Capitulo 6 (3/3)

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Sigue narrando Audrey

-Necesito hablar contigo.-me volteé y estaba María.

-Está bien, pero tienes un minu...-no pude terminar porque una mano me tapó la boca, luego, no sé como, me taparon los ojos con una pañoleta y sentí como era arrastrada a no sé donde.

Escuché una puerta abrirse, me empujaron, caí en lo que supongo era una silla y me amararon los brazos detrás de ella, aún tenía los ojos vendados y me pusieron otra pañoleta pero en la boca.

La puerta se cerró y me dejaron ahí sola.

-Estoy jodida.-pensé.

Me empezó a dar sueño, hasta que no aguanté más y me dormí.

(...)

Abrí los ojos aunque no podía ver nada, seguía en las mismas condiciones, amarrada a una silla, con la boca tapada y los ojos vendados.

Empecé a moverme pero no sirvió de nada, mas bien parecía un pez fuera del agua.

-Okay, cálmate, respira y piensa en algo para salir de aquí.-opinó mi consciencia.

Comencé a pensar en como rayos podía salir.

No me había dado de cuenta que no tenía las piernas amarradas, logre ponerme de pie y empecé a patear la puerta para ver si alguien me escuchaba.

-¿Hay alguien ahí?-preguntaron del otro lado.

Pateé la puerta más fuerte en forma de respuesta.

-Vengo enseguida, iré a buscar a alguien para abrir la puerta.

Me calmé un poco y esperé a que llegaran.

Escuché pasos acelerados, el sonido de unas llaves, y la puerta abrirse.

-¡Oh por Dios!-comentó la misma voz de hace rato.

-Déjame ayudarte.-dijo y sentí como desamarraba la pañoleta de mis ojos.

Parpadeé un par de veces y levanté la mirada. Era una mujer, tenía el cabello lacio, largo y color negro, los ojos de color azul y delineados, expansiones en las orejas y un collar con una estrella invertida.

-¿Te encuentras bien?-preguntó mirándome preocupada.

-Si estoy bien,¿me ayudas?-pregunté refiriéndome a mis brazos, que estaban amarrados a la silla.

-Oh, claro.-me dedico una sonrisa-Listo.-dijo terminando de desatarme.

-Gracias.-sonreí nerviosa.

-Me llamo Carolyn.-dijo extendiendo su mano.

-Yo soy...-no sabía si decirle mi nombre, digo es una extraña, aunque me ayudó pero sigue siendo una extraña.-...Bridgit.-¿no se me podía ocurrir un nombre peor?

-Bueno Bridgit, me tengo que ir.-asentí-Fue un gusto conocerte.

-Igualmente, y gracias nuevamente.-sonreí.

-No hay de que.-dijo y se fue.

Miré la pantalla de mi celular para ver la hora, y las clases se habían terminado hace 41 minutos.

Me dirigí hacia mi casa antes de que mi mamá se preocupara más.

Narra María

-Necesito hablar contigo.-ella volteó a verme. Sentí que alguien tocaba mi brazo así que me giré buscando a la persona que me había tocado.

-Está bien, pero tienes un minu...-no terminó de hablar, me di la vuelta y Audrey ya no estaba.

Me preocupé. De seguro Sandra tiene algo que ver en esto.

 James Dean and Audrey HepburnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora