Capítulo Treinta y cinco.

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Sus manos acariciaron mi cuerpo mientras su boca luchaba por abrirse paso en la mía, quería resistirme, pero el lugar era tan estrecho que nuestros cuerpos estaban muy juntos y la verdad es que lo necesitaba con urgencia, a pesar de que a veces jugábamos por la webcam no se comparaba a tenerlo en vivo, a sentir su aliento, percibir su delicioso olor, sus manos acariciándome y el sabor de sus besos que me habían excitado desde que pasó por mí al departamento, así que dejé de luchar y le correspondí el beso desenfrenadamente mientras nuestras manos presurosas desabrocharon los pantalones de ambos que bajamos hasta los tobillos.

Pegó aún más su cuerpo sin entrar todavía en mí en tanto seguíamos besándonos con desesperación, yo estaba lista para recibirlo, así que él separó sólo lo suficiente mi pierna para entrar en mí, finalmente, me mordió el labio inferior, mientras se movía rápidamente dentro y fuera de mi cuerpo, yo me aferré a su espalda y eché mi cabeza hacia atrás que topó con la pared, él me mordisqueó el cuello siguiendo con sus movimientos veloces hasta que ambos alcanzamos el clímax y nos besamos para acallar los gemidos.

Yo tenía los ojos cerrados y nos separamos sólo lo mínimo, él seguía estando dentro de mí y sus labios rozaban los míos, después abrí los ojos y lo miré fijamente al igual que él a mí.

- ¿Ya me perdonas?, por favor - dijo con un hilo de voz.

- No abuses de mi vulnerabilidad en este momento.

- Sé que soy un idiota y no merezco tu perdón, la única defensa que tengo es este amor que cada día crece más y me supera, por eso dije eso, sin pensar.

- ¡Dios!, Yoongi, en verdad quiero estar enojada contigo, muy enojada, incluso quisiera odiarte en este instante, pero no puedo, ejerces demasiado poder en mí, estoy completamente enamorada de ti y abusas porque lo sabes.

- Jamás he querido abusar de ti, entonces, ¿sí me perdonas?

- La verdad no lo sé, no será fácil olvidar lo que me dijiste.

- Haré que lo olvides, lo juro por nuestro amor.

- Si no te quisiera tanto juro que no hubiera subido a este avión por nada del mundo.

- Sabes que yo te quiero tanto como tú a mí, eso jamás lo olvides.

- Tú tampoco Yoongi, porque el amor puede acabarse en cualquier momento, yo lo sé muy bien y no me gustaría que esto acabará mal.

- Entonces, ¿sí me perdonas? - insistió en tono más suplicante.

- Depende como te portes, salgamos ya, ¿sí?, no quiero que alguien nos descubra.

Me dio un beso presionando fuerte mis labios y salió de mí, nos subimos rápidamente los pantalones y salimos de ahí, tratando que nadie se diera cuenta que lo hacíamos del mismo baño, tomamos de nuevo nuestros asientos y me abrazó, después se separó un poco y sacó una hoja de su pantalón.

- Casi se me olvidaba, toma, repasa esto porque vas a ayudarme a darles una sorpresa a Loren y Maiquel - dijo entregándomela y la empecé a leer.

- ¿Es una canción? - pregunté con pánico ante la idea de la sorpresa.

- Sí, la cantaremos en el ensayo de la boda.

- Oh no Yoongi, no habrá manera de que me hagas cantar frente a tu familia.

- Oh sí lo harás Tn, no quiero adelantar mi discurso de mañana de la recepción oficial, así que hoy cantaremos.

- No, de ninguna manera.

- ¿Ni por qué te lo pido yo? - dijo rozando mi nariz con la suya.

- ¿Te lo mereces? - repliqué tratando de no caer en su encanto.

Ardiente Tentación  ●adaptada•SUGA●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora