Aliento fantasmal {Reactualizando}

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Las semanas pasaron, y con ellos, los recuerdos de lo sucedido. No quería darle vueltas al asunto. si no lo recordaba, era porque no paso, y era la prueba suficiente, ¿verdad?. Lo pensó, pero seguía sin dudando, y el parche de su brazo, indicando que hubo una jeringa ahí, le hacia preguntarse más cosas de las que apenas tenía respuestas.

¿La Familia Fenton? —. Pregunto un hombre en la puerta, encargado de la correspondencia, frente la omega de la casa, sosteniendo algunas cajas grandes con su dirección. Algo nuevo sabiendo que los Fenton apenas podían cosas distintas a los materiales para sus armas.

Madeleine los recibió, y comenzó a repartir entre la familia, uno por uno y con cuidado; a Jack le llegó un paquete, con un aproximado de ciento cincuenta piezas, de la herramienta más cara en el país. A Jasmine le llego una saga completa de libros, tal vez una saga de novelas, oh algunos libros de investigación, firmados por el autor y en su idioma original, así que imaginarán la alegría que tenía al recibirlos. Maddie recibió ropa de marca, algo elegante pero a gusto de ella. Y por último Daniel, quien no recibió nada extravagante, solo un frasco con golosinas apenas contadas, gomitas para ser exactos. Era un pequeño frasco con diez piezas, y una nota con indicaciones, "comer entre la semana".

Vaya, que caballeroso es el tío Vlad —.

Comento con sarcasmo Jazz, observando las golosinas de su hermano, quien fuera de enojarse, se las arrebato a su hermana.

Pero son mías —. Exclamo infantilmente el azabache, mientras se guardaba las golosinas dentro de su camisa, y escapaba lentamente hacia su habitación.

Vamos, dame una —. Protesto la mayor, yendo detrás de el con la misma interacción traviesa. Al final, siendo consentida por su hermano, am regalarle solo una.

Desde aquella mala experiencia, comenzó a investigar un poco acerca de los omegas, buscando encajar sus cambios con alguno de los síntomas de acorde a su como se presentaban. tenía más intriga por conocer sus "caracteres", y cambio su clase de beta, con la excusa de que deseaba comprender, y ayudar a los omegas cuando lo necesitará. Fue una estrategia sabía, nadie se daría cuenta de eso, incluso sus amigos se alegraron con el gesto, después de todo, era parte de Daniel el querer buscar nuevas rutas, al menos temporalmente.

El viaje realmente te cambió Danny. Solo espero que no hayas olvidado los cinco dólares que te preste —. Murmuró Tucker, quien volvía compartir sus papas fritas con el azabache, después de que Dash le quitara el poco dinero que llevaba, algo rutinario que ya ni siquiera se preocupaban de ello.

Para nada, solo que, comencé a sentir intriga por, ellos, ¿sabes?, son gente bastante... bueno, gente —. Se excuso, desviando la atención del tema, pero manteniendo esas palabras en su mente aún. Sabía que algo en el ya no era normal, sus poderes fantasmales eran una cosa, pero presentía que, algo, más se escondía en todo esto, y quizá ya sabia la respuesta, pero entre mas los negara, menos encontraría su respuesta.

"Un beta no tiene aroma. Tal vez no lo veas, pero los exteriores, lo harán". ¿a que se refería con eso?. ¿Solo era su aroma?, ¿oh también estaba cambiando de cuerpo?. Era evidente que, necesitaba conocerse más a su mismo. Pero, ¿Cuándo?, estaba ocupado, con la escuela, las tareas, el cazar fantasmas, todo estaba en su contra y eso era lo que mas le impedía avanzar con su investigación propia.

¿Estás bien? —. Pregunto Sam, haciéndolo volver a la realidad.

S-si, solo, pensaba en los, exámenes de la próxima semana. ¿Por qué los adelantaron? —. Hablo, tratando de darle menos importancia a sus pensamientos ahora.

No lo sé, tal vez porque, "Alguien", sigue insistiendo en dejar los jueves de ensalada — protesto Tucker, enojado, mientras comía su sándwich de atún con mayonesa, y tocino extra.