El poder de los Cinco Kages

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La tensión en el aire era palpable. Kakashi observaba el lugar donde hace unos momentos su enemigo había estado, pero ahora no quedaba rastro alguno de su presencia.

Ha desaparecido por completo–dijo Kakashi, dirigiendo su mirada a Yamato.

El shinobi de madera suspiró, retirando sus pilares con un gesto de la mano.

La técnica de teletransportación es un problema molesto–murmuró, sin apartar los ojos del sitio donde su adversario había desaparecido.

Omar, ¿cuándo fue que te moviste ahí?–la voz de Kakashi rompió la tensión con una pregunta inesperada.

El Saiyajin, con la vista fija en la montaña, sonrió levemente.

Fue cuando estaba dando su charla de villano. Aproveché para salir y seguir esperando–respondió sin apartar la vista.

Yamato, al escuchar esto, se puso de pie con un ademán preocupado.

Es peligroso creer en lo que dijo–afirmó con seriedad.

Omar soltó una leve risa.

Como si le creyera a alguien con esa fachada. Es un pobre diablo. Ahora no pienso en Sasuke, aunque fue mi prioridad para venir aquí. Lo que está allá es peligroso... pero emocionante. Además, mentiría si dijera que no le tengo miedo–una gota de sudor resbaló por su frente mientras sentía una brisa fresca recorrer su piel.

Kakashi, atento a sus reacciones, lo observó con detenimiento.

¿Tú ya sabías esto, verdad?–preguntó con voz firme.

Kakashi, prometí no decir nada de lo que me contaron. Y lo cumpliré, aun si está muerto–El Saiyajin volvió la mirada hacia el peligris, con una expresión inescrutable.

Está bien–el ninja copista mantuvo su mirada fija en él por un instante antes de asentir lentamente.

Mientras tanto, en otro sector del conflicto.

¿Susano'o?–Gaara observaba la figura etérea que emergía de Sasuke con una intensidad fría en la mirada.

¿Ese es el Mangekyō Sharingan?–Temari frunció el ceño sin sorprenderse demasiado.

Los Uchiha siempre tienen algo escondido–Kankurō apretó los puños, sintiendo cierto recelo.

Un grito los alertó de inmediato.

¡Darui, gente de la Arena! ¡Retrocedan, por favor!–Shee había notado la siniestra sonrisa de Sasuke y, antes de que pudieran reaccionar, Susano'o lanzó una poderosa ráfaga de aire que azotó el lugar.

Los pilares que sostenían el techo comenzaron a derrumbarse, esparciendo caos entre los samuráis que intentaban escapar.

(¡Está apuntando a los pilares!)–Temari, con ojos agudos, analizó la situación.

La destrucción fue inminente. En medio del desastre, Karin perdió el equilibrio y comenzó a caer hacia el abismo, pero Sasuke, con un simple ademán de su mano derecha, hizo que Susano'o la atrapara y la lanzara a un sitio seguro.

¿Pudiste determinar la ubicación de Danzō?–Se incorporó rápidamente y la miró fijamente.

Sí–Karin, intentando recomponerse, asintió

Guíame hasta él–dijo Sasuke sin emoción alguna

¿Y Jūgo y Suigetsu? El chakra de ellos todavía...–con preocupación Karin hablo

¡Déjalos! Danzō es más importante. Apresúrate–Sasuke la interrumpió sin titubear.

(¿Qué te pasó, Sasuke?)–la pelirroja tragó saliva, algo desconcertada.

Mi Nueva Vida (Parte ll) - RemasteredDonde viven las historias. Descúbrelo ahora