Capitulo 24

201 8 10
                                    

Los rayos del sol iluminan mi cara. Miro el reloj y veo que son las 8:30 de la mañana .
O noo.... Quiero dormir.
Dejo caer mi cabeza otra vez en la almohada. Apenas logré cerrar los ojos en toda la noche por culpa de Ian que llego muy tarde a casa. No tengo ni idea a donde fue a esas horas y la verdad que me muero por saberlo. No me gustan los secretos, nunca me gustaron, además traen un mal sabor de boca al recordar los muchos secretos que encontré en mi vida, y por eso no me quiero encontrar con otros. Quien podría llamar a Ian a las 2 de la mañana para que saliera corriendo sin importarle que estábamos discutiendo? Realmente fue tan importante ese asunto que me dejo aunque le suplique que se quedara? Y porque después vino tan relajado como si nunca hubiera pasado nada?
Son un montón de preguntas. Pero también se que voy a encontrar respuesta a cada una de ellas, me conozco y no dejare que la duda me come. Ademas estoy decidida intentar que lo nuestro funcione . Me casé por ayudar a Ian sin amarlo , o eso pienso pero lo que pasa es que mis sentimientos están confusos. Lo que sé es que entre los brazos de Ian me siento segura, querida, apreciada. Pero también confusa, dudosa, no se a que esperarme en el próximo segundo.
Y hablando del rey de Roma, se encuentra a mi lado boca a bajo rodeando mi cintura con un brazo , sus piernas entrelazadas con las mías. Es tan guapo, tan hombre que impone aún cuando esta dormido. Aunque parece que ahora no tiene ninguna preocupación , no deja de intimidar, de seducir. Me encanta mirarlo cuando esta durmiendo. Mirar sus labios ligeramente separados, su nariz recta que le da un aire varonil , sus cejas cuidadas y perfiladas que marca mejor la forma de sus ojos.
Madre de dios. Estoy mal, muy mal. No puedo estar enamorada de el. No aun. No hasta que entienda que es lo que pasa entre Ian y yo, hasta que me diga lo que siente y lo que quiere de mi.
Intento salir de sus brazos para no quedarme embobada mirandole sin ningún sentido pero de repente su brazo se tensa y me acerca mas a su lado.
-- Donde vas amor?-- su voz suena adormilada, ronca por el sueño pero lo que me provoca escalofríos es su manera de llamarme "amor". Y mierda, lo consigue cada vez que me lo dice
-- Solo al baño.
-- Quedate un rato mas-- parece un niño pequeño que intenta convencer a sus padres que le compre un juguete nuevo
-- Me voy a mear encima, no aguanto mas
-- Pues no importa. Estoy demasiado bien para dejarte ir
--Ian...
--Vuelvete a dormir. Tengo sueño
-- Tu madre nos espera en su casa para almorzar-- se mueve en la cama hasta que su cabeza esta apoyada en mi estomago y sus brazos alrededor de mis caderas pero no mueve ni un músculo para dejarme ir a prepararme
-- El almuerzo y mi madre puede esperar. Yo necesito recuperar mis horas de sueño.
-- Si ayer te hubieras quedado en casa en lugar de irte hasta las 6:30 de mañana quizás no estarías tan cansado.
De repente Ian se apoya en sus brazos y sus ojos miran directamente en los míos .
-- Amira no quiero pelear...podemos solo disfrutar del día?
-- No estoy peleando.
-- Pero es lo que buscas. Te dije no me gusta hablar de mis cosas.
-- Claro porque no soy nadie, y que sea tu mujer no me da ningún derecho meterme o interesarme de tus cosas. No es así?-- nos miramos unos segundos en los ojos pero ninguno dice nada. Me queda claro, aún el piensa lo mismo. Piensa que no tengo ningún derecho, pero ya le demostraré que no me puede excluir de sus cosas.
-- Quitate de encima-- lo empujo, pero no tengo suficiente fuerza
-- Y si no quiero?-- me sonríe de medio lado y es mi perdición y lo sabe. El muy cabrón. Suelto una risita porque no puedo estar mucho tiempo enfadada con el
-- Cariño, quita...tenemos que areglarnos que nos esperan-- se deja caer encima mío y esconde su cara en mi cuello
-- No quiero que estemos mal.
-- No estamos mal.--me besa el cuello y yo adoro que lo haga. Adoro al Ian posesivo, salvaje, varonil y lleno de confianza en si mismo pero tengo que decir que amo al Ian cariñoso, delicado, y amoroso. Me hace creer por unos momentos que siente algo por mi, que no soy solo un negocio por el, que no soy una mujer cualquiera que satisface sus deseos.
-- Me encanta que me llames cariño-- me suelta de repente su voz saliendo ahogada por mi piel
-- Lo se
-- Y porque no me lo dices mas seguido?-- acaricio su pelo pero su pregunta me deja descolocada. A caso le gustaría que lo llame siempre así? Desde cuando Un hombre como Ian es tan cariñoso?
-- A caso el gran empresario Ian Hoffman me dice que le gustan las ñoñerías y quiere que lo llame cariño, amor, bebe ?
-- No de que hablas? Solo lo dije por las apariencias, no se te olvide que que tenemos que convencer a todo el mundo que estamos enamorados y que nos casamos por amor.
-- Ya .....venga que no quiero subir mas tu egoy mueve este culo tan bueno que tienes y vamos a arreglarnos.
De mala gana se levanta para hacerme sitio para salir debajo de el. Me voy al baño y me miro en el espejo. Una sonrisa empieza a salir en mi cara y me doy cuenta que estoy contenta porque averigüé otra cosa sobre Ian. Le gusta que le llame cariño y que le haga ñoñerías pero no solo para aparentar sino simplemente porque le gusta. No se dio cuenta que su explicación es sin fundamentos, porque en ese momento no teníamos personas alrededor para que tengamos que fingir. Eramos solo nosotros dos, una mujer y un hombre, solo Ian y Amira en los brazos de otro , y aun así nos mostramos cariño y un sentimientos mas allá del cariño. Poco a poco nuestros muros están cayendo, por lo menos los míos.

Amame o sino olvidameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora