Capítulo 5 - Momentos tiernos, Guerras de comida y Fans

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- Aun tienes sueño? - me preguntó Fran sentándose en la cama frente a mi.

- Sip, y tal vez duerma un poco hasta las 10 - dije cerrando mis ojos, de verdad estaba muy cansada y la cama era súper cómoda.

- Tía si no te molesta yo duermo contigo, no quiero dormir con Mangel - me dijo mientras yo aún tenía los ojos cerrados, así que no pude ver su expresión.

- Como quieras - le dije abriendo los ojos y mirándolo -, me da igual, con tal de dormir un poco - y me tapé la boca bostezando.

- Vale, ahora salgo y le digo a Rubius - dijo levantándose y apagando la luz haciendo que yo pegue un grito - ¿Que pasa? - preguntó asustado volviendo a prender la luz.

- No apagues la luz, le tengo miedo a la oscuridad - confesé escondiendo mi rostro con la almohada.

- ¿Como que le tienes miedo a la oscuridad? - me preguntó acercándose y acostándose a mi lado en la cama, no muy lejos de mi.

- No me preguntes porque, pero desde pequeña que le tengo miedo... - dije dándome vuelta y acurrucándome en su pecho - ¿Puedes quedarte hasta que me duerma? - le pregunté sintiendo sus brazos alrededor de mi cuerpo.

- Por supuesto, todo por mi Mag - dijo cariñosamente.

- Gracias Fran, te quiero - le dije cerrando mis ojos mientras empezaba a sentir que el cansancio me dominaba.

- Yo también te quiero Mag, te despertaré cuando sea la hora de comer - me dijo a lo que yo respondí con un leve movimiento de cabeza, ya casi estaba dormida...

- Fran - le dije-, si quieres irte con los chicos ve.

- No, quiero quedarme - me dijo dándome un beso en la coronilla.

- Vale - dije dejándome llevar por el cansancio y durmiéndome casi al instante.

Al despertarme estaba sola, y tarde unos momentos en recordar que estaba en Los Ángeles ya que estaba todo a oscuras... Miré a mi derecha y vi que no había nadie en la otra cama, estaba sola por lo que yo veía.

Hasta que de repente escuché que una puerta se abrió a mi izquierda lo que hizo que me quedara completamente paralizada en la posición que estaba y tomara la almohada como un arma.

- Quienquiera que esté ahí no se mueva - dije intentando tomar un poco de coraje y arrodillándome sobre la cama.

Entonces vi que algo se movió a mi izquierda y lancé la almohada en esa dirección, viendo que se perdía en la oscuridad... y unos segundos más tarde escuché un grito y alguien se me tiró encima haciéndome cosquillas.

- No, para - grité intentando zafarme mientras me iba deslizando hasta el borde de la cama, y cuando menos me lo esperé terminé en el suelo golpeándome la cabeza contra el suelo mientras escuchaba la inconfundible risa de Fran - Gilipollas - dije parándome y encendiendo la lámpara que estaba entre las dos camas.

- ¿Te asusté? - dijo aún riéndose.

Entonces me le tiré encima ahorcándolo juguetonamente, y este comenzó a hacerme cosquillas haciendo que me de vuelta y él terminando arriba mío.

- Para - le grité casi sin aliento - P-por favor - estaba hiperventilando.

- Vale - dijo dejándome de hacer cosquillas y sentándose a mi lado.

No podía respirar, me dolía mucho el pecho, así que me quedé donde estaba respirando entrecortadamene; no era la primera vez que me pasaba, pero para Fran si, lo que hizo que se asustara.

- ¿Estás bien? - me preguntó ayudándome a sentarme - ¿Eres asmática? Lo siento, no lo sabía.

- No - dije recuperándome poco a poco -, no soy asmática - le expliqué acostándome devuelta -; cuando era chiquita mi prima me tiró de arriba de la cucheta y me golpee todo la espalda contra un mueble, y desde entonces me pasa esto cuando me río mucho o corro sin calentar antes - le resumí.

No me preguntes como fue que me paso...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora