Ninguno decía nada, él conducía, y ella jugaba con el cinturón.
En un momento, Johanna levantó la cabeza horrorizada.
Se tiró por el hueco que daba a los asientos de adelante e hizo que Harry casi perdiera el control del coche.
-QUE HACES?! ESTÁS JODIDAMENTE LOCA?!
Ella consiguió cambiar la emisora y sonaron los Jonas Brothers.
Suspiró y volvió a acomodarse en el asiento de atrás.
-Era Bieber..Que susto.
Harry la miró sin poder creérselo.
-Casi haces que nos matemos.. por que estaba sonando Justin?!
-Bueno.. O nos matabas tú o él con sus gritos de gata en celo.
Harry se quedó un momento en blanco, pero luego empezó a reír.
-Nunca había conocido a nadie como tú.
Comentó eso con una sonrisa traviesa.
-Yo he conocido a muchos como tú.. Niños ricos que se creen algo que no son.
Bien, Johanna estropeando el momento.
-No me creo nada.. Simplemente Harry.
-No es lo que das a entender niño rico.
Harry bufó, frustrado.
-Quieres dejar de llamarme niño? Seguramente soy mayor que tú.
Ella sonrió.
-No mentalmente, Styles.
-Yo no fumo nada, Johanna, no me drogo, seguramente la mariguana es la droga más blanda que consumes.-Se paró un momento a observar su rostro- Seguramente consumes cocaína, estás muy delgada.
-No te metas en mi vida niño estúpido!!
Su gritó dejó a Harry pensando si había dicho algo tan grave.
Johanna desvió la vista asta su cinturón.
Quería salir de ese coche, saltar y morir ahí.
Harry paró en un motel. Pidió dos habitaciones separadas, y Johanna se encerró en la primera de un portazo.
Dejó que su espalda resbalara por la puerta y sacó un sobre de su bolsillo, que contenía una cantidad considerable de polvo blanco.
Lo miró y empezó a llorar.
Lo lanzó al otro extremo de la habitación y empezo a agarrar la alfombra negra con mucha fuerza, aguantando para no sollozar fuerte.
Unos golpes en la puerta interrumpieron su llanto.
-Johanna, quieres cenar?
La voz de Harry sonaba casual.
-No, lárgate!
El dolor se notaba en su voz, se notaba mucho.
No escuchó nada más y siguió llorando con todas sus fuerzas.
Unos minutos después, la puerta se abrió de golpé y Harry la miró.
-Oh, dios mio, lo siento..
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Nada es casualidad (Harry Styles)
Hombres Lobo"Nada es casualidad. -Dijo él, con los ojos aguados.- Yo cambié lo que soy por que sino estaba destruido, y cuando chocamos supe que tú debías cambiar."