Black And White

Capítulo 8

El Destino.

Ayer terminé el día sin ningún percance, más bien sin que nadie me jodiera la vida, casualmente no me llamaron de la dirección por el "pequeño accidente" que tuve con "Brith" (¿Ya dije que era un nombre detestable? Bueno,¡es un nombre detestable!) Y se me hace algo raro, niñas como ella siempre van lloriqueando y haciendo que los demás les rindan pleitesia por donde pasen, así que tendré un ojo puesto en ella.

Me levanto sobresaltada y me doy cuenta que aún está oscuro afuera porque dejé el ventanal abierto, ¿Qué jodida hora es? Miro el reloj y son las 3:18 AM
¿Qué hago despierta a esta hora?, me incorporo y me doy cuenta que la luz de mi "querido vecino" está encendida, ¿Qué hará ese bicho a esta hora? Recojo una camisa del suelo y me la pongo mientras me acerco al ventanal, seguramente se durmió y se le olvidó apagarla.

¡joder! ¡Wow! ¡No lo puedo creer!

¡David esta con una chica!¿ Y no les prohíben eso en su religión? Se están vistiendo(me perdí toda la acción, ¡Los hubiera grabado y chantajeado! ¡Joder!, ¿Por qué no me levanté antes?)Él la besa en la boca y ella abre la ventana y baja por el árbol que esta cerca de ésta, ¿Será gimnasta? Yo intento hacer eso y...
A: Me muero.
B: Me rompo el cuello.
C: Me rompo el trasero.
¡Así de fácil!
David está en la ventana observándola y se despide con la mano y una sonrisa cuando sale corriendo, después hace una mueca de asco y al girarse enciendo la lámpara que esta en el escritorio y le sonrío maquiavélicamnte, por suerte mi teléfono se encontraba allí mismo y lo levanto mientras David me mira con los ojos desorbitados, abro una de las ventanas y él también.

-¡Eres una depravada!¿Estás enferma o que mierda te pasa?-Me dice David desde el otro lado.

-¡Eres un hipócrita!¿Ya te pegó el herpes o qué?- Le digo riéndome.

-Seguro tu si lo tienes, con lo puta que te ves.-Responde.

-Hay algo que no tomas en cuenta, ¡puedo parecer puta y no serlo o puedo aparentar ser santa y ser puta!¿Lo comprendes? No necesito aparentar para ser quien quiera ser,-le digo miestras le guiño un ojo.

-Como si no supieras lo suficiente para ser puta.- Dice el chico.

-Claro,¡tú y tu amiguita me han enseñado bastante!-Le digo mostrándole el teléfono.

-¡Dame ese teléfono!- Grita.

-¡Ven a buscarlo!-Le digo sonriendo con malicia y cerrando la ventana y las cortinas para luego meterme en la cama mientras me río.

Es un idiota.

Odio ese sonido irritante que produce la voz de Samantha cuando habla, ¡Ojalá hablara! Será cuando grita que me levante por quinta vez esta mañana.

- ¡Helena! ¡Que te levantes! ¡En veinte minutos se va el autobús!!!

-¡Ya cállate!¡Ya me levanté!- Le grito de vuelta.

-Si no estas afuera en cinco minutos, ¡te saco del cabello!-Grita.

-¡Vaya!! ¿No eras religiosa?- Le digo riéndome.

Corriendo más rápido que Flash me doy una ducha (no puedo decir que ha sido la mas rápida en mi corta vida, pero está en el top 10 de éstas) y me pongo lo primero que encuentro, unos shores, una camisa verde a cuadros y mis converse, es muy natural en mi no peinarme frecuentemente, me miro al espejo y parezco un hermoso mapache, un poco de base ayudará, salgo corriendo a la cocina y agarro una manzana y miro el reloj, ¡Pasaron 21 minutos! ¡Joder!

-¡Te lo dije! ¡Estúpido engendro del demonio!-Dice agarrándome del brazo y arrastrándome hasta la calle, me suelta de un empujón y en ese momento sale David con su auto.

-¡David!¡ Querido!- Le dice la bruja. -Mi dulce niño, ¿podrías por favor acercar a este... este... (titubea y suspira) a esta niña?, -dice con una falsa sonrisa.

David me mira, me mira, me mira... (¡Ese infeliz trama algo!)

-Claro señora Samhanta, haré todo por cumplir sus palabras,-dice sonriendo.

¡Joder! De todos los días por venir tenía que ser hoy después de presenciar su película porno(Bueno,casi presenciar) que tenga que llevarme al Instituto, pero como él cree que lo grabé seguro hace algo al respecto.

-No gracias, iré a coger el autobús,-digo girando en dirección a la parada.

-No seas estúpida,¿No vés que se fue hace dos minutos?Y además,¡ mira como te vestiste! ¡Me das vergüenza! -Grita Samhanta.

-Iré andando, igual necesito hacer ejercicio.- Samantha me agarra del brazo y me arrastra hasta la puerta del copiloto (Seguro que me salen moratones morados)

-¡Éntra pedazo de... de... cosa! Y disculpa David esta niña sólo entiende a la fuerza,-dice.

-Tranquila señora Samamtha,-responde.

Entro al auto y míro hacia el frente mientras David comienza a conducir, será una larga hora...

¿Por qué El destino me castiga de esta manera? ¡Joder, no!