los gritos de mis padres llamándome en el aire, simplemente ignorándolos. Subí las escaleras de dos en dos, la alfombra de terciopelo rojo hacia resbalar un poco mis pisadas, haciendo que subiera como si estuviera levitando. Pasé por el grande pasillo que hay antes de mi habitación y entré, cerrando la puerta con llave.

Menos mal.. - dije en alto suspirando. Cogí mi movil para chatear un poco con mis amigas. Entré en Whatsapp y miré la cantidad de mensajes que me habían enviado, pero uno de ellos me llamó la atención. Mis dedos apretaron el nombre de Alexis, una de mis mejores amigas, esa amiga a la que podía contar mis secretos más íntimos sin temor a que los contara.

"Tia, tia, tia, no me lo creo. ¿Te acuerdas de aquel chico que me pidió el número? Me dijo de quedar !!! Me gustaría que vinieses por favor dime que vendrás.."- Mensaje recibido a las 21:16.

Reí, esta chica está fatal, es la típica espabilada que le encanta quedar y conocer chicos. Adoraba la aventura al igual que yo y eso me gustaba de ella. Siempre con retos, sin miedos.

Comencé a teclear a la velocidad de la luz.

"Mis padres se van de viaje un mes, así que no les diré nada. Ya soy mayorcita para salir a cuando quiera. ¿Que se supone que vamos a hacer? - Mensaje enviado a las 21:19.

Me levanté, tirando el móvil a la cama. Necesitaba escuchar algo de música, crear algo con mis manos para poder relajarme. Cogí mi guitarra de madera barnizada y me senté. Cogí mi púa de color agua marina y comencé a tocar More Than Words de Extreme. Una canción que me llegaba al corazón desde que era pequeña.

Como muchas otras veces, el móvil me interrumpió y supuse que era Alexis.

"Vamos a la antigua mansión de los Cox, esa abandonada del bosque."- Mensaje recibido a las 21:3

Soul ||H.S y tú||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora