龍 (Tatsu)

CAPITULO XII

.
.
.
.....
.
.
.

—¿Lo soy? —preguntó nuevamente queriendo afirmar algo.

Jimin al verse envuelto en una burbuja algo atontando y no saber cómo hablar decidió solamente negar con la cabeza.

Namjoon jugaba un poco acercándose y alejándose, mientras Jimin aceptó lo que pasara cerrando sus ojos.

Sus labios picaban ansiosos.

¿En qué momento se había vuelto ansioso antes los labios de Namjoon?

Al ver que no había una negativa aunque Namjoon lo medito unos minutos, acercó sus labios a lo de su esposo porque desde que lo había visto quería hacer esto.

No había nadie a quién culpar, no podría culpar al celo, porque ya había terminado anoche, no podía culpar a su dragón, porque aunque el lo ordenara fervientemente en su mente, él podía igual ignorar su petición, pero necesitaba hacerlo.

Quería hacerlo.

Kim Namjoon quería besar al príncipe caprichoso.

Había pensando toda esa noche luego de su celo en lo ocurrido y preguntándose si todo eso había sucedido, preguntándose constantemente porque simplemente no podía apartarse.

Y se encontró queriendo besar nuevamente a su esposo cuando lo vió, y si él se dejaba...¿Por qué sentirlo incorrecto?

Los labios de Jimin aún eran algo torpes porque no sabía lo que hacía, pero Namjoon se encargó de que aprendiera, casi se quiso reír de su poca experiencia, pero en algún punto eso le agradó, no le desagradaba tener que enseñarle.

Las labios casi inexpertos de Jimin poco a poco tomaban el ritmo con los de Kim.

Namjoon ladeó su cabeza y paseó su lengua en los labios de Jimin pidiendo acceso que el mismo le concedió casi al instante, pero tímidamente.

Sabía que ya había hecho esto esa noche, pero está vez era diferente. Esta vez no estaba siendo inundando por feromonas que lo volvía casi todo un experto, y podía sentir conscientemente todo lo que hacía, lo bien que se sentía.

Descubrió que el placer que sentía no solamente podía ser generado por las feromonas del dragón de Kim, sino que esa placer que sentía en este instante era meramente por ellos, de él.

No de algún otro truco, y sí, puede ser que se asustó un poco, pero no pudo inundarse en ese miedo por las demás emociones que acaparaban su atención, entre ellas el placer, evidentemente.

Jimin literalmente temblaba un poco mientras una de sus manos se sujetaba el brazo de su esposo que estaba al lado de su cabeza mientras la otra presionaba la pared.

Gimió un poco cuando sintió como la lengua de Namjoon se enredo con la de él y saliendo un poco de si, queriendolo más cerca, sí es que eso se podía, rodeó sus manos en cuello de él mismo y lo acercó más.

Sentía su cuerpo arder, sentía que la ropa estorbaba, lo quería cerca, quería más.

Y creo que Namjoon pudo leer ese sentimiento, porque en un solo movimiento cambiaron de posición quedando él en la pared y su esposo encima suyo, rodeándo sus brazos en las caderas cuvirlíneas de Jimin.