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Capítulo 11

Lauren's POV

En la cafetería a la que solíamos ir, sólo estábamos las chicas y yo. Camila a mi lado, un poco más separada de mí, y cogí la taza de café para darle un sorbo.

-¿Cómo fue el entrenamiento el otro día? –Preguntó Ally con su taza entre las manos y las piernas encima del asiento.

-Mmh... No sé. –Dije encogiéndome de hombros, y las tres se giraron hacia mí, incluso Camila.

-Es muy buena. Mucho. –Dijo Normani, y yo negué, dejando la taza en la mesa. –No me digas que no porque te estampo el pie en la boca.

-Podrías ser menos agresiva, gracias. –Dije poniendo una mano en su hombro, y Mani rodó los ojos, provocando mi risa. –El caso es que sí, me gustó el equipo.

-¿Sabes? La chica que gimió en clase fue a verte al entrenamiento. –Dijo Dinah, y moví la taza entre las manos, soltando una pequeña risa.

-¿Sí? Qué bien. –Me chupé el dedo después de haberlo mojado en el batido de Camila, mirándola con una sonrisa.

-¿Lauren? –Levanté la cabeza y pude ver a Sophie, la chica a la que conocí en otra cafetería con las chicas.

-Hey. –Dije alzando la mano y ella se me quedó mirando. Camila me apretaba la rodilla por debajo de la mesa, y Sophie se acercó a nosotras.

-Cuánto tiempo. ¿Todo bien? –Sonreí asintiendo, girando la taza entre mis manos mirándola a ella.

-Genial. ¿Qué tal tú? –Sentía la presión de los dedos de Camila, y la rubia sonreía al escucharme.

-Bien. Hace mucho que no te veo, ¿sigues en el muelle? –Asentí poniendo una mano encima de la de Camila para que se tranquilizase. -¿Qué te parece si quedamos algún día? Me gustó lo de la última vez. –Se encogió de hombros y entreabrí los labios.

-Sí, es que verás... He empezado las clases de nuevo, y además trabajo en el puerto aún más temprano para poder ir al instituto. No puedo repetir curso otra vez, así que... -Me encogí de hombros, rascándome la frente. –Además ahora estoy en el equipo de fútbol. Lo siento.

-No importa, ten una buena tarde. Hasta luego chicas. –Se despidió Sophie con una sonrisa, y la vi salir por la puerta del bar.

-Lauren, ¿qué te pasa? –Dijo Ally con el ceño fruncido, y Normani me dio con el dedo en el hombro.

-Eso, has rechazado ya a dos chicas. No es típico de ti. Deberías salir, conocer a alguien que de verdad te quiera. –Sonreí y me encogí de hombros, dándole un sorbo al café con un suspiro.

-Espera, ¿por qué suspiras? –Ally me señaló, y fruncí el ceño negando.

-Porque el café está caliente. Además, no quiero chicas. Estoy intentando resolver conflictos internos, ya sabes. –Miré a Ally y ella asintió.

-Oye, ¿cómo haces para acostarte con ellas y que luego no se arrepientan? Es decir, se van a acostar con una chica. –Dijo Normani, y yo me encogí de hombros.

-Simplemente les digo... -Carraspeé, y sentí cómo Camila se giraba para mirar mis ojos, y yo observé los suyos con una sonrisa lasciva. –Voy a follarte. Lo digo en serio. En mitad de la noche, me colaré en tu habitación y te follaré. Y te lo chuparé muy lento, y tan bien, que para cuando despiertes estarás a punto de correrte. Y entonces pararé. Y suplicarás por ello, ya lo creo que suplicarás. Y probablemente sea buena y siga, o quizás no. Pero si sigo, las cosas que sentirás, te arruinarán la vida para siempre. –A Ally casi se le cayó el muffin de la mano, Normani y Dinah me miraban con los labios entreabiertos y Camila parpadeó mirándome. –En realidad no les digo eso, pero me pone la frase. –Me encogí de hombros bebiendo de mi café y Camila me dio un golpe en el abdomen.