Tenía que aceptarlo, Rodrigo era un excelente redactor de ensayos. Toda su energía la lograba transmitir con aquellas palabras llenas de esperanza para esa gente que más las necesitaba. Me encantó oírlo, escuchar aquel:
"No estás sola, yo estoy contigo. No te dejaré ir, en mis oraciones siempre estarás, y nunca olvidaré tu lucha, y mucho menos tu triunfo".
Me sentía identificada aunque sabía que no debía, yo no era una muchacha enferma, nunca había estado en un hospital en un estado delicado, en ningún estado de hecho, quería que esas palabras salieran de la boca de Rodrigo con dirección a mí, que las dijera porque eso lo sentía por mí. Lo admiraba tanto, que sentía eso de querer tenerlo a mi lado, de oír a todas horas su dulce calma, oler su perfume —que hasta ese momento desconocía la marca—. ¿Me estaba empezando a gustar? Creía que era muy pronto para saberlo. Sería una idiota si a esas alturas anduviera por ahí autoproclamándome "enamorada" de Rodrigo. Pero él tenía algo, no era como los demás chicos, lo peor de todo es que toda su dulzura estaba en mi contra, ya le había tomado cariño, y para mí, eso era casi un pecado.
No podía imaginar a Rodrigo queriéndome, besándome con amor, besándome porque quisiera a través de nuestro beso tocar mi alma, sabía que me deseaba, era hombre, yo soy mujer, soy una mujer atractiva para muchos hombres, mas, no quería eso. Yo quería a alguien que me quisiera por lo que era, no por lo que pudiera ofrecerle, y estaba segura que no estaba exagerando. Rodrigo esperaba ansioso que yo me abriera con él, y así como un animal caza a su presa, me cazaría a mí, me acostaría con él y no sabría nada de él por unas cuantas semanas. Nunca me había pasado, pero no era estúpida. Rodrigo era bueno, pero también era hombre.
Estaba en una lucha interna, mientras más escuchaba a Rodrigo hablar, y el fuerte sonido de su voz gracias al hecho de que en su casa no había nadie, más quería besarlo. Quería quitarme esas ganas de besar sus labios, de oler su aliento, y no sé cómo me contuve. Cuando por fin dieron las 4:20 de la tarde, Rodrigo tuvo que ir a cambiarse. Aguardé en silencio y traté de calmarme y de pensar que era una tonta por sentirme así. Si quería que algo real pasara entre nosotros tenía que tranquilizarme y ser inteligente. A las 4:40, después de seguir practicando, me indicó que ya era hora de irnos y así lo hicimos. Estuve callada todo el camino, pensé que tal vez él se iba a acostumbrar a mi falta de palabras por lo que había pasado la última vez que habíamos estado en la camioneta.
"Rodrigo, si tan sólo supieras lo que mi cabeza piensa, las ganas que tengo de saber de ti, de ser especial para ti, de estar todos los días contigo, y que la distancia que pueda habitar en nuestras propias historias, se rompa y con eso se haga una sola historia, la historia de Rodrigo y de Citlally" pensaba mientras lo veía manejando, atento y mordiéndose los labios.
Qué guapo se veía con su camisa blanca, pantalón de mezclilla y zapatos negros. Saludaba a todo el mundo, agradecía por haberlo invitado y me presentaba como su amiga frente a la gente y yo estaba muy orgullosa de serlo.
La gente llegaba y para las cinco, la iglesia estaba llena, todos esperábamos ansiosos el testimonio de Rodrigo. El padre dio unas palabras, agradeció a la gente por asistir, y se dirigió a Rodrigo como "un joven valiente" que iba a contar su historia. Me emocioné porque pensé que realmente lo haría ¡Escucharía su historia! Pero no dijo más que lo que ya me había leído a mí, unas palabras de apoyo...
—Soy un sobreviviente de cáncer, estoy profundamente orgulloso de decirlo [...] Cuando peor me ponía, nunca dudé en acudir a Dios, nunca dudé de su grandeza, de su inmensidad, y sabía que aún en ese mal momento, algo bueno estaba pasando, y que si ese día yo no terminaba con vida y alguien más lo hacía, mis oraciones por todas las personas enfermas necesitadas de Dios habrían dado sus frutos, Dios me habría escuchado...
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Cosas que no duran (Cosas que no duran #1)
AcakDurante el verano, Citlally Domínguez tiene que atravesar la dura etapa de la adolescencia bajo la sombra de su padre un famoso conductor de la televisión regia que se declara homosexual a nivel nacional. Eso y la ausencia de su madre, la falta de a...