Aliento fantasmal {Reactualizando}

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De acuerdo al mundo actual, la humanidad comenzó su tercera etapa evolutiva desde el siglo pasado. Cuando los virus y enfermedades provocaron millones de bajas existenciales en el planeta.

¿la solucion?, mezclar el adn con los de animales poco afectados por estos. Y les funcionó, pero eso, tampoco Evito las crisis sociales que ya se vivían.

La categoría pasó a ser de tres genes: Los Alpas, humanos con el género dominante de animales feroces y líderes, capaces de domesticar a todo aquel que se le tuviera enfrente. Los Beta, personas que seguían teniendo más gen humano en su sangre, aunque pocas veces, sus genes extra podían alterar sus reacciones.

Y por último, Los Omegas, la rama más débil de todos, si bien, sus capacidades de fuerza vareaban, pocas veces sobrevivían al nacimiento, pues su sistema inmunologico no resistía correctamente los genes extra para su evolución, siendo la raza más protegida, pero también más buscada, por el resto de géneros, sobre todo, siendo la principal caza de los alpas ante el embriagador aroma que estos poseían, y su fecundación más avanzada que el resto de humanos.

Para proteger a estos últimos seres, hasta una edad recomendable, se les asigna a tener una muestra de sus géneros definitivos, siendo la primera cuando se encuentran cursando la adolescencia, y la segunda, cuando son adultos...

— soy beta —.

Hablo un joven tímido, mientras extendía la carta de aquel sobre color azul, resultado de su prueba inicial para la verificación de su sexo. Sus padres, no dudado mucho y lo abrazados con todo el amor que podían otorgarle, podían sentirse más tranquilos ahora, su hijo no correría ningún peligro en el exterior, y ya podían descansar más tranquilos. La casa, su santuario de amor y locuras, se transformó en un jardín propio de aromas, mezclando el aroma florar de su madre, una omega, con el aroma a hiervas de su padre, un alpa, mientras que, de fondo, una bermeja miraba con cierta inseguridad a sus padres.

— basta, inundarán la casa con aroma, van asfixiar a danny si continuan así —.

Levanto la voz de una manera dominante, Jazzmine, la hija mayor del matrimonio fenton, quien a comparación de sus cariñosos, y locos padres, ella si veía por el bienestar de su hermano pequeño.

— esta bien, no me afecta en lo absoluto —.

Respondió el joven de la familia, quien seguía con la carta en mano.

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Una vez en la escuela, se cómodo con sus compañeros en la mesa de siempre, a lado del basurero, como los buenos apartados que eran.

— mis padres me regalaron una nueva PDA por mi tes, ¿pueden creerlo? —.

Fue Tucker quien inició la conversación matutina del almuerzo, llevando su, dudoso, alimento del comedor escolar hacia la boca, no sabía si se trataba de macarrones con queso, oh era pegamento industrial lo que tenía en el plato.

— Vaya, es de sorprender —.

Hablo sin interés la chica del grupo, Samantha, la clásica chica gótica del salón con padres millonarios, sarcástica y feminista, como solo ella podía ser.

— al menos te dieron algo Tuck, a mi solo me abrazaron —.

Contesto Danny, el clásico chico sin intereses en particular, más que en la astronomía, pero nisiquiera sus amigos sabían de eso.