Capítulo 4

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Jade:

Me despierta el sol... ¡ Mierda ! Nos quedamos dormidas en el tejado. Joder. Joder. Me levanté de un salto y miré para los lados. Astrid no estaba y los apuntes, libros y mochilas tampoco. Cogí y me metí en la habitación de Astrid.
- ¿ Ya te has despertado ? - me preguntó Astrid, tranquila.
- ¿¿ Que si me he despertado ?? Astrid, ¿ por qué no me has despertado tú ? - estaba cabreada. No tenía ni idea de la hora que era, igual podían ser las tres de tarde, igual las siete de la mañana.
- Tranquila, son las siete y media.
- Uff, vale... Pensé que iba a ser más tarde. Por lo que veo ya éstas lista ¿ no ?
- ¿ Se te ha pasado el cabreo tan rápido ?
- No, sigo sin saber por que me dejaste dormir allí.
- Soy buena amiga. No te iba a despertar a las cinco de la mañana.
- Buena chica. Me voy al baño y no esperes que salga hasta en punto.
- ¿ Llegaremos bien ?
- Yo sí. Si quieres vete. Sabes que tu madre estará aquí hasta las doce. No te robaré nada.
- Descuida. El baño es todo tuyo. Robarme en presencia de mi madre no me preocupa, lo que sí me preocupa es que entres a hurtadillas en la habitación de mi hermano - cuando dijo eso se me sonrosaron un poco las mejillas. Su hermano me había gustado durante dos años seguidos... me lié con él un par de veces pero acordamos nada de sentimientos por el bien de nuestra amistad y de la amistad con Astrid. Ahora ya no sentía nada por él. Pero sí me gustaba ver su tableta, estaba muy bueno.
- Prometo no hacerlo - dije metiéndome en el baño con mi bolsa. Me había traído un par de cosas de mi casa. Astrid era una buena amiga.
Me vestí con unos pantalones con estampado de camuflaje, unas botas negras, una camiseta de manga corta roja y una chaqueta dos tallas más grande negra. Me puse la crema para el acné ( Astrid conoce mi rutina diaria mejor que mis padres ) y después me maquillé. Cuando terminé, me quedaban diez minutos para que fueran las ocho menos cinco. Así que me hice tirabuzones y cogí el gorro que me puse el otro día. Me hubiera puesto uno rojo, pero a Astrid se le olvidó ese detalle. Cuando acabé eran justo menos cinco.
- Vayámonos - dije saliendo del baño y cogiendo mis cosas. Astrid me sigió.
- Tú con tu coche y yo con el mío - sentenció Astrid metiéndose de lleno en su coche y saliendo disparada.
- Esta chica cada vez me alucina más...
Yo me metí en mi coche y fui a la cafetería más cercana del Manson High y me compré un café.
Llegué al insti y vi que Astrid estaba hablando con Owen Mcflay, el chico que había estado enamorado de mí los últimos cinco años. Me caía muy bien, era un chico estupendo, un gran amigo, pero yo no podía estar con él. No me gustaba. Pero lo que sí me gustaba era lo que pudiera cocerse entre él y Astrid...
Cuando Owen se alejó, salí del coche ya aparcado y fui corriendo donde estaba Astrid.
- ¿ Qué quería Owen ?
- ¿ Qué ? ¿ Quién ? -la pillé desprevenida.
- Owen.
- A sí. Los deberes de Física y Química.
- ¿ Se los diste ?
- Le dije cuales eran.
- Muy propio de ti - reí.
La mañana se pasó rápida. Las dos primeras clases las tenía con Astrid y la tercera no, porque eran matemáticas avanzadas. El profesor se alargó un poco con la explicación y salí diez minutos tarde para el almuerzo.
Cuando llegué, vi que Astrid se estaba alejando de la mesa en la que se sentaba el equipo de fútbol y Owen.
Cogí una ensalada y un batido de frutas y me senté en la que venía siendo nuestra mesa aunque a veces se sentaba gente.
- ¿ Por qué te alejabas de la mesa de los "populares" ? - la pregunté divertida.
- Mi hermanito. Sabes que está en el equipo de fútbol.
- Es verdad... soy una estúpida - reí.
Nos pasamos el almuerzo repasando apuntes y deberes ya que algunos profesores ya habían puesto exámenes en unas semanas, pero es mejor repasar día a día.
- Oye Astrid, ¿ sigue en pie lo de ésta noche ? - la pregunté. Habíamos quedado en que vendría a mi casa, nos daríamos un relajante baño en la piscina cubierta y estudiaríamos para los exámenes.
- Oh dios, se me había olvidado decirte que mis padres han organizado una cena familiar.
- Dios, tus padres y sus puñeteras costumbres.
- No les culpes por querer pasar tiempo conmigo.
- No les culpo, les adoro. Mis padres están siempre para arriba y para abajo. Como mucho les suelo ver una semana al mes. Y muy de vez en cuando juntos esa misma semana.
- Cariño, ser abogado es muy complicado.
- Lo sé. Y yo voy a seguir con la tradición.
- ¿ Serás abogada ? - me preguntó dándole un sorbo a mi batido.
- Sí - la respondí arrebatándose lo.
- No entiendo porque sigues con la tradición. A ti te gusta más investigar muertes o no sé.
- Criminología o Psicología. Esas también me gustan. Pero definitivamente abogada. Quizás estudiaré dos a la vez. Por la mañana abogacía y por la noche criminología o psicología - sonreí.
- Wow. Tendrás dos vidas. Ayudarás a divorciados y a locos - se empezó a reír y me uní a ella.
La tarde en el insti transcurrió normal. Como al final Astrid no iba a venir a mi casa, fui a la biblioteca que había bastante cerca de mi casa y de paso dejé el coche en el garaje de mi casa y fui andando. Me puse a estudiar, leer, buscar información para trabajos y me tiré allí desde las cuatro de la tarde hasta las ocho. Cuando salí, hacía más frió y me cerré la chaqueta y metí las manos por las mangas.
Tenía frió así que fui corriendo por las calles y en una calle poco transitada por coches, pasé corriendo por la carretera y me iluminaron unos faros. El coche paró a escasos centímetros de mí. Miré al conductor y le hubiera reconocido entre mil personas.
- ¡¡ Eres idiota o que te pasa, casi soy aplastada por esa mierda !! - chillé. Era una mierda de coche. Un todo terreno Land Rover... Conocía ese modelo, ninguno más porque mi padre presumía de él cuando venía algún cliente a casa y él estaba en casa también. Pero pensé que si casi me atropellaba me debería un favor...- Me debes un favor gilipollas- grité asomándome al interior del coche por la ventanilla. Quería ir a un sitio, pero como mi coche estaba en mi casa...- Ahora me tienes que llevar a donde me de la mismísima gana.

- Lo siento, pero puedes guardar este favor para después, ahora tengo una cita y como que no puedo - ¿ me estaba diciendo que le daba igual haberme casi matado y que prefería una estúpida cita ?

- ¿ Cómo que una cita?, Casi me matas ¡ inútil ! - grité. Yo podría esperar en una mesa apartada mientras el tenía su cita y cuando acabara, me llevaría al sitio al que quería ir. - Pues yo me uno a la cita.

- ¿ Qué ?, no - dijo. Yo no le hice caso y me metí en el coche. Para jorobarle un poco más, estuve jodiéndole todo el camino. Hasta que se hartó.

- Eres una pesada, ¿lo sabias? - me dijo poniendo cara de interesante.

- Y tu un imbécil que va a por mí, que me acorrala, me atropella o sino que se choca conmigo - le dije con una sonrisa irónica en la cara.

- Casi te atropello - me corrigió.- Bueno ya hemos llegado baja - me bajé del coche y di un portazo súper fuerte, como hacía cuando mi padre me cabreaba muchísimo.

- Una cosa, ¿ con quién has quedado? - pregunto yendo unos metros por detrás.

- Con Astrid Lewis - ¿ qué acababa de decir ? Astrid tenía una cena familiar ésta noche con... a no ser que...

- ¿ Cómo que Astrid Lewis ? - le pregunté parándome de golpe. Pero no me respondió así que empecé a insultarla por lo bajo. Dejándola verde completamente. Me había mentido a la cara. Y tan fácilmente. Joder, ¿ cómo podía haberlo hecho ? Teníamos un puto trato. Ella, dejaba las anfetaminas y dejaba de mentirme y yo a cambio, me pasaba por su casa y la cubría con todo mientras intentaba desintoxicarse sola. Pero el problema ahora no estaba en las anfetaminas, sino en lo de mentirme. Y todo esto lo estuve diciendo por lo bajo mientras Trenton iba hacia una mesa en la que estaba Astrid...
Astrid se levantó y se disponía a saludar a Trenton cuando me vio y se sentó. Mi cara pasó de estar enfadada a estar iracunda.
Trenton se iba a sentar al lado de Astrid cuando ella dijo:
- Trenton ¿que haces sentándote aquí?- puso una cara de poker flipante - He reservado esto para mi familia, no te sientes, por favor, este sitio no es para ti.
Trenton se retiró porque sabía de lo que iba la cosa, o porque es más listo de lo que pensaba o porque me oyó decir que sus padres estarían de cena romántica por ahí en vede de cena familiar.

- Astrid soy tu mejor amiga, no te molestes en mentir, ya se de lo que iba todo... - me había herido profundamente.

- Jade yo... - Trenton se sorpendió cuando oyó mi nombre... ¿ no sabía cómo me llamaba y me dejó entrar en su coche ? Chico estúpido...

- Ah si Astrid, por cierto, las amigas van antes que un imbécil de turno que acaba de empezar el curso - la corté elevando el tono de voz, prácticamente chillando. - Y ya ¿empiezas con las mentiras? genial, me juraste que no seria como el año pasado - tuve que decírselo. Joder, era lo que más me dolía. Vi que Trenton se intentaba alejar de la pelea... creo que fue un buen instinto.
- Jade joder, escúchame. Si te hubiera dicho que cancelaba contigo por una cita con Trenton te habrías cabreado muchísimo.
- ¿ Y era mejor salida mentirme ? - grité enfurecida.
- Jade, cálmate, nos miran todos...
- ¿ Me da igual que me miren ? - grité con lágrimas en los ojos. - Me mentiste... - susurré.
- Jade...
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Holaaa !
Bueno, bueno... se pone interesante... ¿ anfetaminas ? Uiuiui ( para quien no sepa lo que es, se utilizan para no dormir y los efevtos secundarios de tomar en abuso suelen ser alucinaciones, dolores de cabeza fuertísimos, agresividad, delirios... )
Esto está tomandoo muchaa formaa :))
Deciiross que nos encanta que votéis y que cometéis.
Me gustaría que os pasaráis tambien por:
Absque libero arbitrio.
Amy al ataque.
Bueno, bessos
Vicky
PD.: En multimedia os dejo una foto de Astrid !!

El Destino Nos Odia Pero Nos AmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora