Simplemente casualidad

Capítulo 13

UN BUEN DESPERTAR, MÁS ACERCAMIENTOS Y UNA AMENAZA

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Me desperté escuchando una risa grave. Notaba un cosquilleo recorriendo mi cara, mis mejillas. Abrí los ojos como pude, y distinguí el rostro de James, que acariciaba con las llemas de sus dedos mi cara, y la admiraba como si fuese una obra de arte.

—¿no me vas a dar mi beso de buenos días, pequeña?—me dijo

—Espera—le dije, levantándome de la cama.

Fui al baño, me lavé los dientes y salí.

—Ahora sí—le dije, avalanzándome sobre sus brazos y atacando sus labios ferozmente. Él me seguía el beso, con la misma intensidad. Mordí su labio inferior antes de separarme de él en busca de un poco de aire para respirar, que nunca viene mal...

—James...—le dije

—dime—me dijo él.

—Quiero... quiero conocerte más. Es que... no sé, siento que estos días hemos estado más unidos y, si lo pienso, sé pocas cosas sobre tí... al igual que tú sobre mí —me sinceré.

—Es verdad. ¿Hoy te quedas?—me dijo, con cierto brillo en los ojos.

—No puedo, ayer mi madre me dijo que debía estar allí para comer.—le dije, algo apenada

—Esta tarde, a las 6, espérame en el bar que hay cerca de tu casa—me dijo, convencido.

—¿Para qué?—le dije, intrigada.

—Es una sorpresa—me dijo sonriendo.

—Está bien, en el parque te esperaré. Pero al menos, déjame desayunar contigo ¿no?—le dije

—Si tú supieras que lo estoy deseando...—murmuró él cerca de mis labios, pero cuando iba a decirle algo, volvió a juntar nuestros labios, ahora más despacio y saborendo cada centímetro de mi boca.

Se preguntarán por qué estoy haciendo todo esto, cuando me gusta Alex. Bien. James tiene algo que me incita a estar más tiempo con él, a querer más y más de los momentos que pasamos juntos y... sé que también es muy cursi, ya que nisiquiera sé lo que somos. Si es que somos algo... en fin, que estos días intentaré aclarar un poquito mi mente, porque parece ser que Alex ha desaparecido del mapa, ayer en la fiesta sorpresa no estuvo, aunque tampoco me gustaría que estuviese, porque si no hubiese habido más problemas con Max, James y él... y es que... no sé, pero James me mira de una forma... que me encanta. Seguramente será así como mira a todas así pero... ¡¡DE VERDAD QUE TENGO MUCHO LÍO!!

James y yo bajamos a desayunar, cuando bajé estaba haciendo huevos revueltos y tortitas con chocolate... por favor, este que quiere ¿engordarme? En todo lo que yo me aclaraba mi mente, se había puesto un delantal que decía: WHO'S THE BOSS? (quién es el jefe?), que por cierto he de decir que le quedaba muuy bien. Yyyy... otra vez me había pillado mirándolo.

—vaya, pequeña. Veo que te gusta mirarme ¿no? —me dijo, acercándose con una mirada peligrosa.

—¿A mí? Para nada—le dije, dando un paso atrás, pero choqué con la encimera. Mierda, estaba acorralada.
—Vamos, linda. Admítelo. Te mueres por tenerme encima tuya—susurró lo último entre mis labios. Esta vez no.

—Pues claro, sólo si tú admites que ahora mismo estás deseando besarme—le dije, rozando mi labio superior con el inferior de James. Él cerró los ojos y juntó nuestros labios en un beso feroz, y con mucha pasión. Cogió mi rostro con sus manos para profundizar el beso, y yo ataqué su boca con mi lengua lentamente, torturándolo. Me separé de él y le dije:

—Vamos a desayunar ¿no?—justo como él me dijo a mí ayer por la noche.

—S-sí —me dijo, aún algo antontado. Yo me reí internamente. Pasé por su lado, eché los huevos revueltos de la sartén en dos platos y cogí la bandeja de tortitas, y los dos me los llevé a la mesa del salón. Yo me senté en el sofá, y empecé a comer (mejor dicho, devorar) todo. Después de que James saliera de su trance, el se quitó el delantal, se puso una camiseta decente, se sentó y se puso a comer.

—Mmm, que bueno estaba todo, joder. ¿Lo has hecho todo tú? —Le pregunté incrédula, y quitándome los restos de chocolate que tenía alrededor de la cara.

—Emm, las tortitas eran congeladas—dijo él sonriendo y mirando al suelo.

—Ahhh, ya decía yo que algo tan rico no lo podías haber hecho tú—le dije

—¿qué insinuas?—me dijo él, con sonrisa pervertida. Maldito malpensado...

—Oh, vamos James, no iba en ese sentido—dije, tapándome la cara porque seguro que estaría como un tomate. James rió y pellizcó mi mejilla, seguido de guiñarme un ojo.

Cuando nos terminamos el riquísimo desayuno, yo llevé los platos y los fregué. Después fui a la habitación por mi teléfono móvil, para avisar a mi madre de que ya iría a casa. Cuando cogí el móvil, me dediqué a ver los WhatsApps que tenía, pero vi uno muy extraño. Era de un número desconocido, y el mensaje decía: "YO QUE TÚ TENDRÍA MÁS CUIDADITO CON LO QUE HACES... TE ESTOY VIGILANDO, ASÍ QUE NO HAGAS NADA DE LO QUE DESPUÉS TE PUEDAS ARREPENTIR"

¿Quién sería? ¿Me estarían vigilando de verdad? Con todas esas dudas en mi cabeza, me despedí rápidamente de James, y fui corriendo a mi casa, sin siquiera mandarle un mensaje a mi madre...

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Holaaaa nen@sss. Ya estoy de vuelta. Sé que es un poco tarde para subir capítulos, pero mejor tarde que nunca ¿no?
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Miiil gracias a todos los que leen esta historia, este capítulo se los dedico a vosotros ;)

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