-Eres una Zorra baja Novios!- gritaba Keyla aventando la ropa de mi maleta –Zorra!-.
Muy bien explico, esta mañana Keyla entro a mi casa de campaña para pedir prestada una falda a Dana, pero al no tenerla comenzó a buscar en mi maleta, de un segundo a otro ella se volvió histérica, me saco de la casa de campaña y comenzó a gritarme de insultos y a lanzar mi ropa, demasiado Infantil.
-Keyla yo no te baje Nada!- conteste tomando mi ropa interior, Dana me ayudaba a recoger mientras que Zara y los demás fueron por mas palos para la fogata, en pocas palabras éramos las únicas tres en el campamento.
-Mentirosa!- grito lanzándome la maleta al rostro, solté un quejido –Te le has declarado! Por tu culpa estamos peleados!- seguía gritando, se acerca a mi comienza a mostrarme sus dedos.
-Vamos Keyla!- conteste enojada –Basta de culparme de tus problemas con Nick- me levante y agarre la maleta para comenzar a guardar mi ropa, Dana comenzó a juntar la que había salido volando por el viento –No me le declare! Y no se dé que hablas!-.
-No te hagas la Que no sabes nada! Si es tu culpa el que Nick siempre te mire a ti antes que nuestra relación!- grito antes de caer en llanto y recargarse en una de las casas, para segundos después caer al suelo, su peso rompió la tela, Maldita Gorda.
-Keyla...- dije mirándola seriamente –¿Acaso no llevas ropa interior...?- pregunte abriendo los ojos de lo sorprendida y del asco, solo llevaba un vestido blanco puesto sin nada abajo, por lo que pude verle lo que no debía verla, ella se sonrojo y me lanzo un zapato que esquive, se levanto sonrojada y corrió hacia la combi.
Nunca pensé que llegaría ver la vagina de otra mujer, un escalofrió recorrió mi cuerpo al recordar la escena.
-Toma- dijo Dana entregándome mi ropa llena de arena e incluso mojada, suspire y la tome con una sonrisa –Gracias- dije gentilmente.
-¿y Keyla?- pregunta Dana mientras acomodamos las cosas de nuestra casa.
-Ha salido corriendo a la combi, y no preguntes porque- conteste haciendo una mueca de asco.
Ella rio y después me miro seriamente, en momentos como estos debería preguntar qué sucede, pero las palabras no salen, trago saliva y la miro de reojo, ella sonríe de lado y alza ambas cejas, oh dios, esa expresión, reí falsamente y Salí de la casa.
-¿Por qué no estás con Nick?- pregunta Dana saliendo detrás mío, me tomo por sorpresa, me quede helada y no pude moverme, ella se paro frente mío y sonrió –o ¿acaso sientes algo por Jean?- pregunta divertida.
¿Sentir algo por él?, no lo creo, maldito pervertido, rodé los ojos y solté una carcajada, Dana me miro confusa -No digas tonterías, Jean, para nada, Nick... el tiene algo que simplemente me encanta, pero lo nuestro no se puede dar- sonreí restándole importancia, aunque por dentro me doliera saber que no podríamos estar juntos por más que lo deseara.
-Me sorprendes- dijo Dana caminando hacia el mar, sentí que debía ir con ella, así que seguí sus pasos –Eres fuerte ¿lo sabes?- pregunta deteniéndose frente al mar –No cualquiera podría aguantar tanto dolor y seguir como si nada pasara con esa persona-.
-No soy fuerte, y no finjo, me duele demasiado, me destroza, pero es la realidad- sonreí –la simple realidad-.
Dana asintió con una sonrisa un poco triste, ¿habré sido dura?.
Cuando estaba por hablar un golpe en mi espalda y un peso hicieron que me fuera de cara hacia la orilla del mar, me estampe y comencé a sentir lamidas por rostro, abro un ojo y Rokie se encuentra encima mío moviendo su cola y lamiéndome, Dana comenzó a reír como loca y detrás se veían Mike y Raúl corriendo hacia mí.
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Prometelo
Novela JuvenilSoy Laila, una chica de 17 años. Mi vida se volvió complicada desde el nuevo matrimonio de mi padre. Perdí todo en mi pasado, junto con mi madre. vivo en las montañas, en un pequeño pueblo. Jean, un chico de 18 años. Quien entra a mi curso, con gran...