Una vida superficial.

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CAPITULO 1

JAMIE

-¡LARGO!-le grite a Robbie mientras caminaba casi corriendo hasta mi camerino.

-¡Jamie! ¡Jamie ven en este momento!-gritaba Robbie muchos, pero muchos pasos más atrás.

Seguí caminando y tuve mucho cuidado de no voltear. Mi respiración estaba acelerada, mis mejillas rojas y mis manos cerradas en puños. Iba a golpearlo si me alcanzaba. 

Esquive a las personas que me estorbaban con golpes o empujones. Recibía miradas molestas o enfurruñadas, sin embargo se borraba la expresión de su rostro al comprender a quien le habían fruncido el ceño. 

-¡Jamie!-grito Robbie aun más cerca. Fue en ese momento cuando pensé seriamente en si debía correr.

-¡Jamie!-grito una última vez tomándome por el hombro.

-¡No vuelvas a tocarme!-le grite quitando su mano de mi hombro-¡jamás! ¿Escuchaste? ¡No vuelvas a hacerlo!

-¡No te detenías!-exclamo casi sin aliento-¿Por qué no te detenías?

-Ya te dije que no quiero ir-conteste arrastrando las palabras-No quiero ir, y no iré. Punto. 

-Pero Jamie…

-¡NO IRE ROBBIE! ¿PORQUE NO LO ENTIENDES?

-Si no vas, no te daré tus vacaciones.

Me quede con los insultos en la boca. Rechine los dientes y tuve que desviar la mirada. Esto era demasiado. ¿Cómo se atrevía a decirme eso? Solamente Robbie conocía mi punto débil, el cual en este momento era precisamente ese.

-¿A qué hora?

Sentí unas ansias de golpearlo cuando él me sonrió, triunfal.

-Le daré la dirección a tu asistente. Es esta noche, a las 8.

-Bien-asentí mientras desenredaba los audífonos de mi teléfono- ¿Dónde?

-Nueva York.

-¿Nueva York?-repetí asombrada- ¿Estás loco? ¿Cómo llegaremos allá?

-Te está esperando un avión Jamie, sale en 20 minutos. Te aconsejaría que te fueras ahora

Observe a Robbie alejarse marcando un número en su teléfono. Pude apreciarlo como se largaba y suspire.

¿Nueva York? Bueno, no era tan malo.

Era realmente malo.

-¡Jamie! ¡Tu avión sale en 18 minutos!-exclamo mi asistente, tomándome por el brazo y jalándome a la salida.

Maggie Grace era mi asistente personal y mi amiga más cercana. Sus rizos color negro ondeaban de un lado a otro sin cesar alrededor de su cuello. Sus ojos verdes relucían de entusiasmo. Ella amaba Nueva York, y no habíamos ido en mucho tiempo. 3 años quizá. Maggie era británica, pero amaba América.

Yo por otro lado, no quería ir a Nueva York. Había una razón y solo una razón por la cual había vivido 3 años en Londres. Hacia giras- 3 para ser exactos-y regresaba a Inglaterra. No a Nueva York, ignorando el hecho de que allá tenía una casa, allá había nacido y allá…

Bueno, allá tenía a mi familia.

-¡Jamie, sube al auto!-grito agudamente Maggie, con una enorme sonrisa en su rostro de porcelana.

Me subí a la camioneta y me recargue en el asiento.

El cielo estaba encapotado. Nubes grises, un día gris. Incluso había llegado a relacionar a la gente con el clima. Podías caminar por las estrechas y antiguas calles de la ciudad y tu vista te reflejaba a las personas grises y serias.

¿Como escapar de uno mismo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora