¿Como escapar de uno mismo?

Como soportar a los hombres.

CAPITULO 12

JAMIE

-¿Y bien?-le pregunte a Austin, que me veía intimidado.

-Según me dijo el señor Davis-respondió- el concierto es pasado mañana-continuo-deberíamos ver que canción cantaremos.

Asentí e hice una seña para que me siguiera. Eso de que todo el personal nos viera con cara de chismosos me sacaba de quicio.

Salimos del estudio de grabación y lo guie a una salita de reuniones que mi staff solía ocupar. Los temas que trataban aquí eran finanzas-como hacer que la fortuna de Jamie crezca- mis giras-a donde llevaremos a Jamie a hacer el ridículo-y cosas por el estilo.

Aunque eran reuniones donde se trataban asuntos de mi carrera, jamás me invitaban. Probablemente porque iba a terminar renegando y mandándolos al infierno.

Lo que me gustaba de esta sala de juntas era que los cristales eran tan transparentes, que daba la ilusión de no haber nada que separara este cuarto del precipicio. Eso y las sillas giratorias, porque todo lo demás era muy aburrido.

Me senté en la silla principal, en el extremo de la mesa y Austin se sentó a mi lado. Traía unos jeans azul desgastado y una camiseta de una banda de rock de los 70. Ahora que lo veía bien, era fornido, pero desgarbado. Parecía un modelo de esas revistas juveniles estúpidas que los adolescentes compraban.

-Bueno-suspire-¿Qué música sueles tocar?

-De todo, pero prefiero las baladas-se encogió de hombros-la música lenta.

-¿Tu mismo la escribes?

Asintió.

-Sí, me gusta emplear mis experiencias personales o experiencias de otras personas en la letra, creo que eso la hace más real, mas cierta...

-Ya me di cuenta-lo interrumpí-¿así que eres un romántico?

Se encogió de hombros y rápidamente sus mejillas llamearon.

-No lo sé, quizá-vacilo-creo que la música debe de representar tus sentimientos, debe exponer lo que piensas...eso es lo que yo creo.

Me quede unos segundos, pasmada, observándolo. Él no me veía a mí, estaba demasiado avergonzado para hacerlo. Pero claramente podía relacionarme con ese joven inocente y soñador que estaba ocultando su sonrojo. Porque yo era idéntica a él.

En un pasado tan, pero tan distante.

-Yo...- yo también lo creo.

Austin volteo a verme y fruncí el ceño.

-Yo creo que estás perdiendo el tiempo-me enderece-si algo me han enseñado es que en esta industria ser un maldito sentimental es peligroso. No vas a entrar a las listas de popularidad con canciones lentas y cargadas de emociones.

-No me interesa entrar a las listas de popularidad.

-¿QUE?-exclame sorprendida-debes estar bromeando.

-No bromeo-negó con la cabeza-hablo en serio.

-Eso dices ahora-conteste-en unos años estarás peleando por llegar al primer puesto.

-Yo no soy así- respondió- lo único que me interesa es la música, no busco fama, ni siquiera dinero.

Procese sus palabras durante unos segundos. Tenía ganas de gritarle que era un idiota, pero las palabras no salían de mis labios. Quizá no podía gritarle eso porque en realidad yo no lo pensaba.

-Bien-conteste- como prefieras-palmee la mesa-¿mayores ídolos musicales?

-Los Beatles, Queen, Aerosmith, Rolling Stones, Elton John y Michael Jackson.