Extrañándote

534 52 15
                                    

Él tenía problemas con las altas temperaturas, no era que le desagradaban, todo lo contrario. Le encantaba sentir que se incendiaba, que cada célula de su cuerpo ardía en llamas, era una sensación que lo volvía loco, esa misma sensación con la cual debía luchar todos los días de su vida pero más en estos momentos.

Soñó con él justo después de desmallarse. Sus besos no tenían comparación con ninguna otra boca que hubiera probado, su agarre era mucho más seguro que el de cualquiera sentía que necesitaba con urgencia ver la piel de esos brazos musculosos, morderlos. Trataba de alzar los párpados pero éstos le pesaban demasiado, sabía que había alguien junto a él y no podía ser nadie más que Jiyoung, reconocía el toque de sus manos y la delicadeza con la que lo cuidaba, no quiso luchar contra el cansancio y se dejó llevar al mundo de los sueños esperando encontrarlo allí una vez más.

Hubiera pagado con su vida que ese encuentro entre él y Jackson hubiera durado más, siempre le pasaba lo mismo, después de una cosa así se sentía tan culpable, sentía que le estaba fallando a toda esa gente que lo habían ayudado, mejor dicho, que lo habían rescatado de un final seguro. Se puso a pensar en qué podía tener ese chino en especial que lo hizo fallar y supuso que era simplemente porque era su jefe. Eso lo hizo sentir terrible ¿Era así? ¿Su maldito cuerpo nunca se comportaría como todo el mundo esperaba? No, sabía que era algo más, había pasado en limpio y sin esfuerzos muchas pruebas con gente muchísimo más poderosas en cuanto a rango, así que no era el poder lo que lo atraía ya. ¿Su cuerpo? Aún no lo había visto desnudo por completo así que no contaba, además, conocía gente que tenía mucho mejor anatomía. Quería encontrar una razón, tenía que encontrarla porque si no sólo quedaba una opción... que lo haya hecho simplemente por calentura, por volver a sentir esa sensación placentera.

Poco a poco fue abriendo sus orbes, su vista nublada lo hacía quejarse pero más se estaba quejando por los medicamentos que Junior le estaba dando para que la fiebre le bajara. Odiaba los medicamentos, sólo tomaba uno pues era para su propio bien, ese medicamento y toda la ayuda de esas personas cambió si vida para mejor, mucho, mucho mejor, pero seguía odiando el resto de los remedios comunes.

— Cariño, escucha... ¿Te sientes mejor? — Jiyoung le acariciaba la frente— La fiebre ha bajado a treinta y siete y medio, con el medicamento todo irá bien ¿Quieres que llame al trabajo y no vaya?

Mark negó suavemente— Ve al trabajo, pondré una alarma para tomar el remedio en ocho horas. Prometo hacerlo.

— ¿Lo prometes? Mira que no me quedaré tranquilo si regreso y esa fiebre vuelve a subir, sabré que me mentiste...— El tono de Jiyoung cambiaba cuando se preocupaba por él, se ponía autoritario pues sabía que era la única manera que el norteamericano bebiera algo que odiaba.

— Lo haré, lo prometo.— Alzó su dedo meñique despacio, acto que hizo sonreír al adverso.

— Bien, le diré a Jaebum que tienes fiebre, seguramente querrán venir a verte con Youngjae después del trabajo así que los traeré ¿Nhm?

Mark asintió y habló rápido pues su amigo ya se había levantado de la cama donde estaba sentado— Espera... ¿Puedo hacerte una pregunta?... ¿Crees que... alguien pueda... enamorarse de mi?

— Oh, bebé ¿Otra vez esa pregunta? Eres precioso y tienes una personalidad aún más bonita. Eres compañero, responsable, divertido. ¿Por qué no se enamorarían de ti?

— Está bien, formulé mal la pregunta... ¿Crees que alguien pueda conocerme de verdad y quedarse a mi lado muchos años?

El pelinegro hizo una leve mueca, se estiró hacia adelante y le dejó un sutil beso sobre su frente— El que no te quiera con todo lo que traes, no te merecerá nunca... Eso... eso ya lo sabes, Mark.

G7MS [Markson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora