ATRAPADO (KAMES)

CAPÍTULO 9

- ¿Que paso Tom?

-Hace como media hora empezó a llover, nada grave pero los frenos no respondían bien, tenía que dar la vuelta, entonces el bus derrapo y ahora no hay frenos.

- ¿Y el otro bus? - pregunto James.

-Intente llamar la atención, pero ellos siguieron el caminó.

- ¿Y Gustavo ya lo sabe?

-No lo creo

Me respondió Tom, muy molesto dejándome ver todo el odio que nos tiene, el solo trabaja como nuestro chofer porque la paga es buena, y eso lo sé porque en muchas ocasiones se ha encargado de decírnoslo.

-Voy a llamar a Gustavo – dijo James entrando al cuarto, por fortuna no duro tanto la llamada y no tuve que aguantar la mirada matadora de Tom - dice Gustavo que viene para acá, llegara en 30 minutos, para poder ver que hacemos, Kelly y los chicos seguirán hasta el hotel.

- ¿¡30 minutos!? -pregunto Thomas bastante molesto.

-Sí, ¿Hay algún problema con eso?

-Para nada Maslow, estaré en la cabina del conductor.

- ¿Que te gustaría hacer en estos 30 minutos? – me tomo de la cintura en cuanto la puerta se cerró.

-Mmmm tal vez ir a mi cama y continuar durmiendo.

-Pero tú no estabas durmiendo, pero la idea de ir a tu cama si me gusta.

-Vamos, es bueno dormir.

-Tenía pensado otra cosa, pero si quieres dormir, podemos dormir- me dijo abrazándome y dándome un beso en la mejilla.

-Te quiero mucho.

-Yo más.

Nos acostamos en forma de cucharita, sin decir nada solo sintiendo la compañía que nos dábamos. Recuerdo una vez que mi mamá me dijo, que la vida puede resumirse como una colección de momentos, y que no hay nada más importante que disfrutarlos mientras duren.

Por desgracia Gustavo hizo que no durara mucho ese momento.

- ¿Están bien?

-Si Gustavo, todo bien- le respondí.

- ¿Qué haremos? -le pregunto James.

-Llame a los mecánicos, no pueden llegar hoy, así que debemos esperar hasta mañana.

-Pero estamos en medio de la carretera- le dijo Tom.

- ¿Crees que no lo sé Tom? -le dijo Gustavo- ¿Piensas que quiero que la mitad de mi banda pase la noche en la mitad de la carretera?

-Pienso que renunciare en el momento que lleguemos al hotel, solo te importan ese par de niños bonitos.

-Por ese par de niños bonitos, tienes trabajo, así que basta de tonterías.

-Perros será mejor que vayan a dormir, Tom si quieres quedarte a dormir en mi camioneta, hay más espacio que en la cabina.

Tom sin muchos ánimos acepto, Gustavo tenía razón, si dormía en la cabina amanecería muy adolorido.

Nos acostamos en diferentes camas, me arrepentí muy rápido pues la lluvia se intensifico y comenzó a tronar el cielo, haciéndome estremecer.

-James.

Dije moviéndolo un poco del hombro, para llamar su atención, mientras me sentaba en su cama.

- ¿Qué paso Kendo?

- ¿Puedo dormir contigo?

- ¿Acaso tienes miedo? - me dijo mientras se volteaba para poder mirarme.

-No es eso.

- ¿Entonces?

-Tengo frio- dije lo primero que se me ocurrió.

-Yo puedo arreglar eso.

Dijo tomándome de la cadera y dejarme encima de él.

-Yo no me refería a eso.

-Vamos bebé, estoy seguro de que con esto se te quitara el frio.

James metió su mano debajo de mi playera, hasta alcanzar mis pezones provocando pequeños jadeos que su boca impedían que salieran, dejo de besarme para quitarnos la playera. Mi castaño volvió a besarme, pero su mano no volvió a su lugar anterior, en lugar de eso bajo un poco, hasta llegar a mi entrepierna.

Mostrándome la gran habilidad que tiene, sin dejar de masajear mi entrepierna me giro intercambiando posición, su boca empezó a hacer un camino de besos por mi cuello, torso hasta mi pantalón. Se alejó de mi para que sus manos se deshicieran de las prendas que aun tenia.

-Recuerda que me encanta escucharte.

Su mano capturo mi miembro que ya estaba deseoso de atención, una punzada de placer recorrió todo mi cuerpo, haciendo que soltara un gran gemido.

-Así me gusta kendo.

Me dijo con una sonrisita, metiendo mi miembro en esa deliciosa boquita que tiene, se concentró primero en la puntita, lo chupaba para después soplarle haciendo que no pudiera controlar mis gemidos.

Alzo su mano hasta mi boca, poniendo dos dedos sobre mis labios, los metí a mi boca, los chupaba, como si fuera la más rica paleta que hubiera probado, por lo que me gané un gran gemido de James sobre mi miembro.

Deje de chupar los dedos de Jamie, era muy difícil concentrarme en algo, cuando me daba una muy buena distracción, sentía el orgasmo cada vez más cerca.

La mamada que me estaba haciendo, junto con sus dedos dentro de mí, consiguiendo tocar ese punto especial, fue más que suficiente para acabar.

Mi castaño bebió hasta dejarme limpio, subió para besarme al ponerse entre mis piernas, note la gran erección de James, le debía su recompensa, alce mi cadera para que nuestros miembros se rozaran.

-Creo que no quedaste muy satisfecho.

- ¿Crees que puedas ayudarme? - dije muy cerca de su oído.

-Por supuesto bebé.

Su pantalón desapareció en tiempo record, como ya me había preparado antes, entro casi instantáneamente, metiendo y sacando su pene de mí, cada vez más rápido, cada vez más delicioso, cada vez más excitante.

Terminamos al mismo tiempo, dejándonos llevar por el placer.

Cuando James recupero el aliento, beso mi frente, salió de mí. Caí dormido al siguiente momento.

Sentí como James se paraba rápidamente de la cama, y se peleaba con el pantalón de su pijama. Abrí mis ojos que pesaban considerablemente.

- ¿Thomas que harás con esa foto?

-Puedo hacer tantas cosas, que sería injusto elegir sin pensar la mejor opción.

-Pero vamos Thomas, nosotros somos amigos ¿No?

-Te equivocas James, nosotros nunca fuimos amigos.