Capítulo 1

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You were red, and you liked me because I was blue. And you touched me, and suddenly I was a lilac sky. And then, you decided that purple, just wasn't for you.

Everything was blue...

Or Green.

Camila's POV

El mar que bordeaba Nueva Inglaterra era frío. Tan frío que el simple hecho de estar cerca de él te congelaba los dedos de las manos, y tenías la sensación de entrar en hipotermia cuando uno de tus dedos tocaba el agua. Los barcos se movían lentamente en el agua, dejando esos surcos de color en la pintura, y escuchándose el sonido de las campanas de los barcos, que simplemente rozaban y hacían el sonido característico de los muelles. Las gaviotas se unían a ellas, a las campanas, y revoloteaban a nuestro alrededor con ese incesante sonido que caracterizaba un muelle. Gloucester no era un pueblo enorme, pero tampoco tenía mucha población, por lo que el muelle donde llegaba la pesca no se podría llamar ni siquiera puerto.

El frío se calaba por los hilos del jersey hasta clavarse en mi piel, mientras caminaba por las tablas de madera bien asentadas, viendo un vaivén de pescadores subir y bajar de los barcos. Choqué contra uno de ellos y bufé.

-Mira por dónde vas. -Dije de mala gana.

El olor a mar y salitre llegaba a mi nariz, y creía odiarlo. Creía odiar el olor a mar que salía de aquél pueblo, y que me hundía allí como si fuese arrastrada en arenas movedizas.

-Eh, no puedes estar aquí. -Iba mirando al suelo y vi las botas de goma negras de uno de los pescadores. Fui levantando la cabeza hasta mirar a aquél hombre. -Vamos, fuera.

Y tal como me colé en el muelle, salí.

La pequeña lonja estaba detrás de nosotros, y yo no quería irme de allí. Necesitaba despejarme un poco, sentir algo. No quería dejarme llevar de nuevo por la ruptura con Austin, quería de todo menos aquello.

Me deslicé por las piedras llenas de aquél musgo marino, que hacía que las manos se manchasen de verde y resbalaran por las piedras. Así, descendiendo lentamente y con cuidado, llegué hasta la orilla de aquella cala escondida al lado del puerto.

Me despojé de mi ropa, dejando el jersey y los pantalones a un lado. El frío se pegaba a mi piel, y comencé a temblar un poco pero solté un resoplido, intentando así entrar en calor pero nada de eso lo conseguía.

Ni siquiera lo pensé, me tiré al agua y el frío se apoderó de mi cuerpo. Mis músculos se agarrotaron, y casi no podía mover los brazos, pero comencé a nadar. Mi corazón se aceleró al segundo que mi piel tocó el agua casi congelada del atlántico, tan preciosa y cristalina como gélida y brava. Me dolían los ojos aunque los tenía cerrados, y mis piernas se movían para salir al mar. Me faltaba el aire, y la presión en el pecho por el frío y el movimiento era aún mayor. Pero no quería salir, no quería volver a pensar en nada. Y no lo hice, porque perdí la consciencia por aquél frío tan intenso que me dejó en mitad del mar.

Cogí aire y en ese momento comencé a toser, y creía que estaba vomitando pero en realidad estaba expulsando toda el agua que había tragado. Me corrompía la garganta, picaba, y al despertar, me encontré con unos ojos verdes que me miraban atentamente. Tenía la respiración agitada al igual que yo, la camiseta y los pantalones mojados. Su pelo era negro azabache, y las facciones de su cara eran perfectas. El tono pálido de la piel de aquella chica concordaba con el clima de Gloucester, y ella ni siquiera temblaba, pero yo sí. Aquellos ojos verdes no se apartaron de mí, hasta que sus labios se decidieron a hablar por ella.

-Bienvenida de nuevo. -Me dio una sudadera de color negra. -¿Estás bien?

-¿Quién eres? -Pregunté con la voz temblorosa, y me puse la sudadera haciendo una mueca. -Dios, qué asco, huele a pescado. -Fruncí el ceño y aquella chica comenzó a remar con los dos brazos, mirando al frente. -Y sí, estoy bien, gracias.

» green is the warmest color || camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora