Esto es lo que soy

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Haces que me duela la cabeza...

Se sabía de memoria esa oración, esa como todas las otras que él repetía en su presencia, al menos era mucho mejor a "Lo siento" odiaba cuando lo repetía después de haberse comportado como un idiota. Alzó la vista mirando a través de la ventana el cielo despejado como si buscara en él una razón válida para todo porque ya nada lo emocionaba en absoluto.

¿Estás escuchando lo que digo?

Mark lo miró de golpe y trató de cubrirse con uno de sus brazos porque sabía que nada bueno ocurría luego de esa oración. No tenía la fuerza de voluntad suficiente para defenderse porque lo quería Por qué eso era amor ¿No?. El muchacho lo tomó de los cabellos en ese momento negros azabache y usó su fuerza para llevarlo frente a un espejo.

¡Dime que mierda ves!

El chico había cerrado los ojos con mucha fuerza para no llorar aunque tal vez ya no tenía más lágrimas después de un año así. Un año sin saber como complacerlo. El adverso lo sacudió para que alzara los párpados, cuando lo hizo no tuvo el valor de mirar al espejo, no quería ver en el reflejo la mirada molesta de su novio. ¿Cuál era la respuesta correcta? Debía ser astuto pero estaba más asustado que nunca, los últimos dos meses habían sido peleas todos los días, hasta en los peores días dos o tres. Bueno, no peleas pues Mark no hacía más que tratar de entenderlo, tratar de hacer lo que él le decía al pie de la letra.

— Veo... alguien dispuesto a hacer cualquier cosa por ti...

Tragó en seco esperando su reacción para buena fortuna su chico lo volteó y besó sobre sus labios. Sintió que se le aflojaba un poco el cuerpo y se sostuvo de él. Lo amaba ¿Qué era lo que hacía mal? ¿Qué era exactamente lo que a su novio le molestaba tanto como para tratarlo así?

Eres la persona más preciosa del mundo, me alegra tanto que hayas venido conmigo a éste país.

Sintió la presión en su espalda y lo escuchaba mientras apoyaba el mentón y parte de su mejilla contra su hombro. Cuando lo tenía cerca se sentía bien porque no podía lastimarlo a esa distancia, era ese el principal motivo por el cual lo abrazaba con las fuerzas que le quedaban después de un día de mucha discusión. Como odiaba las discusiones, pero no podía dejarlo, no, porque era amor. Él decía que lo amaba y Mark lo amaba... ¿No?

— Te llevaré a un bonito restaurante hoy así que ve a ponerte lindo.

Negó varias veces— No, no... Quedémonos aquí, solos... Quiero estar contigo...

— Te mereces una cena cara.

Sabía que la cena no sería el problema si no esos constantes comentarios despectivos y los disturbios si alguien lo miraba de más o en caso contrario si alguien llamaba la su atención, porque eso también ocurría y era en ese momento donde ese 'calor malo' como lo llamaba desde su adolescencia lo arrastraría a hacer cosas que no debía de hacer.

Abrió los ojos al escuchar ruidos en su sala, era el primer sábado después de unos meses maratónicos de trabajo donde pudo dormir hasta las nueve de la mañana sin interrupción alguna. Tosió un poco y se desperezó en la cama, amaba ese colchón y más aún después de que el sudor de Jackson quedara impregnado. ¿Qué estaría haciendo su chico? Ah~ tenía muchas ganas de ponerse desnudo y enviarle fotos, de mandar algunos audios melosos hasta una invitación a su casa, hasta podían cocinar juntos. ¡No,no! ¡No debía invitarlo porque se había olvidado de su segundo mes! Puso cara de ofendido pero de igual manera miró su celular preguntándose una vez más qué haría su chino a esas horas.

G7MS [Markson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora