CONDOLENCIAS

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Len estaba enojado y feliz al mismo tiempo, sus emociones estaban totalmente hechas mierda, queria reír histericamente al mismo tiempo que queria golpear a alguien.

Estaba feliz porque Miku se veia hermosa con ese vestido negro de olanes que le llegaba a las rodillas y esos zapatos le daban un toque perfecto, le encantaba como se le veia su largo cabello en un chongo de rosa y ese velo negro, le recordaba que algún día ellos se casarian, aunque el prefería el blanco para su boda.

Estaba enojado, porque Miku usaba tan hermoso vestido para él, aun muerto le causaba problemas, debio quemarlo así no tendria que ver su jodida cara una vez más.

La confusión no lo dejaba en paz, su Miku lloraba ¿porque? Porque gimoteaba mientras esas gotas saladas no dejaban de salir de sus ojos. Se supone que lo habia hecho por ella, por su felicidad, para que estubieran juntos.

Talvez solo finga....Si solo finge ella esta feliz...lo hicimos por ella Len, entonces porque no es feliz...

Los vocaloids llegaron a casa con una cara afligida, bueno todos excepto uno. La lluvia habia empapado un poco el cabello de ellos.

Len abrazo a Miku todo el tiempo, le susurraba cosas al oido y le besaba las mejillas constantemente, en el velorio de Kaiya, sin imporle el difunto.

Miku subio a su cuarto, ella habia conocido a Kaiya primero que todos, era su amigo.

"Pobre Miku-chan"-lamentó Luka, Meiko alado de ella asintío con un suspiro, pasaria tiempo antes de que la aguamarina sonriera de nuevo.

Len miro las escaleras para después empezar a subirlas, al pasar donde su gemela por un momento por un breve momendo sus miradas similares se quedaron viendo, un azul sano contra un azul enfermo.

Len llego al cuarto de la diva no se molesto en tocar y entro de golpe sorprendiendo a la aguamarina, el rubio puso seguro.

"Pasa algo Len-nii chan"-dijo en un susurró Miku, ella estaba sentada en su cama quitandose los zapatos.

Len la miro de pies a cabeza, ese vestido la hacia verse adorable, algunos mechones reveldes de su cabello se pegaban a su frente y a su cuello, Len se relamío los labios.

"Miku-nechan ¿estas triste no?"-pregunto mientras se hacercaba a la memcionada, ella lo miro interrogante-"yo se como hacerte feliz"-dijo mientras se quitaba el saco de su esmoquin negro, lo lanzo a una esquina, Miku lo miro con duda, la cual cambio a miedo al ver como el rubio desabrochaba sus pantalones.

"Len-nii chan ¿q.que haces?"-tartamudeo la aguamarina, Len no contestó en cambio se lanzo a abrasarla y besarla, Miku se resistio, el rubio bajo su mano hasta las brajas de la chica y de inmediato metio sus dedos empezando con las embestidas, con su otra mano masajeaba los senos de la chica.

"Ah ah L.Len-nii chan p.para"-chillo Miku con un hilo de voz, el rubio sonrio.

"Te quiero hacer feliz nee~"-dejo sus pechos para desabotonarse la camisa, beso de nuevo a la chica callando sus gemidos.

Len se separo de Miku, se puso sobre sus rodillas y con su lengua se abrio paso entre los plieges de Miku, sus lengua entraba y salia, debes en cuando succionaba el clitorís de la chica, empujo su lengua hasta que no podia más.

Miku jadeaba, sus ojos se pusieron brillosos, la lengua de Len paseaba por su vagina sin piedad, entraba en lo más profundo de ella, los dedos del chico masajeaban sus piernas y aveces sus pechos, sus cuerpo temblaba no podia producir palabras, unas cosquillas se acomularon en su vientre, cerro los ojos y apretó el agarre de su vestido.

Su orgasmo la azoto agresivamente, ella chillo, su vista se nublo la sensación le recorrio la columna con una descarga electrica, su cerebro dejo de procesar información, el placer la envolvio haciendola olvidar la realidad.

Len saboreo los jugos de su Miku, pero no los lamio todos los necesitaba para lo que venia.

El rubio miro a la chica en la cama, tenia los ojos cerrados y las mejillas sonrojadas, era tan adorable.

Len se sento en el suelo, jalo a Miku con el, pero de espaldas, la sento en sus piernas.

Miku salio de su placer, se vio en el piso en las piernas del menor, un panico puro la invadió al ver sus brajas colgando en uno de sus tobillos, giro la vista al rubio y contuvo el aire.

Len la veia con una mirada perversa y una sonrisa enferma.

Len empujo dentro de Miku, esta chillo, sus musculos se tensarón, sus dientes chirriaban.

"¡No! ¡Para! ¡Duele!"-gritaba la aguamarina, Len la beso mientras su mano masajeaba la vagina de la chica, el miembro del chico palpita dentro del ano de la cantante, Miku se separo del beso unos gemidos salieron de su garganta.

Len tomo las caderas de la chica y la alzó lentamente para después arremeter contra ella, los nudillos de la chica se pusieron blancos, tener al rubio dentro de ella desde otro lugar la hacia temblar, se sentia más llena.

Len arremetio más rápido en la cantante, tomo oreja entre sus labios succionandola.

"Ahh ahh Le.Len"-chillo Miku mientras dejaba caer su cabeza hacia atras, Len aumento el ritmo de las embestidas como el de sus dedos.

El sonido de la carne chocando, los gemidos de Miku, el olor raro pero embriagante que llenaba el lugar, la visión de el arremetiendo contra Miku mientras esta gritaba su nombre; era hermoso para Len, eso era lo que queria para toda su vida, tenerla a ella solo para él, en un mundo donde nadie pudiera entrar, donde estaria seguro de que Miku lo veria a él siempre hasta que su corazón dejara de latir.

"Ti amo potró mai go're miniera"-susurró Len al oido de Miku, mientras se corria, Miku chillo agudamente sintiendo como el rubio se derramaba en ella.

"Miku-san los Vocaloids del este han venido a dar sus condolencias"-se escuchó al otro lado de la puerta a una sirvienta, la cual despuós se alejo.

Len cayó de espaldas al piso jalando a Miku con él, ambos respiraban pesadamente mientras su pulsó se calmaba, Miku apenas pudo producir palabra se giro al rubio.

"L.Len-nii chan ¿Qué di.dijiste?"-pregunto la aguamarina, el rubio la miro sin ninguna expreción para luego sonreir.

"Yo no he dicho nada nee~"-dijo aun con la sonrisa en su rostro, los ojos cerrados.

Miku parpadeó varias veces aleteando sus largas pestañas

Lo habia imaginado...no lo sabia, tal vez la muerte de Kaiya la habia afectado más de lo que creia.

Ya no es amor es obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora