En pedazos

Capítulo 15

2 de enero
Después de hablar con Charlie me quede ahí hasta que la luna desapareció. Me dolía todo el cuerpo por estar en la misma posición pero ya era tarde para arrepentirme de ello.
Me levante y me dirigí hacia la mesa, todos estaban ahí. Me senté junto a Dani, ella solo me ignoro. Todos comían en silencio, el problema es que yo no tenia hambre...

—Come niña—Era el hombre mayor. Empecé hacerlo.
Alguien rompió el silencio. Era Dani.

— ¿Como le enseñaremos a pelear a esta niña? Digo...solo de verla siento que si la tocó se quiebra. —No quería gritar pero ella me estaba haciendo querer decirle unas cuantas cosas... Mi idea se hizo polvo cuando Charlie hablo.

—No sera difícil, ella aprenderá rápido si quiere ver su hermano.

—Claro que lo haré.—Dije sin pensarlo.

—Ella si que lucha por lo que quiere. —Dijo J.M.

Él si que era un chico bien mono. Dani se levanto y le grito a él.

—Tú.. J.M no sabes ni una mierda.

—Claro que lo sé. No fui yo quien entregó a nuestro hijo por dinero para drogas.—Todo estaba en silencio, J.M y ella solo se miraban con furia. Ella lo miro por ultimas vez y se fue. Charlie minutos después se levantó y la siguió.

Todos volvieron a lo suyo. Cristián se unió a mi, ocupando el espacio de Dani.

—¿Estas bien?

—Sí.

—¡Vamos!

—¿Donde?

—Tienes que preguntar.

— Puedes ser un ladrón.

—Muy graciosa.—Lo seguí. Salimos de la casa, me detuve en la puerta.

—Vamos, te enseñaré a defenderte.

—Ok.

Me detuve frente a él, ¿Qué se supone que debía hacer?
—Mira, ponte a la defensiva—¿Cómo diablos hacia eso?

—Pon tu brazo derecho arriba, frente a tu cabeza. -Lo hice.

—Ahora, el otro frente a tu pecho— Esto era fácil, creo que lo estoy dominando. Al parecer no lo estaba haciendo bien, por que él estaba riendo a carcajadas.
—¿Qué?

—Tu cara.— La toque por impulso.

—Parece como si estuvieras haciendo la cosa más difícil del mundo, pero es solo levantar tus brazos. —Me estaba empezando a enojar, no es como que yo pasé todos los días aprendiendo a pelear.

—Si vas a estar así todo el día mejor busco alguien que me ayude de verdad.

—No te enojes, pero es que...-Lo fulmine con la mirada.

— Ok, ok.—Se detuvo, ahora estaba en posición defensiva, hice lo mismo, trate de relajar mi rostro.

—Patea
—¿Qué?

—Hazlo.— Lo hice, él la detuvo antes de llegar a su estómago. Lo hice muchas veces y él siempre las detenía. No se cuanto tiempo paso pero alguien había llegado.

—Nunca vas a lograr nada así.-Era Dani, la observe su rostro estaba igual de frío. Y lo note era buena ocultando sus sentimientos.
—Tú qué sabes.

—Si que sé. Por que no le has pegado tú para que ella se defienda.

—Voy por pasos.

— Ja, ja ,ja... Claro y a mi la gente me cae bien.

—No se de que hablas.

—Espera pienso como decirlo.— Ella frotaba su sien una y otra vez.

—Lo tengo, el pequeño Cristián esta enamorado de la niña.— Mire hacia Cristián, él solo la miraba, de repente volvió su mirada mi.

—Vamos, vete con los demás, yo le enseñare a defenderse.

—No, me quedare.

—No importa, esta bien.—Le dije, dudo un poco, luego se fue.

Ella se acercó y me pateó.
—¡Oye!, ¿Qué te pasa?

—No es como que ellos van a preguntarte si quieres pelear, ellos solo lo harán sin dudarlo.— Queria decirle que un ejemplo seria lo que hizo ella con su hijo, pero solo lo olvide porque ella volvió hacerlo esta vez en mis costillas.

—Ahh.

—Vamos, no tengas miedo—Si ella quería que la golpeará eso iba a obtener. Así que solo lo hice, no sabia pelear así que solo le lanze patadas, ella solo las bloqueaba una y otra vez.

Esta vez, ella no fue muy rápida, el golpe fue fuerte y se sintió bien. Ella solo sonrió, siguió, estuvimos así por horas ella tiraba y yo igual.

Algo nos detuvo, ella golpeó esta vez con más fuerza y la patada reboto en mi cara.El tiempo se detuvo, todo empezaba a ponerse negro, oí gritos... Pero eran muy lejanos.

Antes de irme por completo algo llego a mi y ahora todo tenia sentido.
Ella había entregado a su hijo, a esas personas para que lo vendieran a esas familias que no podían tener hijos, por eso todos sabían donde estaba mi hermano. Dani había vendido a su hijo.