Ya no es amor es obsesión.

REACCIÓN

Llegaron a la mansión, cuando la noche estaba ya presente, la chica venía con la mirada en las estrellas, el tenía la mirada perdida hacia el frente.

"Bienvenidos"-los recibieron unas criadas en la puerta, ninguno contestó.

"Len-nii chan"-rompió el silencio la aguamarina.

"Si"-fue lo único que artículo el joven con la mirada aún pérdida.

"¿Ya no te duele?"-pregunto Miku, Len la miro para después mirar su mano, estaba envuelta en una venda, se podía apreciar la sangre seca en esta.

"No"-fue su única respuesta volviendo su mirada de nuevo al vacío, Miku se quedo un momento viéndolo desde que habían salido de la enfermería, el joven rubio había estado muy distante y distraído, soltó un suspiro y volvió su mirada al frente.

Len aunque tenía la cara calmada, por dentro la ira lo consumía como fuego a leña, en su mente todavía nítidos estaban los recuerdos de Kaiya y Miku platicando, riendo cualquiera que pasara a su lado los confundiria con pareja fácilmente, y no,no lo eran.

" y jamas lo serán, no lo permitiré"- esas palabras cruzaron en la mente de Len, si el jamás lo permitiría antes muerto.

Llegaron al gran salón, ahí "todos" los vocaloid veían la televisión,en realidad Luka leía un libro y Rin navegaba en su laptop y el resto si veía la televisión.

Miku no pudo evitar sonreír, el silencio tétrico con len ya la había incómodado, empezó a caminar a la sala, pero unos dedos se enredaron en su muñeca, Miku miro al dueño de aquella acción.

Len tenía la mirada gacha, el largo flequillo rubio le cubría los ojos, pasaron uno segundos antes del que el rubio hablará.

"Miku-nechan.."-máscullo el joven con voz apagada, la mayor trajo saliva, donde había quedado la actitud optimista del joven.

"¿porque?....¿te aburre estar conmigo?.."-las palabras salieron lentas, frías pero lo ultimo pareció ser una orden, una orden que exigía ser contestada.

Miku no supo por donde empezar, o más bien no sabia que contestar no sabía porque Len le preguntaba esto.

"¿yo...Len-nii chan"-el agarre en su muñeca se volvió más fuente, el rubio alzó la mirada lentamente, Miku no pudo evitar el impulso de alejar su mano, pero el fuerte agarre se lo impidió.

Los ojos siempre azul cielo de Len, se habían vuelto oscuro un azul marino, su pupila se había contraído, y el brillo que antes estaba había desaparecido.

"No.."-fue lo único que artículo el rubio con una voz apagada y ronca-"No lo veas más..."-término el rubio mirando fijamente a la aguamarina.

Miku no pudo evitar temblar, su mirada era penetrante y oscura.

"Prometelo"-hablo lento y bajo Len, su mirada fija en la chica.

Miku no contesto, no podía las palabras no salían.

"Prometelo"-hablo de nuevo el rubio esta vez más fuente y el agarre en su muñeca se apretó.

Miku cerró los ojos, le dolía mucho.

"¡Prometelo!"-grito el rubio, Miku no abrió los ojos, unas finas lágrimas salieron de estos, ella asintió con la cabeza.

"mirame"-pidió Len, Miku lentamente abrió los ojos el estaba muy cerca de ella demasiado.

El agarre en su muñeca cesó dejándola libre, se tomó la muñeca con la otra mano iba retroceder pero el rubio de un momento a otro se lanzó a abrazarla, Miku no pudo corresponder el miedo la invadía.

"Te quiero, te quiero tanto Miku-nechan-"hablo en susurro Len, su cara se ocultaba en su cuello-"Miku-nechan no lo vuelvas a ver, no me desobedezcas, no sí quieres que viva"-susurro Len.

Miku sentía sus pies flaquear, su cuerpo temblaba, el abrazo de Len, se volvió fuerte y posesivo, pero ella no correspondió no podía.

"Hasta mañana Miku-nechan, descansa"-hablo Len separándose de ella, sin previo aviso le estampó un rápido beso en los labios tan rápido que apenas había sido un roce, con esto el se alejo subiendo las escaleras.

Miku se quedo en el mismo lugar, su muñeca tenía las marcas del agarre de Len, sus labios sentían un cosquilleo gracias al beso robado, miro hacia las escaleras más lágrimas salían de su ojos, que había sido eso.