Bienvenida al mundo mágico.

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-Debes de estar bromeando.- me crucé de brazos, incrédula ante aquella criatura.

"Es un sueño, es un sueño" me repetía millones de veces mientras daba vueltas en mi habitación.

-No señorita, Winky jamás bromea cuando se trata de asuntos oficiales, en realidad Winky nunca lo hace. Ella siempre bebe cervezas de mantequillas para olvidar, pero Winky nunca olvida.- la elfina bajo la vista y comenzó a llorar mientras se golpeaba contra la pared.

-No, no llores Winky.Lo siento, si te creo, si te creo Winky.- la abracé y me sentí un poco mal.

Pfff, los libros de mamá tenían razón. Los elfos son muy sensibles.

-Oh, mi señora me mandó a buscarla.
Ella le dijo a Winky que buscará a la hija de Rita Skeeter, para que volviera a Hogwarts, donde usted pertenece.
El ministerio de magia por fin cedió a que volviera después de que a su madre la desterraran del mundo mágico.
Mi señora es la directora de Hogwarts y ella estaría contenta si va a estudiar al Colegio.
Pero Winky tiene que llevarla antes de que su madre se entere.- me jalo  y y me quedé paralizada.
Yo? Hija de Rita Skeeter?
Seeh, seguro.

-Wow Winky, espera. Yo no soy hija de Rita Skeeter, mi madre es J.K. Rowling. Ella creó tu mundo y nada de esto es cierto. Esto es solo producto de mi imaginación.- me senté en el suelo, tapé mis oídos y cerré mis ojos.
Winky me gritaba algo, mientras me jalaba pero yo no podía oírla, no quería oírla.
Yo solo quería dejar de imaginar tantas cosas, yo solo quería ser normal.

Alguien abrió la puerta y Winky se escondió detrás de mi, asomando solo su cabeza.

-TU!!.- dijo mi madre, señalando a Winky.- Que haces aquí?!.- se abalanzó sobre la pobre elfina, tomándola de las orejas la jalaba hacia fuera.

-Auh, Auh. No señorita Skeeter, no le haga daño a Winky. Ella solo seguía ordenes.- la jalaba con tanta fuerza que me dolía ver esa escena.

-YA BASTA!!.- le grite, señalándola ella se golpeó contra algo que yo no lograba ver y se detuvo.- Suéltala.- le dije y ella me obedeció.

Winky corrió hacia mi y me abrazó mientras se soltaba en llanto.
-Gracias Señorita, muchas gracias.-

-Winky, iré contigo.-la tomé de la mano y ella e sonrío.
-No Mack, no la escuches.- gritó mi madre.

En mi mente pensé "cállate" y ella lo hizo.

-Yo... Yo hice todo eso?.-Winky asintió.
Yo soy ...
-Oh por dios.- exclamé.

-Vámonos señorita, Winky ya tuvo que haber regresado.- me jaló y fui por mi teléfono.

-Oh no señorita, esos aparatos no funcionan en Hogwarts. No se preocupe por sus cosas, Winky se hará cargo.- le agradecí, tomé a mi gato y salimos de la habitación.

-Adiós madre.- solté una lagrima y ella no me contestó.

Tomé la mano de Winky,Kreacher y yo nos esfumamos.

En un abrir y cerrar de ojos estábamos en medio de un largo pasillo, al rededor había demasiadas tiendas extrañas.

-Que gracioso nombre el de su gatito.-se tapó la boca y se escuchó sus risitas.- Si Kreacher estuviera aquí eso no le haría gracia.- acaricio a mi gatito y yo sonreí.

-En donde estamos?.- pregunté.

-Usted sabe en donde estamos señorita, Winky esta enterada que usted sabe mucho del mundo mágico.- hizo una pausa y me dijo que se tenía que ir pero que Hagrid vendría por mi para llevarme con su señora.

Abracé a Winky y le agradecí por todo, me dio un beso en la mejilla, chasqueo sus dedos y se desvaneció.

Mientas acariciaba a Kreacher, pude notar como todos me veían.
Unos con curiosidad y otros con desagrado.

Sentí una mano muy grande en mi hombro y al voltear me encontré con Hagrid, el guardabosques de Hogwarts.

-Hola, tu debes ser Mackenzie Skeeter.- estreché su mano.
-Yo no soy ninguna Skeeter, mi apellido es Rowling.- el se apenó y me dijo que me llevaría al caldero chorreante donde nos encontraríamos con el director de Hogwarts.

En ninguno de mis sueños mas locos me imagine que conocería a Winky y a Hagrid.

Como si mi corazón ya no pudiera aguantar mas emoción al caminar unos metros más me percate de que cierto señor guapo con anteojos salía de una tienda.
Casi me da un paro cardiaco cuando me encontré con Harry Potter frente a frente.

-Harry, haciendo las compras para inicio de curso?.- Hagrid lo abrazó y el se me quedó viendo.
Me dijo un "Hola" y yo no pude responder.

Quería besarlo! Pero claro que no lo hice, Harry podía ser mi padre y además seria una falta de respeto.

-Ella es Mackenzie... Rowling, hija de J.K. Rowling.- Harry abrió los ojos y fue muy incomodo.

-Un placer.- extendió su mano y yo la estreché.

-El placer es to...todo mío, señor.- sonreí y sentía como explotaría de felicidad en cualquier momento.

-Dime Harry.- Estaba saludando a Harry Potter, la leyenda del mundo mágico, el que destruyó al-que-no-debe-ser-nombrado.

"Pamplinas Mack, el ya no existe, di su nombre"
Ok ok cálmate mente, Voldemort.

-Papá, ya compramos los libros.- un niño de mi misma edad con pelo castaño  y piel blanca salió de la tienda que estaba detrás de Harry.

"Es guapísimo" pensé.

-Bueno Harry, nos tenemos que ir. Mack vámonos, luego conocerás al hijo de Harry.- sentí mis mejillas arder y me despedí rápidamente de Harry y de Albus.

Que? Claro que sabia su nombre, mi madre los inventó recuerdan?

Mientas caminaba con Hagrid delante de mi yo solo pensaba en cuantas cosas grandiosas me esperan en este mundo.

Esperaba con ansias entrar a Hogwarts para conocerlo, para conocer a Albus.

El secreto de J.K. Rowling.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora