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UNION, CUERPO Y ALMA

Hoy era el día más importante de mi vida, al menos hasta el momento. Todas en algún momento de su vida piensan el día de su boda. Sé que suena a cliché pero todas en algún momento de su vida crean en su mente ese día tan especial.

Siempre imaginamos que un príncipe azul va a venir por nosotros. Ese príncipe azul estaría montado en un caballo. Me encantan los caballos es por eso que lo imaginé blanco. Ese gran y fuerte príncipe azul guapo como ningún otro nos miran con gran amor con una pasión tan grande que raya en la locura. Generalmente siempre es alguien que acabamos de conocer cómo en esos cuentos donde la princesa acabo de conocer a su príncipe azul y éste la lleva en su caballo a vivir juntos para siempre.

Pero esto es la realidad yo estoy haciendo cumplir vivir con esa persona que amo. Siempre dicen que hay que ser innovadora, que la mujer de hoy no necesariamente tienen que casarse. Y yo pensaba lo mismo hasta que Harry, ese hombre tan dulce y cariñoso qué has estado conmigo estos cinco años, me pidió matrimonio.

No puedo negarle temas que nerviosa, madre ha estado conmigo desde que comenzaron a arreglarme para mi boda. Incluso retorcida mente pensar que Harry estaba fugándose.

Es por eso que mi madre decidió llamarlo para calmar mis nervios y la verdad que lo necesitaba.

- Hola amor ¿estás bien? tu madre me dijo que estabas nerviosa - su voz llegó a calmarme un poco.

- Mmm.. si, yo... Harry, me estoy muriendo de los nervios - mi voz tembló.

- No tienes porqué, cielo. Sólo tienes que decir que si, no es algo tan difícil ¿cierto?

- No ¿pero y si las cosas salen mal? ¿Si alguien se levanta cuando el padre diga lo de hable ahora o calle para siempre? - Escuché como Harry rió los lado de la línea. Bien estoy siendo un poco paranoica.

- Vamos bebé, eso no va pasar - suspire - esto sólo sucede en las novelas -

- De acuerdo, ya lo sé estoy siendo una loca. Pero es que no puedo evitarlo, quiero que todo salga a la perfección este día. Quiero que cuando le cuente a mis hijos sobre esto sea una anécdota digna de contar, quiero servirle a mi hija de inspiración tal y como mi mamá fue la mía - me senté en la cama que estaba en la habitación, tratando de tranquilizar mi respiración.

- Y lo eras mi amor pero necesitas tranquilizarte - podía escuchar ese tono divertido en su voz - o de lo contrario mi novia tendrá que ir al hospital por un ataque de nervios y no habrá boda.

- Supongo que tienes razón tengo que tranquilizarme - No olvides que te amo y que eres lo mejor que me ha pasado.

- También te amo mi amor, te espero en el altar - con esas últimas palabras de su parte colgué el teléfono.

Media hora después, estaba por fin uniendo mi vida a la del hombre que había escogido como compañero de vida.

-

- Bájame tonto - no podía parar de reír. Harry se había empeñado en cargarme tal y como llama la tradición a nuestra pequeña casa en la playa. Anteriormente le había dicho a Anne, su madre cuanto me encantaría una casa en la playa y ello lo recordó hasta ahora, se lo dijo a su esposo y como regalo de bodas nos la regalaron.

Él muy tonto dio un mal pasó y nos caímos, yo arriba de él. Pasaba que Harry no era muy bueno tomando y era peor si no había probado ningún bocado. Ahora él estaba medio tomado y yo me divertía cada que él se ponía de esa manera. Parecía un niño, tan jovial e inocente. Aunque de esto último no tenía nada. Me mordí el labio ante el pensamiento.

Harry S. | OneShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora