✩★✩Siempre fuiste tu✩★✩[Ukmex]

꧁51.-Little Honey Tea꧂

Londres, Hospital Central.               Narra UK

El frío aire de la noche se colaba por la ventana entreabierta de la habitación. A pesar del calor de las mantas, un escalofrío recorrió mi espalda. Tal vez era por la fiebre o por la fatiga acumulada, pero lo cierto es que dormir se había vuelto casi imposible.

Llevé una mano a mi frente, cerrando los ojos por un momento. En la penumbra de la habitación, solo el suave pitido del monitor cardiaco rompía el silencio. Era un sonido monótono, constante, como un recordatorio de que aún estaba aquí… aún en esta guerra.

De repente, un alboroto en el pasillo llamó mi atención. Voces elevadas, pasos apresurados… y entonces, un grito inconfundible.

—¡Déjenme pasar, carajo!🇲🇽

Abrí los ojos de golpe. Mi corazón pareció detenerse un segundo antes de acelerarse. Esa voz…

—Sir, you cannot be here without authorization. [Señor, no puede estar aquí sin autorización]💉—insistió una enfermera.

—¡Me importa un carajo la autorización!🇲🇽

El sonido de una silla cayendo al suelo, un quejido de uno de los guardias, y luego… pasos. Rápidos, determinados.

La puerta de mi habitación se abrió de golpe.

Ahí estaba él.

México.

Su respiración era agitada, su pecho subía y bajaba con rapidez, sus ojos… esos malditos ojos castaños estaban fijos en mí, ardiendo con una intensidad que no había visto en tanto tiempo.

Por un momento, no supe qué decir. No supe si debía gritarle por haber irrumpido así o si debía…

—crazy [loco]🇬🇧—susurré con una sonrisa cansada.

Él no respondió. Solo avanzó con pasos decididos hasta mi cama, ignorando las protestas de los doctores que intentaban entrar tras él. En un instante, sus manos estaban sobre mi rostro, sosteniéndome con firmeza, como si estuviera asegurándose de que yo era real.

—No vuelvas a asustarme así, cabrón🇲🇽—susurró, su voz quebrándose apenas.

Y entonces, sin previo aviso, rompió en llanto.

Su cuerpo tembló y, antes de que pudiera decir algo, cayó de rodillas junto a la cama, escondiendo el rostro en sus manos. Su respiración era irregular, entrecortada, como si hubiera estado conteniendo el llanto durante demasiado tiempo.

Mi pecho se oprimió con fuerza. Verlo así… verlo tan vulnerable, tan derrotado, me dolía más que cualquier herida.

—Mexico...[México…]🇬🇧

Intenté moverme, pero el maldito dolor recorrió mi cuerpo y un quejido escapó de mis labios. México levantó la cabeza de inmediato, su rostro bañado en lágrimas.

—¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Necesito llamar a alguien?🇲🇽

Negué con la cabeza, forzando una pequeña sonrisa.

—I'm fine... but I think you're the one who needs to breathe. [Estoy bien… pero creo que el que necesita respirar eres tú.]🇬🇧

Él soltó una risa temblorosa, limpiándose la cara con el dorso de la mano, pero las lágrimas seguían cayendo.

—Eres un idiota, UK…🇲🇽

Por unos segundos, ninguno de los dos dijo nada. Solo lo observé, memorizando cada detalle de su rostro, cada línea de preocupación, cada lágrima que aún no había secado.