Un lugar para ser feliz.
Sigo adentrandome sin importarme nada, si me pierdo sería mejor, me volvería como una Jane de la selva (que tonta soy aveces) estoy furiosa, pero no lloraré, Samantha cree que me va a dominar, que yo seré un corderito, pero, ¡joder! Me a declarado la guerra, le haré pagar el sufrimiento y humillaciones que viví.
Me tiro al suelo en medio del bosque, o donde sea que me encuentre.
-¡Los odio a todos maldición! - con un nudo en la garganta le grite a la nada, o a la nada que yo creía.
-¿Por qué ensucias con groserias mi santuario? -preguntó un chico que tapaba el sol.
-A ti que te importa, ni que fueras el dueño de este pedazo de tierra y además, ¿qué haces de chismoso escuchando las conversaciones ajenas?
-De hecho, yo estaba aquí primero y por estar con tus improperios no te haz dado cuenta que estaba aquí. -dice sentandose a un lado. -soy Simón.- Sonrie picaramente al final.
-Ya lo sé, me dejaste caer ayer y creo que me salió un morado. -Digo riendome.
-Tienes una risa encantadora -comentó Simón, e inmediatamente dejé de hacerlo.
-El recuerdo me da gracia. -Respondo cortante. -¿por qué te ocultas aquí?
-Lo mismo quisiera saber yo, ¿Qué haces aquí?, ¿Cómo encontraste este lugar?.
-¡Pues caminando tonto!
-¿En serio? ¡WOW! Ahora lo sé todo en el mundo creo que puedo morir en paz. -responde Simón con esa linda sonrisa de nuevo.
-Me peleé con Samantha y tenía que salir de esa casa.
-Este es como mi santuario, puede ser el tuyo si no vas a estar soltando palabrotas a cada dos por tres.
-Al cabo que ni me importa. -Digo algo irritada.
-¡Claro que te importa! Y ... ¿por qué estás a la defensiva?, desde ayer tienes una "espada" frente a tí.
-Nunca he sido diferente. ¿Cuándo llegaste tú a vivir aquí?
-Hace cuatro años, uno nunca se acostumbra, por eso necesito salir de la iglesia y de mi padre, para mantener la calma.
Nunca pensé que el chico también tuviera problemas, todos parecen tan pacíficos en este pueblo. Hubo un silencio sepulcral, no sabía qué decir.
-¿Cuándo comienzas la escuela?, -pregunto, no me gusta hablar de la familia porque tendría que hablar de la mía y...
-Mañana, aquí la única que ha cambiado los acontecimientos haz sido tú, todos seguimos con nuestras clases normalmente.-Dice mirando hacia el cielo como si estuviera fuera de este mundo.
-Supongo que todos estamos en las mismas clases.
-Si, todos los de la comunidad viajamos al pueblo más cercano, donde te dejó el autobús, ahí está la escuela, la compartimos.
-¿Cómo así que la "comparten"? -digo moviendo los dedos como signo de comillas.
-Si, esa escuela fué fundada por la iglesia cuando llegamos y mi padre dice que es bueno que todos compartamos.
-¡Que aburrido es todo, no ahí nada de diversion por aquí!
-Supongo que por eso busco un lugar de calma, para no enloquecer, y si caminas veinte minutos más abajo, encontrarás un lago, es espectacular.
-Supongo que todos necesitan un lugar para ser feliz. -Digo perdiendome en mis pensamientos.
Me levanto y me devuelvo por donde vine, no veo necesidad de despedirme de Simón, al fin y al cabo vive al lado de la casa de la bruja, así que, me voy.
Cuando llego a la casa, todo vuelve a estar en silencio, voy a la cocina porque tengo mucha hambre y veo alli a Nora comiéndose una salchicha.
-¡Pillada!. -Grité haciéndola saltar del susto y guarda la salchicha en el delantal.- ¡Dame, no seas mala! Aquí pueden morir de hambre pero yo no.- Le digo haciendole mofas.
-Señorita, por favor no le diga nada a su madre, a ella no le gusta que se consuma carne en su casa. -dice la pobre algo asustada.
-Tal vez, lo pensaré si todos los días consigues unas salchichas para mi. No quiero morir de hambre. -Digo acercándome y buscando en su delantal la salchicha.- puedes comer conmigo, yo no soy refinada, soy mitad callejera. -Digo riéndome y comiendo salchicha.
-No se refiera así a usted misma.
-He dicho, tranquila ¿Qué haces de comer? ¡Tengo mucha hambre!
-Tines que esperar a que llegue tu madre para servir el almuerzo.
-Tranquuila, dame a mí de comer que yo voy a ocuparme de mis cosas.
-Bueno señorita.
-Y puedes decirme Blacke, sin tanto formalismo.
-Oh jovencita, no estoy acostumbrada a hablar con nadie, la señora solo me da ordenes. -Dice poniéndome un plato de comida en la mesa.
-Ya sabes, yo no me quejo por hablar con personas normales, me voy a hacer mis cosas, nos vemos más tarde. -Recojo mi plato de comida y subo a mi habitación, al abrirla me doy cuenta de una hoja en el suelo, dejo la comida en la mesita de noche y recojo el trozo de papel.
REGLAS PARA SEGUIR.
Como bien sabes, no puedes ser una vaga, asi que estas son las reglas de la casa y lo que debes hacer a diario, si no estas deacuerdo comentamelo.
- La hora de levantarse es a las 5, para que llegues a tiempo a la escuela que comienza a las 7.
¿Tan temprano?-Hacer tus actividades escolares.
Supongo.-Al salir del insituto ir directo a la casa con todos los jovenes.
Ni sueñes.-Ir a la iglesia.
Después de todo la bruja tiene sentido del humor.-Vestirse decentemente.
Eso no va a suceder-No salir de la casa.
No voy a ser una esclava.-No comer en las habitaciones, ni antes de que llegue a la casa para servir la comida en familia.
Yo no tengo familia.-No volver a faltarle el respeto a nadie.
Si no me lo faltan a mi yo tampoco a ellos.-no salir corriendo y menos sin permiso.
Eso no es de tu incumbencia, me tratas mal y quieres que me quede a verte la cara. ILUSA- dije en voz alta.-El aseo y la comida lo hace Nora, así que solo debes pasar el tiempo estudiando.
¡Como no! Quiere tratarlos a todos como si esto fuera ajedrez. Solo dando ordenes de ella, ¡pues no!Respondo por ir al instituto y hacer mis deberes, el resto ya es dudoso. No le daré el gusto en todo, ya verás Sammy.
Ya veremos en El instituto quién quiere crear problemas.
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Black And White
Teen Fiction¿Bueno o malo? ¿blanco o negro? ¿Por qué todos lo describen así? ¿Bueno blanco, malo negro? ¿Qué soy yo? ¿Buena o mala? Tan solo tengo 16 y un mundo de problemas... Mi padre murió y me mandan a vivir con la loca psicópata de mi madre, que es una re...