Capitulo 8

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Capitulo 8

—Yo-yo te puedo explicar, Manuel.

—¿A sí? porque eso es lo que estoy esperando... aquí...—dice. Aún sigo sin entender lo que quiere decir— en la puerta... de tu casa.

Y digo volviendo a la realidad...

—¡Oh!... si, ¿quiere entrar?—pregunto avergonzada.

—Si, por favor.

Me hago a un lado para que pase a mi cálido hogar.

—Debo decir que no te imagine en un ambiente como este.—Alzo las cejas y me cruzo de brazos— Pero no llegue aquí para saber tus condiciones, vine para que me explicarás de esto.— dice restregando en mi cara una hoja de papel. En el que se ve que le han tomado foto a la búsqueda hecha hace una horas.—¿Para quién trabajas? porque ese cuentico del que le hablabas a Clara de ser "aspirante" se lo creyó, pero yo no soy tan estúpido para saber que estabas allí no solo para ser aspirante, ¡Espía!

—¿¡Que!? ¡No!

—Shh...

—Dígale "shh" a su abuela...

Él pone cara de insultado. Luego aparece un silencio en que se espera que sea interrumpido por mí para darme a explicar. Suelto mis brazos cruzados.

—Verás Manuel. Ayer mi casa fue atacada por tres hombres rusos, y quiero saber quienes eran y por qué saben más que yo de mi propia vida, perdóname por usarte de esa manera. Pero la verdad,—suspiro—quiero saber la verdad, del por qué la muerte de mi madre sigue sin ser descifrada, del por qué ella habría guardado tantos secretos de mi, de mi familia, de todos. Y el hombre ruso me ayudaría a saber más de lo que sé.

Termino de decir. Él solo esta con el ceño fruncido.

—Yo-yo no pensé, que-que...— Dice con su mirada hacia al suelo. No necesito que tengan pena por mi. Después de pensar a lo largo, dirige su mirada hacia mi—¿Qué has encontrado por ahora?

Dudo en responderle. La verdad no se si es de fiar. Mantengo mi mirada fija en él y sus aspectos. Pero insisto. Me detengo en el computador y me siento en la silla, abriendo la ventana de mi búsqueda de hace minutos.

—Trato de encontrar más pero no encuentro nada que me ayude en eso. Es... es como un fantasma, no tengo idea. Lo único que pude descubrir es que los hombres eran rusos.

—Párate.—dice y le doy una mirada confusa—¿Qué? ¿no quieres que te ayude?¡Párate!

Me paro de la silla bruscamente. Él es tan... insoportable. Espero que me sirva de ayuda o lo echo a patadas de mi casa.

—¿Recuerdas algo de aquella noche?

De pronto un flashback de aquella noche me golpea en la cabeza. Solo recuerdo a los dos hombres que estaban en mi habitación. Recuerdo el arma del hombre de negro, y lo que llevaba puesto el hombre de atrás. Además de sus tatuajes que no logre entender en ruso, tenían los mismos zapatos y celulares.

—Re-recuerdo el momento en el que me apuntaba con el arma. Tenían el mismo celular... ¡Y los mismos tatuajes! en ruso, no le tome mucha atención pero creo que me las sé de memoria... y esos músculos.

—¿Cómo eran?—lo miré extrañada. El esta pegado al computador y no me mira. Bueno, si quiere saber...

—Eran muy tonificados. Como una mezcla de James Bond y Brad Pitt, ¿Sabes?

El gira lentamente su cara y me mira—¡No eso no!¡hablo de los tatuajes!

Ruedo ojos y digo:—Eres insoportable sabes...

Me buscan (La chica de los rizos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora