James Dean and Audrey Hepburn

Capitulo 1

Hola, mi nombre es Audrey Hepburn. Tengo el cabello castaño con rayitos rubios, mi piel es blanca casi como un vampiro, mis ojos son color verde grisáceos y tengo 17 años. Desde siempre he estado enamorada del mismo chico, su nombre es James Dean. Su cabello es color castaño, sus ojos son azules verdosos y su piel es blanca.

El es el típico chico popular y deportista, del cual todas están enamoradas.

Yo soy la típica chica nerd, la que tiene frenos (bracers o brackets) y usa unos espejuelos gigantes, de la que nadie se fija.

Me gusta desde pre-escolar, pero nunca se ha fijado en mi y sé que nunca lo hará.

Hoy es mi primer día de mi último año en preparatoria. Como siempre me levanté emocionada, es obvio, amo la escuela. En esta ciudad hubo un cambio en el sistema educativo y los de ultimo año tendrían que cambiar de preparatoria, eran tres pero cerraron a la cuál James y yo asistíamos, espero que él no esté en la misma que yo.

No quisiera tener que verlo todos los días. Me ha dolido el corazón todos estos años, porque sé que no se va a fijar en mi. Ya es tiempo de olvidarlo,
ya me decidí a olvidarlo.

Entré al baño de mi habitación y me duché. Salí con la toalla enredada en mi cuerpo y busqué la ropa que me iba a poner. Me puse mis espejuelos, una camisa blanca de tela fina con un abrigo crema por encima, una falda a cuadros hasta la rodilla y unos zapatos negros. Me hice una coleta baja y me puse un lazo color rosa pastel.

Tomé mi mochila y baje las escaleras hasta llegar a la sala de estar.

-Buenos días querida.- dijo mi mamá desde la cocina.

-Buenos días mamá .- fui hasta ella para saludarla y tomar mi desayuno.

(...)

-Suerte hija.- me abrazó y me dio un beso en la mejilla.

-Adiós .- dije saliendo de la casa y despidiéndome con la mano.

La preparatoria no quedaba tan lejos de mi casa, así que decidí caminar en vez de tomar el autobús.

No muy a lo lejos pude ver la preparatoria, así que apresure mi paso para no llegar tarde.

Ya frente de la preparatoria, entré por el portón y me dirigí hacia la oficina principal para ver en que salón me tocaba. En esta preparatoria habían solamente tres grupos de último año, supongo que la mayoría están en la otra preparatoria. Miré las listas, yo estaba en el grupo número uno. Decidí leer un poco la lista para ver si me había tocado con mis compañeros anteriores, me había tocado con casi todos, pues no leí el nombre de James. Me faltaba un nombre por leer, pero la campana me interrumpió. Me puse en marcha hacia mi salón correspondiente, cuando, choqué con alguien.

- Lo...lo sien-siento- tartamudeé y me fui corriendo hacia el salón de clases.

Por suerte llegué temprano, para ser más precisa yo era la única que había en el salón.

Al par de segundos entró Sandra con las otras dos porristas. Ellas me han molestado toda mi vida por mi apariencia, por mis espejuelos, por los frenos y porque visto parecido a una abuelita. Nunca me importó lo que ellas me dijeran, claro que hubo un tiempo en el que me dolieron sus ofensas, luego me di cuenta que ellas no iban a cambiar. Me mantengo con la autoestima en alto, no voy a dejar que ellas me pisoteen con sus insultos.

-Hola, nerda.-su voz chilló en mis oídos.

Sandra.

Cuando éramos pequeñas fuimos amigas hasta cuarto grado, fue cuando tuve que usar espejuelos y me pusieron frenos. Ella es tan vacía, no piensa en los demás. Solo le importa ella y la opinión de las personas populares.