Pasaron algunas semanas y comencé a caer en una rutina semi-comoda. Mis días se resumían en el medio tiempo de la guardia nocturna del campus, en los cuales sorprendía a uno que otro adolescente inmaduro violando el toque de queda para irse de escapada a alguna fiesta, el horario nocturno de los vampiros era el día para los humanos, y esto no me molestaba en lo absoluto, siempre que tuviese la oportunidad, aprovechaba para ver la luz del sol.
Asistía a los entrenamientos con Rose, al principio y final de sus clases, tal cual había ordenado la directora Kirova, además de unas que otras veces colarme en sus clases para observar su avance en los entrenamientos, sin duda estaba mejorando, aunque claro, todavía seguían dándole palizas.
Faltaban unas horas para que comenzara el día Moroi, mientras tanto, me encaminé al gimnasio para el entrenamiento con Rose, como era de esperarse todavía no había llegado, así que decidí poner un poco de música en el reproductor de Cd's, opté por la música de los 80, "When Doves Cry" de Prince para ser exacto, uno de mis clásicos favoritos, jalé una colchoneta al centro del gimnasio, me acosté y comencé a leer "El Hombre De Las Colinas Quebradas" de Louis L'Amour mientras la esperaba.
-Woow Dimitri- dijo tirando su mochila al suelo, -entiendo que este es un éxito actual en el Este de Europa, pero crees que podamos escuchar algo que no haya sido gravado antes de que yo naciera- señoras y señores, ahí estaba el ingenioso humor de Rose Hathaway, no me inmuté ante su comentario, aunque si me sentí un poco avergonzado por que descubriera mis gustos musicales, apenas la miré - ¿y que te importa? Soy yo el que va a escucharlo. Tú vas a estar afuera corriendo- hizo una mueca, mientras comenzaba con los estiramientos de los tendones de la pierna.
-Oye!- exclamó, mientras se dirigía a su siguiente serie de estiramientos.
- ¿Qué fin tiene tanta carrera? Quiero decir, entiendo la importancia de la fuerza y todo lo demás, pero, ¿Qué no debería practicar con algo más de lucha? Todavía me están matando en la práctica de grupo-
-Tal vez deberías golpear más fuerte- respondí secamente, sabía que le molestaba que le contestara con obviedades.
-Hablo enserio- contestó sin rastro de humor en su voz.
Rose, por lo que sabía y lo poco que la conocía, era del tipo de persona que se abalanzaba al peligro sin pensar, ella haría todo, daría todo por defender lo que ella creía correcto y proteger a las personas que amaba, yo conocía esos sentimientos muy bien, me recordaba a mí, en mi formación de guardián, lo duro que había trabajado con mis mentores para poder controlar esos impulsos y analizar las cosas antes de lanzarme al peligro así porque si, ahora eso formaba parte de mi trabajo con Rose, tenía que enseñarle a controlarse y pensar las cosas antes de actuar, analizar todas las opciones y así poder tomar la decisión correcta.
-Es difícil ver la diferencia- bajé el libro y me volví hacia ella. -mi trabajo es prepararte para proteger a la Princesa y la lucha contra las criaturas de la oscuridad ¿verdad? - tenía que hacerle ver mi punto acerca del autocontrol y analizar todas las opciones.
-Si- dijo con cara de no entender hacia donde iba con este argumento.
-Entonces contéstame a esto: suponiendo que consigas secuestrarla de nuevo y están por ahí en un centro comercial. Entonces, mientras están allí, un Strigoi las ataca ¿Qué harías? -
-Depende en que tienda estuviésemos- me miró celebrando con una media sonrisa su ingenioso comentario. Como vio que no me había hecho gracia y seguía con mi cara seria, se lo tomó enserio y siguió hablando -muy bien. Lo apuñalaría con una estaca de plata-
