One Week (Jesse Rutherford)

Capítulo 4

La jóven abrió los ojos aquella mañana y se encontró en una posición que no se habría imaginado. Apoyada en el pecho del chico, rodeándole con los brazos y él a ella.

"Buenos días, bonita." Dijo él con una sonrisa. "¿Que tal dormiste?"

Ella se apartó rápidamente de él con cara de confusión.

"Yo... Lo- lo siento." Dijo la chica atropelladamente. No podía entender cómo habían llegado ahí, pero estaba claro que ella había tenido algo que ver.

"Oh pero no te preocupes tonta. Sólo tuve que aguantar tu peso toda la noche, pero te perdono." Dijo con una sonrisa.

Andrea le miró con el ceño fruncido.

"Te odio." Y se fue a otra habitación. O por lo menos lo intentó, ya que él la agarró por detrás y la abrazó.

"Me amas." Le susurró al oído. "Sabes, parecía que estabas bastante a gusto mientras dormías en mis brazos."

Entonces la sujetó por la cintura y ella se giró para estar cara a cara con Jesse.

"Te odio." Dijo mirando sus profundos ojos marrones.

"Me amas."

Y mientras ambos miraban los labios del otro, el jóven se inclinó para por fin juntar sus labios con los de ella, moviéndolos al mismo ritmo, causando un beso dulce y cálido.

Entonces se separaron y se miraron el uno al otro. Ella sonrió y él le correspondió la sonrisa.

***

"Te digo que no pienso entrar a esa." Dijo la chica cruzándose de brazos y parándose en medio de la calle.

"Teníamos un trato, Andrea. Primero elegías tú, ya elegiste y ahora me toca a mi." Dijo agarrándola del brazo.

"Que no te digo. Si de verdad me quieres no me harás esto."

"Oh vamos, ¿me vas a hacer dejarte aquí sola? En Santa Mónica hay violadores por todas partes." La miró a los ojos pero ella no cambió su expresión. "Está bien."

La soltó y se dirigió él solo a su destino.

"Espera." Fue corriendo hacia él, quién sonrió ante el cambio de opinión de la chica. "Veré la que tú quieras."

"¿Ves? No era tan difícil, bonita. Vamos."

Ella puso los ojos en blanco y por fin llegaron al cine.

"¿Cómo dijiste que se llamaba la película?" Preguntó la chica.

"La Horca." Contestó el cantante. "Ya verás que no es para tanto, además estaré a tu lado. Puedes abrazarme si tienes miedo." Dijo con una sonrisa. Ella resopló y él le dio un abrazo.

Compraron las entradas, las palomitas y unos refrescos y entraron en la sala que estaba prácticamente llena. Por suerte habían cogido buenos sitios. Se sentaron y la película empezó.

Poco después de empezar la película, la jóven cerraba los ojos cada dos por tres. Él la veía pasarlo mal, así que decidió poner su mano abierta en el reposabrazos. Ella la miró y puso su mano para entrelazarla con la de él. Y así estuvieron toda la película.

***

Jesse la agarró del brazo mientras ella intentaba zafarse de él.

"No te enfades, por favor." La insistió.

"Te lo advertí Jesse, que odiaba las películas de miedo pero tu cojiste y nos metiste en una. Pues ahora atente a las consecuencias."

"Pero si tampoco ha dado tanto miedo." Dijo riéndose.