¿Cómo olvidarla?

Helena

Estaba caminando por los pasillos de la escuela, en busca de Helena, la única amiga que tengo. Noté algo extraño, no habían personas en ningún lugar, busqué por los salones, la cafetería, la cancha, no había nadie. Me puse un poco nervioso... El cielo comenzó a tomar un tono anaranjado señal de que ya se hacía tarde, fue muy rápido.
Al ver la puerta de donde iba a salir logré ver a una chica, supuse que era Helena y me acerqué más.
¡Sí es ella!
-¿En dónde se habrán metido todos?
-Aquí sólo existimos tú y yo- dijo ella.
- ¿De qué hablas? ¿Por qué no hay nadie en la escuela?
-Estás equivocado, en la escuela están todos, sólo que no puedes verlos, porque ya no existes.
En eso, escuché ruidos de hombres y mujeres platicando, sonidos de sillas moviéndose, sentí que alguien pasó a un lado mío, parecían estar ahí, pero afirmativamente no los podía ver...
¿Por qué nos pasa esto? ¿Estamos muertos?
-No, lo que pasa es que núnca te conocieron, nadie te habla porque tú no les hablaste, quisiste ser un don nadie y he aquí, se cumplió tú deseo.
-Entonces, tú también quisiste serlo, tampoco le hablaste a nadie, no tuviste amigos.
-Yo viví con un sólo amigo, tú, Richard.
... Es cierto, entonces no podemos desaparecer, somos amigos, no estamos sólos. ¡Juntos podemos vivir en este mundo!
-así será. Ahora tienes que despertar.

Que sueño tan más extraño, la verdad es que no lo hubiese recordado si no tuviera un libro de los sueños. Que mal, aún me duele la cabeza por aquellos golpes.
Alistándome para ir a la escuela noté que habían mensajes en la contestadora, pero decidí no leerlos, mi padre, quien me habló antes de que saliera de la casa, se acercó a mi y me dio un caluroso abrazo, seguido de las palabras "perdón hijo por no estar ayer en la tarde, estaba atendiendo unos asuntos y me tardé más de lo normal, te prometo que desde ahora te pondré más atención, es más, te traje un regalo, es una copia de la llave para que en caso de que no esté, tú puedas abrir la puerta de la casa. Bueno, se te está haciendo tarde, ve a la escuela ¡Échale ganas!"
Wow, nunca había visto a mi papá tan sentimental... Se sintió muy bien.
El cielo no está nublado, es un día agradable, desperté con ganas de ir a la escuela. Empezamos bien, hasta me asusta.
Llegando a la escuela me fui al salón, me senté en la silla de siempre y me quedé esperando a que llegara Helena... En eso recordé aquel sueño y decidí hablarle a un compañero que estaba a mi lado:
-Hola, mi nombre es Ricardo, pero prefiero que me digan Richard jajaja.
-Lo sé, te he visto muchas veces en el receso y aquí, solo que casi no hablas mucho jajaja Mi nombre es Gerardo pero prefiero que me digan Gerard.
-jajaja sí, la mayor parte del receso la paso con mi mejor amiga Helena, la chica que vino hace unas semanas.
-Ammm.. No recuerdo que haya entrado una nueva en este año, además es ilógico que una chica haya entrado hace unas semanas jajaja.
-Lo sé, yo tampoco lo creí al principio pero así fue jajaja.
-Amm... Viejo, siempre que te veo te encuentro sólo, haciendo cosas raras y platicando con las paredes jaja no te ofendas.
-¿De qué hablas? Se que Helena no es muy social pero no es para tanto. Además, ella va en este salón. ¿No me digas que nunca la viste? Ella siempre se sentaba en la silla de atrás.
-Esa silla quedó de sobra, en este salón hay 40 alumnos pero nos trajeron 41 por accidente, mira, ¿Esperas que alguien se siente en esa silla polvosa? Además no tiene buena ergonomía, está chueca jajaja. Oh, el profesor ya entró, me gustó hablar contigo, me alegraste el día jajaja.
-Pe-pero ¿Cómo?...
Para mi suerte, Helena no llegó. En el receso le fui preguntando a personas sobre en dónde estaba la chica con la que siempre caminaba... Muchas personas me respondieron que siempre estuve sólo... Las señoras de la cafetería, el maestro de Educación Física, la mayoría de los profesores... Pero aún falta gente, no descansaré hasta que alguien me diga que vio a Helena. No sé si esto se trata de una broma muy pesada pero ¡Quiero que se termine ya!