-Sabes que es lo que más me jode de todo esto?- La voz de Harry era ronca.- Que te lo tomes tan a la ligera. Que lo digas como si te diera igual, cuando no es así. Hablas como si fuera un maldito estilo de vida, pero no lo es, maldita sea.
Johanna sonrió tristemente.
A pesar de todo, tenía razón.
-Es mi vida Sty.. Harry.
Harry la miró con seriedad.
-Y tus amigos, tu familia..? No te das cuenta de que les haces daño?
-ME CAGO EN LA MADRE QUE TE ... SI NO TE CALLAS SALTO DEL COCHE STYLES!!
Harry no dijo nada más, pero fue peor que decir algo.
A johanna se le encogió el estómago.
Cuando llegaron a la ciudad, él la dejó frente a su casa.
Suspiró y quitó el seguro de la puerta.
Johanna bajó y cerró la puerta con fuerza.
-Saluda a tu padre de mi parte.
Johanna entrecerró los ojos.
-Ni una palabra de esto a nadie Styles, yo nunca te he conocido, ni chocado ni..
-Lo he captado.-Harry la cortó al notar sus nervios. La verdad estaba un poco decepcionado, esperaba al menos que no lo odiara tanto, pero era mucho pedir.-Suerte con el coche.
-Gracias.
La voz de Johanna sonó un poco más cálida.
Tocó el timbre y pronto el enorme portón se fue abriendo, dejando a la vista al menos tres ferraris, un lamborghini y dos audi R8.
Johanna hizo un gesto con la mano y entró a la propiedad.
En la mansión no había mucho movimiento.
Su padre estaba sentado en el salón, mirando un concierto que tendría ya 15 años.
Era muy famoso, su grupo había conseguido millones de fans en todo el mundo.
Tenía el pelo largo y rubio, ojos azules chispeantes y juveniles, y una sonrisa perfecta.
Cuando la vió sonrió y Johanna se sentó a su lado, abrazándolo.
Él la estrujó con fuerza contra él y le besó la cabeza.
-Te esperaba ayer pequeña.
No era un reproche, tan solo un comentario.
-Choqué con un coche papi, pero no fue nada grave.. al menos para mí. El coche murió, puedes llamar para que lo recojan y lo arreglen?
Su padre sonrió y asintió.
Ella le dijo donde estaba el coche y las condiciones en las que había quedado.
Le contó como había pasado sus vacaciones y que había hecho.
Él reía con ella, era el mejor padre que podría tener alguien.
-Va siendo hora de comer algo, este hermoso cuerpo debe mantenerse.
Johanna rió y se levantó.
Comieron mirando el concierto, pidieron unas pizzas para no complicarse.
Más llegada la tarde-noche, Johanna salió un rato con su padre, disfrutando de esa pequeña ciudad.
Se sentaron en un parque con una guitarra acústica.
Johanna cantaba como un ángel, pero no quería ser cantante como su padre, y él lo entendía, pero eso no impedía disfrutar de la voz de su hija de vez en cuando.
Johanna entonó los acordes de The Man Who Can't Be Moved, de The Script.
Pol empezó a cantar, y Johanna entonaba los coros.
Era algo precioso, esos momentos mágicos que nadie se atreve a interrumpir.
Johanna tocaba con rapidez, y Pol cerraba los ojos a la vez que cantaba.
Johanna observó a su padre y rió.
Acabaron la canción y detrás se escucharon unos aplausos.
Johanna se giró rapidamente, y prefirió no haberlo hecho.
Styles sonreía al lado de cuatro chicos más.
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Nada es casualidad (Harry Styles)
Kurt Adam"Nada es casualidad. -Dijo él, con los ojos aguados.- Yo cambié lo que soy por que sino estaba destruido, y cuando chocamos supe que tú debías cambiar."