Capitulo 4 ES UN HECHO

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Al día siguiente desperté temprano, eran casi las 8 am. Mi hermana ya estaba despierta ensayando ya que, pronto comenzaría una nueva temporada en un teatro de Manhattan. Me levanté y al intentar subir a mi silla, nuevamente me encontré con mi querido amigo, el suelo. Por suerte, mi hermana escuchó el golpe y fue a socorrerme. No sé qué fue más gracioso, el hecho de que ella riera hasta quedarse sin aire, o que no pudiera levantarte porque la risa le robaba toda la fuerza, en fin, después de un rato pude levantarme solo. Desayunamos juntos esa mañana. Siempre amé los desayunos de mi hermana, especialmente por sus dibujos en el café con leche y las caritas hechas con comida sobre el plato. No recuerdo la ultima vez que compartí un desayuno con ella, siempre lo deja servido y se va a sus ensayos. Pero está mañana se sentó justo enfrente mío. 

"-¿volverás?-" Me preguntó mirando fijo a mis ojos.

 "-El lugar está bastante bien, creo-" Le respondí sin levantar mis ojos de la taza de café. 

"-Entonces es un sí... me alegra mucho que estés intentando superar esto-", 

"-Tiempo al Tiempo-" le dije. 

     Terminé mi desayuno y emprendí camino al Centro de rehabilitación. Mas o menos una cuadra de distancia, Abigail me alcanzó para acompañarme. Quería llevarme para evitar que llegue fatigado y para saber qué se siente cargar la silla de ruedas. Al llegar sentí un alivio muy profundo, lo que ayer recorrí en cuarenta minutos, esta vez lo recorrí en veinticinco y disfrutando el camino, hablando con mi hermana, riendo un poco y viendo algunas vidrieras. Subimos la rampa hasta la puerta de entrada y me abrazó fuertemente. "-Cuídate mucho, nos vemos a la noche-".

    Ingresar al centro de rehabilitación fue casi igual al día anterior, solo que ahí estaba ella, con su casco en el respaldo de su silla, esperándome en la puerta que daba al parque. Era gracioso, sus ondas se mantenían intactas aun después de haber rodado en esas rampas. 

"-Cumpliste-" me dijo sonriendo

"-Es un hecho-" Respondí. 

  Fuimos a dar una vuelta al parque, hablamos por largo rato, reímos un poco. Curiosamente, durante esos minutos olvidé mi situación y solo me concentré en escucharla, responder sus preguntas y preguntarle cosas también. 

"-Quedan diez minutos antes de que vayas al gimnasio para comenzar tu rehabilitación. ¿me acompañas a las rampas?-" dijo ella con una enorme sonrisa en su rostro. 

"- si, okey-". No se lo dije, pero el día anterior había pasado unos minutos admirando sus piruetas en las rampas.

"-El skate es mi vida, mi hermano era increíble antes de... bueno él era el mejor. Seguí sus pasos, practicaba sus movimientos y me regaló su tabla antes de morir. Como no podía usarla, la colgué en la pared de mi cuarto junto a una foto suya y desde entonces la silla de ruedas se convirtió en mi mejor amiga, pues era lo que mas se asemejaba a su skate. Después de un tiempo comienzas a pensar que es lo mismo-".

   Al escuchar su relato no podía evitar pensar que todo era un mismo suceso. Es decir, un accidente, la muerte de su hermano y todo lo demás. Me aterraba preguntar, pero nuevamente leyó mi mente, sigo convencido de que tiene ese poder

"-No es lo que crees, si piensas que tuvimos el mismo accidente, no- " Dijo, junto a una risa de incomodidad. "-Fue cancer, resistió lo más que pudo, pero a lo ultimo el dolor era muy intenso y creo que marcharse fue un alivio para él-"Poco a poco, Cynthia se iba abriendo y contando de a poco su historia. Desde entonces comencé a admirarla en silencio, tenía una vitalidad unica y en su voz no podías distinguir ningún rastro de nostalgia o tristeza. Al instante nos invadió junto al silencio, una profunda calma.

"-¿Quieres probar?-" Preguntó un segundo antes de ponerse su casco. "-Es fácil, solo te colocas en la entrada a la rampa y te dejas caer, si extiendes los brazos sentirás el aire rodearte y pensaras que estas volando, es una sensación única-". No se que se me pasó por la cabeza, pero de un segundo al otro estábamos juntos, en la entrada de la rampa dejándonos caer con los brazos extendidos y, tal como ella dijo, era como estar volando. Esos segundos se sintieron como dar el salto en los últimos segundos para encestar desde a fuera del área, una mezcla de intensidad y libertad pero con adrenalina. Al llegar al pie de la rampa todo fue euforia, se sentía realmente genial.

"-¿como lo sentiste?-" Preguntó de repente

"-Excelente... gracias-" Le respondí con la voz agitada, sin perder la emoción del momento. Respiramos profundo y un asistente me ayudó a subir para ir a mi primera sesión de rehabilitación.

-te veo en un rato- Le dije ya desde arriba de la pista.

"-Soy Josep, seré quien te asista cuando sea necesario y cuando estés mejor, seré tu entrenador. Aprenderás a usar bien esa silla, por lo que veo no te será problema eso. Tienes que saber que esas ruedas son tus nuevas piernas, tiene muchas ventajas, tendrás un lugar reservado siempre en lugares públicos y podrás olvidarte de las escaleras y adiós a las largas filas, eso es muy bueno. Como decía, esas ruedas serán tus nuevas piernas, por lo tanto, esto es como volver a aprender a caminar. Aquí también podrás ejercitar tus brazos, será necesario, cuanto mas fuerza, mas resistencia, y cuanto mas resistencia, mas control. Recuerda eso y todo marchara sobre ruedas... Es un chiste, lo sabes-" Sus palabras me tranquilizaron bastante. 

   Comenzamos con las primeras consignas. Al principio, tendría que dar 3 vueltas al rededor del gimnasio. Por supuesto solo aguanté una vuelta y media. 

"- Tienes que acostumbrarte a esto, piensa como harías esto si estuvieras caminando y usa ese pensamiento para fortalecerte, Descansa 5 minutos, luego cronometraremos la ultima vuelta-".

   Para entonces, mis manos temblaban, llenas de callos que pronto estarían en carne viva. Tomé un poco de agua, mojé mis manos y respiré profundo. Mi asistente enseguida trajo algunas vendas de gasa para mis manos y comenzamos nuevamente.

 "-2 minutos 05 segundos. tu primera marca, mañana intentaremos superarla-". Luego de eso, hicimos 20 minutos de actividad física. Para el final de la jornada estaba exhausto, pero no era el mismo cansancio de los entrenamientos de baloncesto. Esto era diferente, solía terminar de entrenar y sentirme contento, extasiado, emocionado por los partidos por jugar y concentrado en el siguiente juego con todo el afan de ganar. El cansancio era adenalina y, por ende, felicidad. Esto no se sintió igual, no quería hacerlo, pero debía y los deberes no suelen mezclarse con el placer. No existe placer cuando tu vida ha dado un giro completo y ese pensamiento destrozaba mis pensamientos y junto a ellos, mis ganas de continuar. Salí del gimnasio con la mirada perdida, avanzando sin mirar hasta la salida y no lo noté hasta que mi silla frenó bruscamente y vi su mano tomando la rueda derecha de mi silla.  Cynthia estaba en la puerta de salida, mirando atentamente hacia el pasillo de la derecha, donde estaba el gimnasio. 

"- Dame tu mano-" me dijo, siempre con una sonrisa presente en su rostro. Tomó mi mano envuelta en gasa y algo de sangre. Ella conocía esas heridas, supongo que también las había tenido pero sus manos estaban regias.  Arremangó mi chaqueta y con un marcador, escribió su numero de teléfono junto a  la frase "Es un hecho" y sacó de su silla una pequeña bolsa de tela que dejó sobre mis piernas. No nos despedimos, solo se fue, ella estaba segura de que yo iba a escribirle esa misma noche. Claro que tenia razón.

      Pienso que no es tan difícil ver en la oscuridad, pasado un tiempo después de que la luz desaparece, los ojos se habitúan a la oscuridad permitiéndonos ver aunque sea simples siluetas, y aunque poco, nos orientan, nos dejan ver. No ha pasado tanto tiempo, pero las siluetas se empiezan a ver y días como hoy son como encontrar una pequeña linterna. Por lo menos hoy, puedo ver de a poco el camino en el que voy y sé que pasará este día, y el día de mañana traerá algo nuevo... Mi hermana y mi madre deben estar esperándome en casa. Las luces de Manhattan alumbran mucho mejor cuando uno las quiere ver.

Por Otra VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora