Capítulo 12

1.2K 98 22
                                    

Buenoooo, cuánto tiempo. De verdad que lo siento, lo siento, lo siento.... infinitas veces. No puedo prometerles volver a subir pronto, aunque lo intentaré (esta vez tardé tanto porque tuve un bloqueo y no tenía ideas. Y prefiero hacer algo que de verdad me haga sentir cómoda y a ustedes les guste y no solo capítulos de relleno). Lo que sí puedo prometer es que este capítulo tiene chicha, y mucha.

Los dejo leyendo!


--------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo 12


—Dios mío, Dios mío, Dios mío...

— ¿Kira? ¿Qué haces aquí? Es muy tarde.


Giro la cabeza para mirar al poseedor de aquella voz, aunque ya la conocía muy bien. Samuel avanza hacia mí y la luz filtrada por el ventanuco pegado al techo le ilumina, haciéndole visible entre toda la oscuridad del lugar.

Y sí, es tarde, tanto como para ni siquiera saber cuánto tiempo llevo dando vueltas en esta habitación.


—Oh, hola Sam.


Él ya no era Samuel, era Sam. Hace unos días me obligó a jurar que no volvería a llamarle Samuel, porque sonaba demasiado frío. Mi sexto sentido sabía que en el fondo lo hacía porque quería acercarse a mí... digamos que de una manera más íntima. Aunque eso claramente nunca iba a pasar. Ni con él ni con nadie. Las cosas habían cambiado, y mucho. Y todo por mi culpa.


— ¿Tú tampoco puedes dormir? —camina a mi lado y se sienta en el sofá que se encuentra al fondo de la estancia. Estamos en la sala de entrenamiento. En fin, ahora mismo, considerando la situación, no es que haya muchos sitios a los que los jefes nos dejen entrar sin vigilancia.

—No —contesto, escueta—. No me puedo creer que todo se haya torcido tanto en dos semanas.


No le miro, sigo dando vueltas como hacía antes de que él llegara, como si siguiese sola. Creo que estoy entrando en una crisis de ansiedad progresivamente. Me tiembla todo el cuerpo. Hace tres días que no duermo y eso se hace notar en mis pronunciadas ojeras y... bueno, en todo. Hablando claro: estoy hecha un asco. Ahora mismo ni yo misma me miraría, de hecho no lo hago, ni pienso hacerlo.


—Sasha está en un lugar mejor ahora, Kira —sin darme cuenta, Sam está ahora detrás de mí y me coloca una mano en el hombro derecho, para darme apoyo­—. Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea.


Y aquí llega "el momento". El momento en el que yo estoy indefensa y triste y el chico guapo y sensible se "aprovecha" de la situación –y de sus encantos, por supuesto – y pasa. Pasa lo que dije que no iba a pasar. Un beso. Un extraño y reconfortante beso. Con el que siento cosas muy distintas a las que siento cuando Daniel me besa y, siendo sincera, no sé si eso es mejor o no. Siento como si estuviera en casa, como si no tuviera que arriesgar, como si...


— ¿Interrumpo algo?


Me separo rápidamente de Sam. Obviamente, como mi vida no puede ser más que una sucesión de momentos muy –pero que muy– desafortunados ahora mismo, Daniel está de pie en la puerta mirándonos. Un momento, matizo: asesinando a Sam con la mirada.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 31, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Trapped: Dark eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora