Capitulo 6

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El instituto.

Demonios, no sirvo para madrugar, ¡NO ES, NI SERÁ JAMÁS LO MIO!, ayer fui a la cama temprano, después de comer pase toda la tarde acostada y escuchando música, no salí hasta la cena y de nuevo me largué sin dirigirles palabra alguna.

Lunes...

Que aburrido es el lunes, es comenzar una semana que ya quiero que termine, empaco en mi mochila los libros y ya estoy lista, o eso creo, como es habitual... una camisa negra, jeans negros y mis converse.

Bajo a la sala a las 5:40 am, Nora me ha servido té y tostadas, la miro con cara de tristeza pero ella sonríe dándome ánimos. Pero esos ánimos se opacan cuando veo que la señora Samantha está esperando a que termine para llevarme al autobús.

-Me tengo que asegurar que si vayas al instituto y no a otro lugar, -dijo con cara firme y mirada penetrante, por un momento pensé que estaba viendo a través de mí - así que voy a acompañarte a tomar el bus todos los días.

-Bien por ti- le respondo escuetamente a Samantha mientras caminamos -no me interesa si confías en mi o no, lo que si te digo es que tus "reglas" son absurdas y me niego a seguirlas.

-¡Lo harás!- dijo enfadada, modo asesina encendido.

-Pues... obligame.- Le digo sonriendo mientras me subo al autobús.

Me siento en la mitad al lado de la ventana, no hace calor, en la "madrugada" es relativamente fresco. Todos se visten muy anticuados, vestidos largos, camisas largas y pantalones, todo largo, me siento en un juego donde el que más se tape gana, creo que voy perdiendo. Al parecer la única novedad de este lugar soy yo, al menos se distraen de sus vidas aburridas pensando en mí.

-Buen dia Herm... -Se traba, de nuevo... - Digo Blacke, -levanto la cabeza, es Sophie.

-¿No tienes amigos? Ve y fastidialos a ellos.- Algunas veces creo que soy muy egocentrica.

-No hay mas puestos, Simón se fue con David que va hacia la universidad, él puede dejarlo en el instituto de paso, además a mi me gusta venir en autobús.

-A mi no, todos me miran como si fuera una marciana.

-Solo es mientras se acostumbran, muchos solo te están conociendo hoy, casi todos habían escuchado hablar de la hija de Samantha, es muy respetada aquí.

Mientras la extraterrestre que estaba sentada a mi lado hablaba, se subió al autobús Melody, "el ángel", se sentó frente a nosotras, como era de esperar Sophie la saludo y empezó a establecer una conversación en la cual me desinterese en el mismo instante en que abrió la boca.

Estaba somnolienta, débil, caminaba por inercia u otra ley de física que hable de cuando estás en cuerpo pero no en mente ni alma. Al darme cuenta estaba soñando, o más bien, recordando todo lo que había tenido que pasar hasta ese momento, ahí en el autobús, rodeada de mucha gente pero en realidad... estaba sola.

-¡Blacke!...¡BLACKE!. Despierta que ya casi llegamos.

-Y a mí qué me importa, ni que fuéramos a Narnia.- En ese momento el ángel soltó una insoportable risa,-¿y tu de qué te ríes? Madura.

Melody agachó la cabeza y susurro un "nada" apenas audible, me volví a girar hacia la ventana y aquí estábamos, en la mini ciudad del pueblucho donde estaba abandonada. Ví el pequeño centro comercial, pasamos por la universidad y poco después ya habíamos llegado al instituto. Era común, una estructura de dos plantas, paredes, columnas, nada que merezca mi atención.

Bajé del autobús y me dirigí a la rectoría, que estaba estratégicamente (y a mi suerte) cerca de la entrada, allí me recibió la secretaria, una mujer de mediana edad con una sonrisa muy forzada, me dijo que pasara inmediatamente que el director me estaba esperando, y vaya mi sorpresa al ver al director, muero, me imaginé a un viejo loco, gordo y morboso, pero no... Tiene el cabello negro y ojos grises, está en los comienzos de sus treinta y con una mirada alegre me saluda;

-Señorita Helena, -dice levantándose de su silla y tendiéndome la mano, la estrecho y sonrío,- soy el director Parker.

-Helena, a secas- respondo en tono bobalicón, el director Parker intenta retirar su mano y al percatarse de que no la suelto esboza una picara sonrisa- Oh, lo siento.

-Tranquila, este es tu horario de clases, aquí todos tienen un aula, los profesores son los que rotan y van a buscarlos, así que no es necesario que salga del aula hasta sus horas de descanso, ¿entendido?

-Clarísimo (Que buenorro está y que tonta soné)

-Si no es mas, puede retirarse.

-¿y donde están las aulas?

-La secretaria le dará las instrucciones necesarias.

-¿no es usted muy joven para ser director? Le pregunto.

-¿no es usted muy joven para ser tan problemática?

¡Stop! ,momento, ¿me está diciendo problemática sin hacer nada? Pero que cabrón es este tipo.

-¡Pero si no he hecho nada!

-Aún, -responde riendo-Me he tomado el atrevimiento de leer su observador y era una de las peores en disciplina.

-Todos juzgan sin conocer, lástima director, pensaba ser una chica buena, -me retiro de su oficina, no sin antes regalarle un guiño en señal de un comienzo de guerra.

Es un hombre hermoso, lástima que sea tan rudo desde el comienzo, no me da la oportunidad de hacerme odiar.
La secretaria me da las indicaciones que necesito para llegar al aula, agradezco (porque no soy tan grosera como todo el mundo piensa y me dirijo a clases.

Ya conoceré a mis estupidos compañeros.

Black And WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora