G7MS [Markson]

Encuestas

El despacho que estaba ocupando en el piso dieciseis se le hacía pequeño, se sentía un gato enjaulado y es que tenía tantas cosas en su mente. Caminaba desde la puerta de entrada hasta el ventanal enorme que se encontraba al otro lado de la habitación, iba hacia su escritorio, se sentaba e intentaba centrarse en su trabajo, una vez más no podía y se iba a la biblioteca a mirar los lomos de los libros como si fueran de lo más interesantes.

— ¿Quién eres realmente?...

Musitó con ambas manos en sus caderas, era alguien curioso y estaba casi seguro que cuando despejara aquella duda podría seguir como si nada. Gran parte de esos pensamientos que no lo dejaban concentrarse en sus responsabilidades era esa fiesta rara a la que había ido. ¿Que por qué había ido? Había escuchado al pasar a unas chicas referirse a que la "Party O" que organizaba Mark era siempre una de las mejores fiestas. ¿Qué mejor manera de conocerlo a él que en ese lugar? Bueno, no a él, si no a saber bien en que sitio estaba trabajando. Jackson sabía de los rumores que rondaban en esa empresa y si podían guardar secretos como un crossdresser durante cuatro años entonces podían ocultar cualquier cosa. Sin embargo, Mark era de lo más sincero cuando estaba con unas copas de más, eso había ayudado bastante a esa "investigación".

La fiesta tuvo lugar el Jueves en la noche, madrugada de ese mismo Viernes, razón por la cual él tenía algunas ojeras mientras que los del piso quince que también habían asistido estaban frescos como una lechuga. Punto número uno de que estaban acostumbrados a las fiestas los días de semana o a no dormir por mucho trabajo. Lo que fuera. El chico castaño le había dado la dirección y la hora, en efecto al mencionar su nombre y apellido lo dejaron ingresar al establecimiento sin siquiera pedirle el documento y le entregaron un billete no oficial que aparentaba ser de mentira, cosa que debía preguntar luego de que se trataba. El sitio estaba repleto de gente, la pista de abajo era enorme, luego se veían dos escaleras y como unos palcos a los costados.

Se había quedado a pocos pasos de la entrada sin saber que hacer, observando toda esa gente que iba y venía. ¿Cómo había pensado en qué fue buena idea decirle a Mark que lo invite a esa fiesta? Era lógico que el hecho de ser invitado no tenía nada que ver con compartir algo con ellos, en ese momento estuvo por marcharse pero alguién lo sujetó del brazo, era una mujer que señaló hacia uno de los palcos susurrándole un "Te están buscando". Pudo ver con un poco de esfuerzo debido a las luces que era Jiyoung quien le estaba haciendo señas como un loco para que lo viera, Jackson levantó su brazo para hacerle saber que lo veía y allí nada más le señaló la escalera e hizo señas de que fuera con ellos. ¿Estarían solos? Lo descubrió pronto cuando en la parte superior los vio en unos cómodos sillones riéndose y bebiendo, esos tres del piso quince, la gente de confianza de Jaebum ¿Qué tenían ellos que el resto no?.

— ¡Hasta que me ves! ¡Estuve casi por caerme! — Fue Jiyoung el primero que le habló, saludándolo e invitando a que se sentara a su lado.

Los sillones en color blanco eran por demás cómodos, francamente hablando él no era demasiado fiestero así que si se quedaba quieto allí terminaría durmiendose. Youngjae estaba charlando con Mark muy animadamente mientras sostenían un trago en sus manos, claro que al verlo llegar lo saludaron y dejaron su conversación para después.

— ¿Te gusta el sitio? — Youngjae habló casi a los gritos por culpa de la música.

Jackson jamás lo había escuchado elevar la voz, eso le sorprendió un poco, aún así asintió. Los chicos estaban muy animados charlando sobre la fiesta en sí, era un especial Mexicano de modo que las rondas de tequila los estaban matando. Se negó algunas veces a beber y cuando los muchachos se entonaron un poco fingia beber para dejarlos contentos. No eran malos chicos, le agradaban, pero Jackson no estaba acostumbrado a tener amigos y el verlos tan, tan unidos lo hacía dudar, más aún con los adjetivos cariñosos que Jiyoung le decía a Mark. Bien, ese chico era cariñoso con la mayoría, pero lo sabía, sabía que con el castaño había algo más y que tal vez Mark aún no se daba cuenta.