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APRENDIZ

Pensé en seguir con esto, lo pensé mucho muy seriamente. Solo que ¿qué caso tiene? Las consecuencias las sé, pero la tentación es muy grande.

–No entiendo Lilith, ya ganaste ¿Por que no reclamas tu premio de forma segura y para siempre?

–Ya te lo dije, Noah. No es algo justo para él. Solo míralo. –lo apunté con la mirada. El se encontraba cuatro mesas frente a nosotros en la cafetería del pueblo. Con sus lentes y laptop acompañado de sus amigos. Sí, usaba lentes y tenía un ligero aspecto de nerd, lo era, pero también era guapísimo. 

Marcel Styles, el chico que conocí cuando llegué al pueblo. No fue la primera persona con la que hablé ni mucho menos. Digamos que no nos movemos por los mismos lugares y no por elección.

Mientras que Marcel era de un estatus promedio, yo era hija de un maestro importante de la escuela. Una leyenda por así decirlo. No era famoso entre la adolescencia, pero si en el mundo adulto y académico. Así que tenía que ser una señorita, no meterme en problemas y ser la mejor de la clase además de juntarme con gente de dinero por la posición de mi padre. 

Por ende no debía, no podía, estaba estrictamente prohibido mirar al aprendiz de mi padre como algo más que eso. Pero no pude. 

Cuando lo conocí se portó amable conmigo, no era el señor sonrisas, pero fue cordial. Hasta el día en que empecé a coquetear y el me retó. Fue un momento de furia diría yo, casi siempre es tímido, callado. Contrasta con su belleza masculina.

Sus palabras exactas fueron: "Tienes 19 y yo 25. Eres demasiado chica para mi gusto así que te apuesto lo que quieras a que no podrías hacer que me interesará en ti aun que lo intentaras". Y caí en la trampa. ¿El único problema? Papá.

Después de mi coqueteo absurdo y el reto que él me puso empecé a verlo más seguido a escondidas de mi padre. A pesar de que quería seguir en esto con Marcel no quería perjudicarlo con mi padre. Así que tuve demasiado cuidado en eso.

Y ahora que he ganado, que Marcel es mío, no puedo reclamarlo, porque mi padre no lo aprobaría. 

–Yo pienso que simplemente tienen que hablar con tu padre. Digo, son prácticamente novios ahora ¿no?

–No lo sé, el no me lo ha pedido – muerdo mi labio inferior al momento en que Marcel pone sus ojos en mi y guiña su ojo. Sabe lo que eso me hace y disimulo mi sonrisa. Río cuando veo a Noah girar sus ojos en señal de fastidio – además esta eso mismo, no sé si sea algo lo bastante serio como para despertar la furia de Bruno Harrison.

–Lilith no puedes estar hablando en serio. Se le nota en los ojos lo enamorado que ya esta de ti, solo míralo en estos momentos no puede dejar de verte. 

Volteo algo disimuladamente y sonrío cuando noto que es verdad, mi Marcel no deja de verme. Volteo de nuevo a Noah y siento mi celular vibrar, un mensaje.

Nos vemos en mi departamento hoy a las cinco, cariño.

No respondo, no hay necesidad. Sabe que iré de todos modos.

–No hay remedio para ustedes dos – golpeó a Noah de forma juguetona por su comentario.

Esa tarde fui a su apartamento como el lo dijo después de la Universidad. Llevaba un vestido casual. Sé que a Marcel le encantan.

Harry S. | OneShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora