Como despedirte.

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CAPITULO 5

AUSTIN

Cassandra Black fue la elegida para que la llevara al baile de graduación. Después de los patéticos ánimos que me echaron mis amigos para invitarla, finalmente lo logre.

Es raro, ya que no me atrae ninguna de las chicas que hay en la escuela. Los idiotas de mis amigos tienen novias o babean por algunas de mis amigas. Yo no los entiendo. Es como si me hablaran en otra lengua, incluso me han preguntado si realmente me volví homosexual.

-Cállate y búscate una vida-acostumbro a contestarles.

El punto es que ninguna es perfecta. Sé que nadie lo es, pero creo que todos tenemos una persona que está hecha para ti, ¿o no? Creo que era algo parecido, una frase cursi que ya no recuerdo. En la secundaria no soy de los populares, pero tampoco estoy hasta abajo en la pirámide social. Me encuentro quizás en el segundo nivel. El nivel de los tipos que les gusta tocar música y hablar con todo tipo de personas.

He tenido muchas novias, pero ninguna me ha enamorado. Odio que a la mayoría les importe tanto como se ven, o que lo presuman. Me gusta que sean inocentes pero no tontas. Alguien por lo menos lista, o quizás intuitiva. Una chica que se ruboriza es irresistible, pero una chica que se queje de todo es odiosa.

Cassandra es una de las amigas de Jake (mi mejor amigo). Es linda, y al parecer es divertida. Yo no quería ir al baile de graduación, sin embargo, me obligaron. En realidad no fue tan malo.

Baile con ella toda la noche y nos reímos de las bromas que contábamos. Incluso cenamos y descubrí que era una chica muy bonita, lista e independiente. Cualquiera se hubiera enamorado de ella.

Pero yo no.                  

Hay algo...algo que falta. Es como si cada chica fuera una especie de rompecabezas, todas diferentes. Sin embargo, a todas les falta una pieza, una pieza perdida que no logro encontrar. Voy en busca de esa pieza perdida, esa preciosidad que me obligue a entregar mi corazón.

Espero encontrarla y no morir antes de ello.

A lo largo de la vida, me la he pasado escuchando canciones de todo tipo. Ahora, a los 17 años, las canciones de amor suenan diferentes que a los 14. A veces, cuando voy caminando por las calles de Nashville y encuentro a los cantautores en las calles, me detengo para observarlos. Ellos cantan acerca de lo cruel y duro que es el amor. Cantan sobre corazones rotos y lágrimas de llanto.

Nunca me he enamorado pero creo firmemente en un pensamiento. Los celos, las mentiras, el odio, los engaños, el llanto, la decepción, son cosas que duelen. Pero el amor es la única cosa en este mundo que no duele.

¿Por qué los otros no lo entendían?

Me senté en la cama de mi habitación preparado, terminando de cerrar mi última maleta.

Hoy era el día. Hoy era al fin ese día, donde después de 17 años de prisión involuntaria, me iba de esta ciudad. Me iba a vivir con mi tía Dianne a Nueva York.

Después de contárselo a mama, llego el verdadero desafío, contárselo a papa. Recuerdo como frunció el ceño, como sus cejas casi se tocaron. Recuerdo su mirada gélida y llena de decepción. Recuerdo sus suspiros incontrolables y mis ansias de llorar en sus brazos y decirle que todo era una broma, que solo jugaba.

Al final, el término de comprender, que yo no era feliz aquí, y que probablemente jamás lo seria. A pesar de todo, el me dejo ir.

Tome la maleta de mi cama y el estuche de mi guitarra con la mano derecha. Ya mi cama estaba tendida correctamente, las paredes vacías y mi escritorio libre de discos y partituras. Todo estaba ordenado y en su lugar, una prueba irrefutable de que yo ya no pertenecía aquí.

¿Como escapar de uno mismo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora