- Es un cliente de la agencia, bueno, no él, su asistente, un día hablamos y me dio su tarjeta, la encontré el día de mi cumpleaños y como estaba sola, lo llamé y terminamos en un hotel y me lo hizo de una forma que... que ayer me orilló a volver a verlo.
- ¿Tan bien estuvo?
- Bien es poco para describirlo, magnífico, Rae, me hizo gritar, me hizo ver lucecitas, lo juro, sabía exactamente que partes de mi cuerpo tocar y cómo hacerlo.
- Felicidades amiga, pocas mujeres llegan a conocer y disfrutar del buen sexo.
- Sí, pero, me asusta.
- ¿Por qué?
- Porque me está creando una especie de necesidad que no es adecuada, entró muy fácil a mi vida y con esa facilidad puede salir de ella, y, ¿qué haré después?
- Tn, si vas a seguir con esto, te debe quedar muy claro algo, disfruta del momento sin pensar en el después, no te enganches, entiendo cómo te sientes después de experimentar lo que viviste y sientas esas ansias, a mí me pasó con Luhan y fue lo que me orilló a casarme con él, pero, a veces me pregunto si eso es suficiente, si es lo único que tenemos en común, la verdad hablamos poco, así que mentalízate que es sexo y nada más, que durará lo que tenga que durar y que después podrás seguir con tu vida.
- Tienes razón, además, creo que es casado, me dijo que no podíamos vernos el fin de semana.
- Seguramente, te repito, disfruta los momentos con él y ya.
- Pero, me siento mal por Jimin, él no se merece algo así.
- No es cuestión de merecer o no, reconozcamos que él tiene descuidada su relación, no es por intrigar, sabes que no me gusta pero, ¿no tendrá él a alguien más, también?, eso de trabajar casi 24 por 7 está medio raro.
- No lo sé, no lo creo, él no es así... si Hana te escuchara ya se hubiera infartado.
- Pero yo no lo tengo en un pedestal como ella y, a todo esto, ¿cómo se llama el susodicho con el que te estás viendo?
- ...Jaxon... - dije al leer ese nombre en la solapa de uno de los meseros que pasó.
Y entonces pensé que era una mejor forma de llamarlo en lugar de haber guardado su número con las letras CD, siglas de completo desconocido. Rae me sonrió sincera, mientras movía la cabeza y los ojos, había sido una buena idea confiar en ella, me ayudó a liberarme de la carga que traía sobre mis hombros y creo que hasta mis ansias de estar con él disminuyeron un poco.
- Un consejo, métete a un gimnasio, te ayudara a liberar energía.
- No te burles.
- No es burla, es en serio, podrás mitigar las ganas cuando no puedas verlo.
Me quedé más tiempo de lo necesario en mi oficina, ya que Jimin había ido a Chicago a cerrar un negocio y regresaría hasta el domingo, entonces recordé las palabras de Rae, ¿cabría la posibilidad de que él tuviera una amante?, ¿acaso por eso no quería tener relaciones conmigo?, ¿qué estaba pasando con nuestra relación?, ¿debía dejarlo?, no, yo conocía a Jimin mejor que eso y sabía que no sería capaz, claro que yo tampoco era capaz de enredarme con otro y justo era lo que estaba haciendo.
Llegué a mi departamento como a las nueve, me puse el pijama y me senté a ver televisión mientras me comía un tazón de cereales. Estaba cambiando de canal en canal y en uno había una escena erótica, parecía que todo estaba confabulando en mi contra o quizá sería que ahora prestaba más atención a esas cosas por lo alteradas que traía las hormonas. Me quedé viendo la escena hasta que terminó, en condiciones normales le hubiera cambiado pero ahora me dio morbo, sacudí la cabeza y decidí darme un baño.
Estaba parada debajo de la regadera y terminé de lavarme el cabello, pasé mi mano por mi cuello y no pude evitar pensar en él, "puedes acariciarte pensando en mí", sólo con recordar su aterciopelada voz mi cuerpo se excitaba, así que me dejé llevar. Bajé mi mano hasta mis senos y los acaricié pensando que era su mano, viendo su rostro en mi mente, reviviendo sus jadeos en mi oreja. Dejé que mi mano viajara más abajo, acaricié mi abdomen de la forma en que él lo hacía y noté que estaba funcionando, estaba ya jadeando mientras sentía que el agua tibia acariciaba mi espalda. Me recargué en la pared y lo frío del azulejo hizo que arqueara un poco mi cuerpo y entonces comencé a acariciar mi parte más intima mientras me concentraba en él, en sus facciones retorcidas, en sus labios besando los míos, en su tibio cuerpo moviéndose dentro del mío, era increíble la forma en que podía recordar todo y más increíble aún que mi cuerpo respondiera a esos recuerdos, abrí los labios y emití un gemido cuando sentí que terminaba, no había sido tan intenso como si hubiera estado con él, pero lo había disfrutado muchísimo más que en otras ocasiones.