JEAN:
-esta Noche la pasaras bien- murmure mientras la abrazaba, ella simplemente asentí con la cabeza.
Pasaron varios minutos de estar así y fue cuando las chicas gritaron desde el campamento, ella se sobresaltó y se levanto corriendo para ir hacia ellas, me dejo ahí tirado como si no valiera nada, vaya amiga.
Me levanto y camine hacia los demás, ya era hora de salir y convivir, me alegro de que Keyla nos halla "invitado", me llevo bien con aquellos chicos, aunque empiezo con mis sospechas sobre Mike, hice una mueca de solo pensar eso y seguí caminando hasta llegar donde la fogata.
-Jean, Toma- grita Raúl lanzándome una caja pequeña, la observó y dentro hay unas luces de véngala, sonrió y comienzo a repartir algunas de ellas a cada uno.
Laila, ella tiene algo que me hace querer estar con ella, puede ser un poco torpe, pero es misteriosa, y eso, me gusta.
Comienzo a buscar a Laila cerca de la fogata, al no verla me deje caer de culo aun lado de Nick, el me sonrió y me extendió una cerveza, la acepte y comencé a beber.
Mientras todos estaban riendo y bebiendo con música a todo volumen, yo seguía buscando a Laila con la mirada, Nick y Keyla parecían estar peleado, por lo que trate de ignorar eso, Dana estaba jugando con Zara, Mike leía un libro y Raúl intentaba prender más la fogata.
-¿Buscas a Laila?- me pregunta Nick mirando atentamente cada movimiento del fuego.
-Supongo, no le eh dado su véngala- conteste riendo.
-Está en la Combi, ah ido a vestirse- responde poniéndose de pie –Iré a caminar un momento-.
-Gracias- respondí viendo como se alejaba, realmente algo le sucede, y como su amigo quiero ayudarlo, pero somos enemigos cuando trata de Laila, me mordí el labio y me puse de pie, camine directo a la combi, y si, ahí se encontraba Laila, mi instinto masculino pedía que la espiara, pero mi honor rogaba porque esperara a que terminara, lamentablemente quería verla, sin hacer ruido me recargue en uno de los lado de la puerta, mire por el retrovisor, lo tome y lo incline un poco, la vista perfecta...Laila estaba de espaldas, su espalda totalmente desnuda y su cabello negro alborotado, se coloco solamente una camisa corta rayada, mi corazón dio un brinco y no pude evitar imaginar cochinadas, acomode el retrovisor y me aleje un poco para que pareciera que apenas iba llegando, y funciono, Laila salió, me miro y sonrió, camino hacia a mí y me saludo.
Extendí mi mano y le entregue una véngala, sus ojos se iluminaron como las de una niña, ella sonrió y me miro suplicando que le prendiera aquel objeto, no pude negarme y se lo encendí.
-eres como una niña- murmure, ella me miro con los ojos entre abiertos y cerrados y luego salió corriendo, dando vueltas y riendo, la luz de la véngala se movía y jugaba con el viento, su cabello alborotado se le cruzaba en el rostro de ella, Zara, Dana y Mike imitaron las mismas acciones que Laila, los 4 estaban riendo y jugando con aquellas véngalas, pero mis ojos solo tenían la vista en Laila.
Mientras me acercaba, Vi como Mike y Zara soltaban varias Carcajadas, me acerque más y vi a Dana en la espalda de Laila, quien apenas podía estar de pie, Dana tenía sus manos dentro de la blusa de Laila, era una escena un poco atrevida pero divertida.
-Jean!- gritaba Laila mientras se sonrojaba por los movimientos que le hacía Dana, como hombre no quería dejar de ver eso, así que solo sonreí y comencé a reír, no pude aguantar más la risa –Imbécil- grito antes de tropezar y caer de cara a la arena, soltamos varias carcajadas y cuando se levanto tenía sus brazos cruzados tapando sus pechos...Desnudos, ¿¡desnudos?!, Dana se levanto triunfante y comenzó a bailar mientras alzaba la blusa de Laila, Zara se acerco a Dana y le arrebato la blusa para después dársela a Laila.
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Prometelo
Teen FictionSoy Laila, una chica de 17 años. Mi vida se volvió complicada desde el nuevo matrimonio de mi padre. Perdí todo en mi pasado, junto con mi madre. vivo en las montañas, en un pequeño pueblo. Jean, un chico de 18 años. Quien entra a mi curso, con gran...