Capítulo 8: Sueño o realidad

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☆ ★Narra Samantha.☆ ★


Llegué a la cocina, emocionada, por fin iba a saber cuál era ese secreto que tanto temían mis abuelos. Cuando entré mis abuelos estaban sentados en la mesa, hablando sobre lo que iban a hacer mañana, me senté a su lado y sonreí.

-Que tal ha ido la cena en casa de los Black?- les pregunté para empezar una conversación.

-Muy bien pequeña! Han acudido todos los del pueblo, ha sido una bonita cena. -contestó mi abuela.

-Todos? En serio habéis ido todos? -sonreí pensando en la familia Blair a los que había visto hace unas horas paseando por las calles del pueblo.

-Si, hemos acudido todos! -Contestó mi abuelo, yo sonreí y asentí.

-Y ahora que? -Pregunté intentando sacar el tema que yo quería.

-Ahora a dormir- contestó mi abuelo sonriendo- Es tarde Sam, mañana te contaremos lo que quieres saber, aunque preferiría que lo pensaras y que mañana cambiaras de opinión.

-Eso nunca abuelo -me levanté y les di un beso a cada uno.

-Eres tan cabezota como tu padre.- Me dijo mi abuelo, yo me reí y recordé que mi madre siempre me lo decía.

Cuando estuve en mi habitación, me puse el pijama y me acosté, en mi mente se formó la imagen de Matt, mañana tendría que verlo en clase, no sabía como comportarme después del incidente de esta mañana, ¿le daría las gracias por haberme traído a casa o pasaría de él como quiería mi abuelo?.

Me sentí muy cansada y los párpados se me cerraban solos. Era una sensación muy extraña ya que además de sentirme cansada, notaba como mi cuerpo se iba poniendo cada vez más pesado, intenté levantar el brazo pero no podía, ninguna parte de mi cuerpo respondía a lo que yo le pedía. No podía moverme, estaba paralizada. Cerré mis ojos intentando que la sensación de pesadez desapareciera, pero no funcionó.

¿Qué me estaba pasado? me pregunté a mi misma. Con esa pregunta me dormí profundamente.


☆ ★Narra Narrador☆ ★

Sam estaba soñando, en sus sueños estaba tranquilamente sentada en una cafetería, de repente su cuerpo empezaba a caminar sin que ella pudiera controlarlo.

Sus piernas no paraban de moverse hasta llegar a un lugar desconocido para ella, aunque a la vez parecía conocerlo de algo.

Era un bosque con altos árboles, al final de éste había un riachuelo y al lado una pequeña casita de color azul cielo. Se sobresaltó al sacar las llaves que tenía ella en su bolsillo. (El sueño era tan real, parecía que ella lo estaba viviendo en realidad).

Abrió la puerta, dentro en la casita había dos camas una grande y otra pequeña, al otro lado de la habitación había una cunita, se acercó a ella y un escalofrío recorrió todo su cuerpo, (Sam estaba durmiendo pero a la vez estaba en el sueño, era ella la que estaba en cuerpo y alma metida en su propio sueño).

Esa cuna era suya, su cunita, ¿Que hacía en ese lugar?. De repente, las luces de la calle se apagaron al igual que las de esa casita, Sam sintió miedo e intentó correr pero sus piernas no obedecieron, se quedó paralizada. La puerta se abrió y apareció un chico rubio de ojos azules. ¿Matt? Que hacía él aquí?- pensó Sam.

El chico se acercó a ella y la abrazó, pero de repente sus uñas se clavaron en la espalda de Sam, sentía como la sangre bajaba por su espalda.

La joven cayó al suelo sin poder aguantar el dolor, gritaba y gritaba, mientras el chico le arañaba toda la espalda. No podía despertar, sabía que estaba soñando pero su mente no reaccionaba, cada vez iba perdiendo más y más sangre, se sentía débil, el chico ya había desaparecido dejándola desangrarse en el suelo. Intentó moverse pero el dolor no le dejaba.

Sabía que en cualquier momento moriría, no podía hacer nada, la sangre seguía saliendo y su cuerpo cada vez se debilitaba más.


☆ ★Narra Samantha.☆ ★

Me desperté sudando, estaba asustada y mi corazón latía demasiado rápido, mis ojos tardaron en abrirse. Me toqué cada parte de mi cuerpo para asegurarme de que estaba bien. Miré a mi alrededor y me encontraba en mi habitación, respiré profundo ya que me encontraba a salvo.- El sueño era tan real -pensé al acordarme de todo lo que me había pasado mientras dormía.

Me levanté y cogí mi vestido preferido y me lo puse.

Al quitarme la ropa, vi unas pequeñas marcas en mi estomago, como si me hubiese dado un golpe. De repente se me ocurrió darme la vuelta, para observar mi espalda y chillé. Las marcas de los arrañazos estaban ahí, todavía tenían sangre. ¿Como era posible?.

-Que pasa Sam?- preguntó mi abuelo desde la puerta que al escuchar mi grito subió para asegurarse de que estaba bien. Al mirarme no me preguntó nada, ni que me había pasado, ni como me lo había echo. -Ya ha empezado. Vístete y baja. Hoy no iras al instituto, tenemos mucho de que hablar.

Tras decirme esto se marchó cerrando la puerta, yo me volví a mirar al espejo las señales que antes había visto ensangrentadas, ahora estaban curadas y cada vez se hacían más pequeñas hasta que ya no pude verlas más.

Me vestí como me había dicho mi abuelo y bajé a la cocina. Al llegar me dí cuenta de que mi abuela ya estaba enterada de lo del sueño.

-Siéntate Sam -me dijo mi abuela señalándome la silla que se encontraba en frente de ambos. Yo obedecí.

-Bien Sam, que ha pasado en tu sueño exactamente? -preguntó mi abuelo.

-La verdad.. abuelo.. la verdad es que lo tengo todo muy confuso, no logro acordarme. -le respondí y era verdad no me acordaba.

-Haz un esfuerzo pequeña -contestó mi abuela sonriendo.

Me concentré y centré todas mis fuerzas para conseguir acordarme- Estaba en la cafetería, y de repente mis pies se movían solos no podía pararlos, y me condujeron a un bosque que acababa en una casita.- Miré a mis abuelos estaban concentrados escuchándome, me puse nerviosa y mis manos comenzaron a temblar.

-Tranquilízate Sam! -dijo mi abuelo cogiéndome las manos.

Respiré profundo, y cuando estuve tranquila y mis manos dejaron de temblar, mi abuelo me soltó y me miró para que continuase con mi sueño.

-Entré en esa casita, y ahí estaba mi cuna me acerqué a tocarla, y cuando lo hice todo se puso oscuro y a apreció él.

-Él? Quién? -preguntó mi abuela.

-No lo sé.. no lo conocía -Me quedé pensando aunque la verdad se parecía a Matt, pero no iba a decirle esto a mis abuelos- Era rubio y de ojos azules, pero su cara daba miedo.

-Matt?! -escuché susurrar a mi abuelo.

-No, no era él! -respondí.

-Y como estas tan segura? -me preguntó mi abuela.

Me encogí de hombros ya que no sabí como responderle a esa pregunta.

Mis abuelos se levantaron y me dejaron sola en la cocina pero antes me dijeron que no me moviera de ahí que ahora volverían. Yo obedecí y me quedé esperando a que volvieran.


♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥GRACIAS POR LEER MI HISTORIA! ♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥

Memories of the past. (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora