Capítulo Treinta y siete.

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Moví la cabeza sonriendo mientras sacaba mi ropa de la maleta, me puse la interior y encima un sencillo vestido beige de tirantes que me llegaba a la rodilla, unas sandalias del mismo color y después cepillé mi cabello, empezaba a maquillarme cuando Yoongi salió del baño y se me quedó viendo.

– ¿Qué?, ¿hoy tampoco podía usar un vestido de este color?

– No es eso, levántate por favor – dijo extendiéndome sus manos, yo las tomé y me levanté mirándolo extrañada, me hizo darme una vuelta – wow, te ves hermosa.

– Pero, aún no me maquillo.

– No lo necesitas, ya eres hermosa.

– Adulador.

– Encantadora.

– Ya date prisa, anda.

Me dio un beso en los labios y empezó a vestirse mientras me explicaba las instrucciones para la canción. Yo estaba muy nerviosa por eso, no sé cómo pude aceptar, empecé a hacer respiraciones con los ojos cerrados y Yoongi me abrazó por la cintura y me aseguró que todo saldría bien, abrí los ojos y fue mi turno de asombrarme, Yoongi se veía bellísimo, con un pantalón y una camisa blancos que hacían resaltar sus hermosos ojos color topacio, notó la expresión en mi rostro y me sonrió para luego darme un pequeño beso en los labios, entrelazó mi mano y bajamos.

Atravesamos un gran salón en el que había varias personas corriendo de un lado a otro arreglando unas mesas y unas sillas, salimos a la enorme terraza que ya estaba prácticamente lista para la boda, había un pasillo en medio de una cantidad considerable de sillas y una chica le estaba dando unas indicaciones a Loren, supuse que era la organizadora. Había otras parejas además de la familia y cuando Loren se desocupó me los presento, eran la madrina, las damas y sus respectivos novios, así como los papás de Maiquel y Dianna. El sacerdote llegó y nos acomodamos en nuestros lugares para ver el ensayo que dio inicio, tanto Loren como Maiquel traían ropa de color durazno. Sus votos fueron muy conmovedores y en cuanto terminó pasamos al salón.

Sólo había dos mesas preparadas y en ese momento me invadieron los nervios y me mordí el labio inferior. En una nos sentamos la familia y en la otra las amigas de Loren, y nos sirvieron la cena. Finn estuvo bromeando casi todo el tiempo y acariciando las mejillas de Dianna que sólo se reía por las ocurrencias de su marido. Loren y Maiquel derramaban miel y casi podría estar segura que no sabían de qué estábamos hablando. Minha y Yoonjae estaban sonrientes mirando felices a sus hijos y yo entré en pánico cuando sentí la mano de Yoongi recorrer mi muslo por debajo de la mesa y lo miré casi fulminándolo, en cambio, él me sonrió mientras me apretaba suavemente el muslo casi a la altura de la ingle y lo miré aún más seria, pero contrariamente a lo que quería lograr, él estaba de lo más divertido deslizando su mano por mi pierna hasta que afortunadamente la madrina dijo que era el turno de que hablara el padrino y entonces Yoongi tuvo que ponerse de pie, levantó la mano y en ese momento entraron cuatro personas con un piano.

– Bueno, como la verdad no soy muy bueno para los discursos y como sólo tengo el oficial, hoy haré algo diferente – anunció y fue a sentarse frente al piano y probó el micrófono – pero, para esto necesito la ayuda de la señorita Tn, mi hermosa novia, por cierto, un aplauso, por favor.

Yo sentí que me ardían las mejillas por el intenso rubor que había en ellas mientras todos los presentes aplaudían y yo me ponía de pie mucho más nerviosa que en un principio y camine hacia él que me esperaba con una gran sonrisa, me senté a su lado y puso la hoja con la letra de la canción sobre el piano.

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⏰ Última actualización: Dec 01, 2015 ⏰

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