Capítulo 8

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Llevaba más de tres horas haciendo lo mismo una y otra vez, enumerar las cajas y luego pasarla en orden de entrega.Y el jefe como él demando llamarlo, esta sentado con las piernas arriba del escritorio que se encuentra en la esquina del cuarto. Lo observe mientras movía las cajas, él estaba con los ojos cerrados, la cabeza hacia atrás y sus brazos detrás de ella. No era un chico con músculos, tiene brazos fuertes y las piernas así se le veían frágiles pero algo en él emena peligro.
Seguí con lo mio, esto es fácil pero algunas cajas pesaban mas que otras , seria lo mejor si él me ayudara pero eso solo pasaria en mis sueños..y fue confirmado unos segundos después.
— Es extraño que Tama te diera el trabajo siendo tan pequeña.¿Dime le mentiste?— Seguía en la misma posición de hace poco, no sabía si contestarle o no.
—No, por que lo haría.— Era muy buena mentiendo.

—Wow.— No se que significa ese wow, supuse que mejor seguía con lo mio.

Pocos minutos pasaron hasta que él volvió hablar.

— Puede que le mientas a Tama, pero conmigo no funcióna.— Sabía que no podía decirle la verdad así que opte por hacer que no lo escuche y seguí trabajando.
***
Casi terminaba de arreglar las cajas cuando el chico se levanto y dijo;
— Nos vamos en 5 minutos, lleva todo esto al camión .— Qu..e , eran muchas cajas como se supone que las llevaría hasta afuera.Cuando volteo hacia la puerta él ya no estaba, si que era un cabrón.
Este era el quinto viaje que llevaba y me faltan más por hacer. Todas las veces que he pasado por el camión el jefe solo se ríe de mi y no veo la razón de ello, puedo sentir el sudor por todo mi cuerpo y más en mi cara, partes mi cabello se adhieren a mi cara no puedo apartarlos, llevo seis cajas en mis manos se me es imposible hacerlo. Regrese con las últimas cajas, era tarde por que la expresión que tenia él no eran muy amigables.

— La próxima vez se más rápida no podemos perder tiempo en este negoció.—  Yo solo asenti por que quería decirle que hubiese terminado mucho antes solo si él le diera el placer de ayudar pero creo que no ayudaría en nada decirlo.
—Trae los papeles y sube.

—Los tengo aquí. — Dije y se los mostré.

—Entonces sube.

Él arranco y empezamos a dejar atrás el local. Mire por la ventana y así apaciguar un poco el silencio que era obvio que él no rompería.
—¿Caul es la primera entrega?

—Avenida Quin 25 Este , calle tres.
Durante todo el viaje esas fueran las preguntas, él bajaba entregaba y volvía a subir. De regreso al local la lluvia decido aparecer cuando nos acercábamos al parque la lluvia empezó mucho más fuerte.
—¿Donde vives? — Esa pregunta no me la esperaba.
—Avenida Zar.— Cuando lo dije, tome la dirección contraria, nos acercábamos a la avenida , no pensaba decirle donde exactamente vivía así que decide decirle que me dejara unas cuadras antes.
— Aquí, esta bien. — Estacionó el camión, antes de salir, iba a decirle Gracias pero el me interrumpió diciendo "Llega mañana temprano, lo de hoy no se puede repetir, fuimos los últimos en repartir los encargos". Solo asenti y salí del camión y empecé a correr hacia casa.

En pedazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora