─── UN DÍA, TRES OTOÑOS ੈ♡‧₊˚
☄︎. *. ⋆〔 Cuando uno echa de menos a alguien. Se dice que, entonces, un día dura tres otoños 〕₊˚ˑ༄
❪🍂❫ ━━━━ 𝗲𝗻 𝗱𝗼́𝗻𝗱𝗲 Elena nunca imaginó que un verano cambiaría su vida para siempre. Secuestrada por Klaus M...
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Caminó con paso firme, aunque su corazón latía con fuerza en su pecho, y al llegar a la mansión del original, sus pensamientos se agolparon. ¿Qué pasaría una vez que entrará en la casa de Klaus? No sabía si estaba tomando la decisión correcta, pero ya no había marcha atrás.
Cuando llegó a la entrada de la casa de Klaus, su respiración se aceleró. El miedo y la incertidumbre la invadieron, pero al mismo tiempo, un sentimiento extraño la mantenía en pie. Sabía que debía estar preparada para lo que fuera que Klaus estuviera planeando.
La puerta se abrió antes de que pudiera tocar. Klaus apareció en el umbral, su mirada arrogante y segura, como siempre.
─ Bienvenida, Elena ─ dijo con una sonrisa que no alcanzaba a ocultar la satisfacción en sus ojos ─ pensé que no vendrías.
Elena no respondió. Solo lo miró, tratando de mantener la calma mientras entraba en la casa. Klaus cerró la puerta tras ella con suavidad, y la tensión entre ellos volvió a crecer, más palpable que nunca.
─ Estaba comenzando a pensar que no te atreverías a venir ─ comentó Klaus mientras la guiaba hacia el interior, su tono suave pero cargado de un interés inquietante.
Elena se detuvo en seco, mirándolo fijamente.
─ ¿Qué quieres de mí, Klaus? ─ preguntó, sin poder evitar la desconfianza en su voz.
Klaus la miró con una sonrisa ladeada.
─ Quiero que sepas que siempre estoy observando. Y tú, Elena, eres más importante para mí de lo que crees.
Elena sintió un escalofrío recorrer su espalda al escuchar esas palabras.
Solo lo dice porque sin mí sangre no puede crear a sus híbridos, se recordó Elena mentalmente.
El ambiente a su alrededor se volvió más denso, como si el aire mismo estuviera cargado de algo oscuro.
Y, a pesar de sí misma, se preguntó qué quería realmente Klaus de ella. ¿Qué juego estaba jugando está vez?
Lo único que sabía era que su vida nunca volvería a ser la misma.
Elena sintió el peso de la mirada de Klaus en su espalda mientras avanzaba hacia el salón. Su presencia era una sombra constante, acechando, esperando. El ambiente entre ellos era tenso, cargado de una energía que la hacía sentirse más vulnerable que nunca.
Klaus se acercó a ella con una suavidad casi peligrosa, sus pasos sonaban demasiado cerca, demasiado calculados. Elena apretó los puños, tratando de mantener la compostura, de resistirse a lo que él parecía querer hacer.
─ Elena… ─ murmuró Klaus, su voz baja y suave, acariciando el aire entre ellos como una promesa sin palabras ─ sé que no quieres admitirlo, pero no puedes negar lo que ha pasado entre nosotros.