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[POV Mickey]

Tres días antes.

Se como seria cuando el volviera y yo siguiera aquí. Sería genial, poder estar las veinticuatro horas del día a su lado. Pero también sería destructivo.

Yo fui el detonante para el. El detonante de su bipolaridad. Por mi puta culpa el se fue al ejército y se volvió loco.

Y volvió a casa y fue lo mejor que podía haber pasado. Hasta que me di cuenta de que esto estaba mal. Que estuviera conmigo estaba mal. ¿Y por que? Ni yo lo sabía. Nada es igual que antes ni nunca lo será, por mucho que nos guste a los dos.

Nos lo pasábamos bien, cuando estábamos juntos todo era todo diversión y sexo, y me gustaba.
Pero muy en el fondo sabía que todo estaba mal, aunque se sintiera muy bien.

-Otro chupito-le digo a Kev desde la barra, mas bien lo exijo.

-Será mejor que soluciones tus problemas en vez de venir a beber, llevas doce chupitos.

-He dicho, OTRO CHUPITO-digo esta vez alzando la voz.

Kev hace lo que le pido y me sirve otro chupito, el cual me bebo de un solo trago.

-No lo jodas mas, no termines de joderlo, te arrepentirás-dice el de nuevo.

Se que se refiere a Ian, que la estoy jodiendo con el otra vez. Y lo se de sobra. Pero ya nada puede hacer cambiarme de opinión. Lo que el no sabe es que todo ya estaba jodido desde hace tiempo.

Salgo del Alibi y voy a casa a recoger mis cosas.

Cuando entro Svetlana está preparando la cena y el bebé ya está dormido.

Entro a mi habitación y cojo la funda de mi cojín. Una pipa y algunas cosas de mi primer cajón. Salgo a la cocina y cojo del frigorífico un par de cervezas.

-¿A donde se supone que vas?-pregunta Svetlana desde el salon.

-Me voy, ¿no lo ves? No aguanto mas esta jodida mierda.

-¿Es por el pelirrojo, cierto?

-No te metas donde no te llaman-digo abriendo la puerta.

-Эти гребаный, педик и трус*-dice ella en ruso cuando ya tengo la puerta abierta.

-Me voy y ¡habla de una jodida vez en español!-digo cerrando la puerta y gritándole desde el porche.

No se a donde voy. Solo se que debo alejarme de todo esto.

Tres días después.

-Eso, lárgate y no vuelvas-me grita una tía, cerrando la puerta en las narices.

Nunca pensé que las canadienses pudieran ser tan exquisitas.

Cuando estoy fuera de la casa de la pirada esa cojo mi móvil y miro los mensajes. Tengo uno en el buzón de voz.

Esto, yo... no se que decir. Es el primer mensaje que te dejo por que no he tenido los cojones para llamarte antes. Puede que este no sea el único mensaje que te deje. Puede que después de este te deje cincuenta mas hasta que dejes de ser un cobarde y vuelvas. Puede que te diga que me tirare a otros tíos, al igual que seguro que estas haciendo tu. O puede que me arrastre y termine diciéndote que vuelvas. No se lo que haré, aunque tampoco tengo tiempo de pensar en eso por que estoy siempre pensando en ti y en lo hijo de puta que eres. Ah y por cierto, soy Ian. Por si acaso estas tan borracho que ni me reconoces.

[POV Ian]

-¿Un mensaje para Mickey?-pregunta Lip entrando por la puerta de nuestra habitación. Aunque debo pensar que ahora es solo mia y de Carl, por todo eso de que el está en la universidad.

-Algo así-digo riendo mientras Lip se sienta en la cama a mi lado. Tiene dos cervezas en la mano. Me ofrece una y bebe un trago de la suya.

-No, gracias. He dejado de beber. Los enfermeros dicen que puedo hacerlo pero no con mucha frecuencia, así que he decidido dejarlo para siempre.

-Vaya tío, eso es todo un logro. ¿Pero no habrás dejado de fumar?-pregunta el. Niego con la cabeza.

Le observo sacar una bolsa de plástico con un porro dentro, de su bolsillo. Coje un mechero de la mesa y lo enciende, aspirando de el.

-Mejor, los universitarios tienen buena priva. Si lo hubiera sabido, hubiera ido mucho antes a la universidad-dice riendo y pasándome el porro.

-Chicos, la cena ya esta lista-nos interrumpe Fiona. -Y ventilar un poco, esto no es fumadero de crack.

Nos terminamos el porro y bajamos para poner la mesa.

-Carl las servilletas, Debbie coge a Liam y siéntalo en la silla, y lavaos las manos-manda Fiona a los chicos.

Cojo los platos y los pongo en la mesa, después me siento en mi sitio de siempre.

-Mandy va a venir a cenar-le digo a Fiona.

Tocan al timbre de la puerta y los chicos hacen piedra, papel y tijera, como siempre, para ver a quien le toca abrir. Ahí es cuando me doy cuenta de cuánto echaba de menos eso.

-Serán Vero y Kev, con las niñas-dice Fiona.

Le toca abrir a Debbie, quien después de abrir lleva a una de las niñas en los brazos.

Mandy entra por la puerta de atrás y todos nos sentamos en la mesa.

-Bueno, quiero hacer un brindis-dice Fiona. -Por el regreso de Ian.

Le sonrío mientras veo como ella me saca la lengua y ríe bebiendo se su cerveza.

-Y yo por mis dos preciosas niñas-dice Kev, besando a una de ellas.

Cenamos entre risas y cotilleos del barrio. Lip, Mandy y yo salimos fuera después de la cena para fumarnos un cigarro.

-Oye Ian, ¿que es esa mierda de que has dejado de...-dice Mandy pero es interrumpida por su teléfono.

Lo saca de su bolsillo delantero y mira la pantalla. Una mueca de sorpresa y preocupación se le dibuja en la cara. Me tiende el móvil y puedo leer en la pantalla escrito 'Mickey'. Lo cojo sin pensarlo y me lo llevo a la oreja. Estoy por hablar pero el lo hace antes.

-Oye Mandy, necesito ayuda, estoy en problemas. Estoy en la Bloor Street West de Canadá, necesito que vengas a por mi.

-Mickey, soy yo...-se corta. -Mierda, se ha cortado.

-¿Que ha dicho?-pregunta Lip, tirando su cigarro.

-Ha dicho que está en Canadá y está en problemas.


Эти гребаный, педик и трус: Estas jodido, maricón y cobarde.

Never forget.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora